Mis tres ángeles
Participantes: un hombre. una niña de 8 años
Oral.
Mi nombre es Roberto y quiero contarles como inicie una bonita relación con
mis tres hijas, ellas se llaman Angélica de 22 años, Clara de 21 y Rita de 20
años. Todo comenzó cuando ellas tenían 8, 7 y 6 años. Mis niñas siempre han sido
muy apegadas a mi porque las consiento y las mimo desde que eran unas bebecitas.
Afortunadamente tengo un trabajo estable y mi esposa también tiene un buen
puesto en una universidad particular . Siempre hemos sido muy abiertos en la
familia y era común andar en ropa interior cuando estábamos descansando.
Con mi esposa Berta, siempre he mantenido una vida sexual satisfactoria y hasta
la fecha nos seguimos queriendo mucho. La cuestión es que con motivo de una
convención que mi esposa tuvo en los Estados Unidos, tendría que salir y
dejarnos solos a mis bebecitas y a mis por cinco días. Convencimos a una cuñada
para que por favor las llevara temprano a la escuela y yo en la tarde me haría
cargo de ellas. El primer día, que era jueves, acudí muy puntual a la escuela y
mis niñas ya me estaban esperando, fuimos al supermercado para comprar los
víveres de la comida, pero ellas, sabiendo que podían ser consentidas mas de la
cuenta, mejor pidieron que comprara unas pizzas y con eso tenían para comer y
cenar. Solo compramos lo indispensable para ya no salir y al regresar a nuestra
casa, ordenamos las pizzas por teléfono.
Mientras esperábamos al repartidor, mis niñas se quitaron el uniforme y se
pusieron a jugar en ropa interior, permítanme describirles a mis pequeñas:
Angélica es blanca como su mamá, con cabello negro y ensortijado, con unos ojos
negros muy bonitos y a esa edad, lo único que hacia distinguirse de sus demás
compañeritas de la escuela, eran sun nalguitas, redondas y muy levantaditas,
unas piernas gruesas y muy bien formadas. Clarita, estaba un poco pasadita de
peso, pero tenia una figura muy femenina, tanto que de las tres era la que tenia
mas creciditas sus tetitas y una boca pequeña, con unos labios gruesos, muy
sensuales, su cabello es castaño, lacio y le lleha a los hombros. Rita, la mas
chiquita, estaba delgada y parecía ser la menos agraciada de las tres, le
encantaba que la peinaran con dos colitas y tenia "algo" que hacia que todos los
que la conocían, la quisieran mucho. Todas tenían la misma estatura: 1.55 mts.
Cuando llego la pizza, se pusieron muy contentas y encendieron la tele de la
sala, para poder ver una película mientras comíamos, ellas se sentaron en la
alfombra y se veían bonitas, muy inocentes. todo se desarrollaba normal, pero al
estar comiendo, angeliquita me pidió que le sirviera refresco porque se le había
atorado la pizza y comenzó a toser mucho, rápidamente le acerque un vaso y ella
lo bebió casi de un solo sorbo. Al verla sentada con sus piernitas abiertas, en
posición "flor de loto" alcance a ver que su calzoncito se había corrido un poco
a la derecha y podía ver como su pubis estaba completamente lampiño, sus labios
vaginales eran muy gorditos y la rayita que los separaba estaba chiquita.
En ese momento mi miembro brinco excitado, pero yo me recriminaba, que como era
posible que pudiera sentirme excitado con mi hija, pero no podía evitarlo, era
una realidad. Salí al patio trasero a fumarme un cigarro y mis manos temblaban
de la excitación que tenia. Pensaba que debía de controlarme, pero la voz de mi
hija angélica me saco de mis pensamientos. – papi, hace mucho calor, me puedo
bañar? Claro que si, mi niña. Pero deberías de reposar un poco, porque acabas de
comer, le conteste. Sonriendo, ella dijo que si y que se iba a jugar con sus
hermanas.
Regrese a la sala y pes pregunte si tenían tarea que hacer, ellas contestaron
que no y siguieron jugando. Como a las cinco de la tarde, angélica me pregunto
si ya podía bañarse, contestándole que si, no había ningún problema, las mas
chiquitas escucharon y también quisieron bañarse. Les prepare el baño y como en
la casa tenemos dos baños completos, uno en mi recamara y otro para las niñas,
les dije que si querían bañaras todas juntas, o una por una. Todas quisieron
bañarse al mismo tiempo y corrieron a cambiarse. Cuando ellas se metieron a la
ducha, me dirigí a la recamara de angélica (porque clara y Rita tienen otra
recamara) y busque las pantaletitas que se había quitado, al verlas sobre la
cama, mis manos temblaron y las toma, vi que en la entrepierna, había una mancha
de humedad, al olerla, supe que eran orines.
Mi miembro me apretaba dentro del pantalón y me sentí muy excitado, pensaba
masturbarme con el calzoncito de mi hija, pero me di cuenta que nunca me había
masturbado de esa manera. Estaba pensando que hacer, cuando mis niñas me pedían
a gritos que fuera al baño. Pensé que había pasado algún accidente y abriendo la
puerta del baño, vi que la cortina de la ducha estaba en el suelo y (lo mejor)
mis niñas desnudas con sus brazos recogidos sobre su pecho, sus vaginitas
escurriendo agua, un espectáculo hermoso, sin duda alguna. Rita, la mas
chiquita, me dijo que estaban jugando y que por eso se había caído la cortina.
Les dije que no había ningún problema y cuando me agache a recoger la cortina,
las tres al mismo tiempo comenzaron a arrojarme agua, quedando empapado,
contentas con su "gracia" solo se reían con ganas. Les dije que
también me tenia
que baña porque si no me enfermaba, ellas me pidieron: te quieres bañar con
nosotras papi? Comencé a desnudarme, pero mi miembro ya excitado no permitía que
me quitara el pantalón, me metí a la ducha con mi trusa y ellas riendo
comenzaron a bajármelo hasta quedar desnudo como ellas. A pesar de que el baño
es amplio, los cuatro quedamos muy apretados, las tres querían estar junto a su
papa y yo me senté en la orilla de la tina, pero ellas comenzaron a pelearse.
Me enoje con ellas y como las mas chiquitas eran las mas peleoneras, le dije que
si seguían así, se acababa el baño y cada quien a su recamara. Como son muy
consentidas clara y Rita dijeron que ya no se querían bañar y salieron de la
ducha muy enojadas.
Les dije que no era para tanto, que no había sido un regaño, que regresaran,
pero ellas agarraron sus toallas y dijeron que mejor se ducharían en su baño.
(bendito carácter heredado de su mamá) para no contrariarlas, iba a salir de la
tina, cuando la mano de angeliquita, me detuvo diciéndome: -déjalas papá, total,
así nos bañamos nada mas nosotros. Sin pensarlo mucho, le conteste que solo
pondría de nuevo la cortina para que no se mojara mucho el baño, después de
acomodar la cortina, cerré bien la puerta del baño con seguro, angélica me
pregunto que por que ponía el seguro, contestándole que para que no dieran lata
sus hermanas.
Ella sonrió y me dijo: apúrate por que si no, el agua caliente se acaba¡ me puse
debajo de la regadera dándole la espalda a mi niña y ella me dio una nalgada
sonriendo, no dije nada y comencé a enjabonarme, cuando me quite el jabón del
cuerpo voltee hacia ella y se quedo sorprendida al ver mi miembro erecto, no es
muy grande, pienso que es normal, algo como 17 centímetros, pero no dijo nada.
Le pregunte si quería que la bañara, ella sonriendo dijo que si, y tomando el
jabón comencé a pasarlo por sus brazos, las axilas, el cuello, su espalda, sus
pequeños peoncitos comenzaron a eructarse, la puse de espaldas a mi y le dije
que abriera sus piernitas para enjabonarla mejor, al sentir mis dedos
enjabonando su panchita, abrió mas sus piernas, recargándose mas en mi,
quedando mi miembro erecto en su espaldita, al sentirlo, soltó un pequeño
gemido, le pregunte que si la lastimaba con mis dedos, ella contesto que no, que
estaba bien y que sentía muy rico. Con mis dedos busque su pequeño clítoris y
comencé a frotarlo suavemente, ella solo recargo su cabecita en mi pecho y se
empujo hacia atrás, tratando de sentir mi miembro en su espalda. Todo iba muy
bien, pero de pronto quisieron abrir la puerta del baño, por lo que suspendí mi
masaje a la vaginita de mi niña. Eran mis otras dos bebés que querían que les
diera permiso para salir a jugar, les dije que esperaran porque ya salimos de
bañarnos. Envolví a angélica en una toalla y le di un ligero beso en los labios,
ella no dijo nada pero tampoco se quito. Me puse una bata y salimos del baño,
las pequeñas ya se habían cambiado, pero hacia falta que las peinaran, angélica
me dijo que no preocupara, que ella las peinaría para que pudieran salir a
jugar. Me recosté en la cama y pensaba hacerme una "puñeta" (masturbación)
porque angeliquita me había dejado muy caliente, solo esperaba que las tres
salieran a jugar, para poder masturbarme. Después de unos 15 minutos entraron a
mi recamara clara y Rita, a pedirme permiso para irse a jugar, solo les dije que
no se ensuciaran mucho y que se portaran bien, me extraño que angélica no las
acompañara. Una vez solo, busque una película porno, para poder masturbarme a
gusto, me acosté y cuando le daba playa al DVD, tocaron a mi puerta. Era
angélica,
que me preguntaba si podía acostarse un rato conmigo, solo traía el pantalón de
su pijama y una camisetita de tirantes muy delgada. Solo atine a decirle que con
gusto, no había ningún problema.
Ella se acurruco dándome la espalda, viendo hacia la televisión. Pase mi brazo
izquierdo debajo de su cuello y mi mano derecho quedo sobre su estomago, sobre
su camiseta comencé a acariciarle el ombligo y ella se movía inquieta, pero no
cambiaba su posición, mi miembro, comenzó a eructarse y se alojaba en la rayita
que divide las redondas y paraditas nalguitas de mi niña. La estrecha mas a mi y
comencé a besarle el hombro derecho, ella temblaba, pero no decía nada. Al ver
que no había rechazo, le dije: -sabe mi niña que la quiero mucho? Ella solo
contesto que si, que también ella me quería mucho y que le gustaba que la
abrazara como ahora. Pase mi mano derecha por su mejilla y cuela, diciéndole lo
suave que tenia su piel, ella solo sonreía. Le dije suavemente: angeliquita, me
dejas que te de un beso? Ella dijo que si, pero que no sabia besar, le conteste
que solo se dejara llevar. Ella volteo su carita y me ofreció sus labios, al
principio los mantenía cerrados y como yo no quería asustarla, la besaba
suavemente, primero su nariz, sus mejillas, sus ojos y finalmente sus labios, me
gustaba sentirla temblar ante esta caricia, pero de pronto ella tomo mi cara con
sus manitas y mirándome a los ojos me dijo: papito. No quiero que te enojes,
pero me puedes enseñar a besar como lo haces con mamá? Le dije que si, que
entreabriera sus labios para enseñarle. Ese primer beso lo recuerdo como si
fuera ayer, sentirla vibrar, suavemente introduje mi lengua en su boca buscando
la suya, cuando entendió que es lo que quiere, tímidamente hizo contacto con su
lengua, rozando la mía, en ese momento, mi pene, estaba completamente erecto y
ella lo podía sentir recargado en su cadera.
Después de 10 minutos de besos, le pregunte si le había gustado, ella sonriendo
contesto que era maravilloso. Le pregunte si quería seguir con los besos, ella
solo comenzó a besarme, sacando ya mas atrevidamente su lengua para enredarla
con la mía, entre beso y beso le pregunte si me dejaba acariciar su cuerpecito.
Ella me contesto: que si como cuando me estabas bañando? Le dije que si le
había gustado, ella me dijo: sentí muy rico, si¡ si quiero que me acaricies. Sin
dejar de besarnos, lleve mi mano derecha directamente a su entrepierna y pude
sentir sobre la tela, que mi niña estaba muy caliente de su partecita, así que
ya sin medir las consecuencias, introduje mi mano debajo de su pijama y comencé
a acariciar sus pequeños labios vaginales, ella solita separaba las piernas para
permitirme mejor acceso, saque mi mano y llenando mis dedos con saliva, volví a
acariciar a mi niña, su clítoris estaba muy duro y podía sentir lo caliente que
tenia su vaginita, con un dedo en su clítoris y otro tratando de meterlo en su
pequeño hoyito vaginal, ella cerro de pronto sus piernas, quedando mi mano entre
ellas, me detuve para preguntarle si le había causado daño, pero ella me
contesto: por que te detuviste? Estaba sintiendo muy bonito¡ era posible que mi
niña estaba por alcanzar su primer orgasmo? Le pregunte si quería sentir mas
rico que con mis dedos, ella muy emocionada me pregunto que como podría ser? Le
dije que tenia que quitarle su pijama para poder "comerme" su panchita. Ella
divertida me pregunto que por que le decía panchita a su vaginita, le conteste
que tenia muchos nombres, pero a mi me gustaría que nosotros le dijéramos "panchita",
divertida se quito el pantalón de su pijama y me pregunto: y ahora que hago? Le
conteste que solo se recostara y separara su piernitas, así lo hizo y volvió a
preguntarme: y ahora? Le dije que con sus deditos, separara sus labios vaginales
y me mostrara como tenia su panchita. Delicadamente ella separo sus labios
vaginales y vi que su interior era de color rosita, comencé a besarle su hoyito
y ella solo gemía suavemente, cuando trate de introducir mi lengua en el fondo
de su vaginita ella exclamo: ahí¡ que rico, sique papi, me gusta¡ empecé a
succionar su clítoris y después de 5 minutos ella me decía: papi, creo que me
orino¡ que rico¡ le dije que no se iba a orinar, que pronto tendría su primer
orgasmo y apretó fuertemente mi cabeza en su panchita, como queriéndome
enterrar en su pequeño sexo. La deje descansar y al incorporarme para besarla de
nuevo, vi que tenia sus ojitos cerrados y una sonrisa de satisfacción en el
rostro. La bese suavemente y ella echo su brazos alrededor de mi cuello,
besándome ardientemente diciendo: gracias papi, ha sido muy rico, me encanto que
me "comieras" como yo estaba muy caliente, le pregunte si ella me
quería
acariciar, ella me dijo que le explicara como debía de hacerlo, sonriendo me
abrí la bata, dejando ante sus ojos, mi miembro que estaba por reventar.
Le dije que lo tomara en sus manos y que lo acariciara de arriba abajo, sus
manitas estaban calientitas y sudorosas de la emoción, puse mi mano encima de la
de ella y le enseñe como debía de moverlas, después ella solita me puñeteaba la
verga, cuando empezó a salir el liquido pre seminal, le pregunte si quería
probarlo, ella sin decir nada, saco su lengua y pasándola por la punta de mi
pene, recogió el liquido, se sentó a un lado mío, con las piernas abiertas y
degustando el liquido pre seminal me dijo: esta saladito papi, que es? Le
explique que cuando un hombre se calienta, ese liquido se volvía mas espeso,
hasta convertirse en "lechita" pero para que saliera, tenia que darle muchos
besos a mi verga, ella solo sonrió y abriendo su boca suavemente comenzó a
tragarse la cabeza de mi miembro, al sentir sus labios calientes, creí que iba a
explotar de tanta excitación que sentía, pero trate de controlarme, pero lo que
me ayudo, fue que ella sin querer rozo con sus dientes mi glande y haciéndome
exclamar un grito de dolor. Ella asustada me pregunto que si me había dañado, le
conteste que si, que no debía de usar sus dientes, tomando su manita le comencé
a chupar un dedo, explicándole que ella, así lo tenia que hacer, cuando creyó
haber entendido, volvió a mamarme la punta del pene, le dije que tratara de
meter lo mas que pudiera, pero como aun estaba muy chiquita, mi bebita solo pudo
llegar a la mitad del tronco.
Tomándola de las piernas le dije que se pusiera encima de mi, para poder hacer
un "69" ella puso sus piernitas a la altura de mi cabeza y tomándola de sus
nalguitas, acerque su panchita a mi boca, al sentirme ella apretó mi pene con
su manita, le dije que siguiera mamando el pito de papá, ella volvió a
introducir mi miembro en la boca, muestras que yo trataba de meterle lo mas que
podía mi lengua en su hoyito vaginal, después de unos tres minutos, me fue
imposible, aguantar mas y le dije: "mi niña, ya esta por salir la lechita de
papá, quiero pedirte que te la tomes y trates de no desperdiciar gota alguna"
ella como pudo dijo que si, ya que tenia mas de media verga mía enterrada en su
boquita, tomando su cabecita entre mis manos, deje solo el glande de mi miembro
en su boca, comenzando a soltar chorros de semen en su boca, ella trataba de
tragar todo lo que salía de mi pene, pero fue imposible, cuando termino mi
eyaculación, ella aun tenia mi verga en su boca, así que haciéndola rodar a su
lado derecho, me enderece aun con mi verga erecta y pude ver que tenia bastante
semen en su labio superior y una gota le escurría en la nariz, ella al verme
sonrió y me pregunto: papi, te gusto como me comí toda tu lechita? Le conteste
que había sido algo maravilloso, que la amaba y que era mi niña consentida. Le
pregunte si le había gustado la leche de papá, ella me contesto que tenia un
sabor muy raro, pero que no le era desagradable. Le advertí que era un secreto
entre los dos, ya que ni sus hermanitas ni su mamita, deberían de saber lo que
habíamos hecho, porque si no, a mi me iba a ir muy mal. Ella me dijo que no me
preocupara, que le había gustado mucho lo que habíamos hecho y que por nada del
mundo quería que fuera la única vez que lo hacíamos, me pregunto si lo podíamos
volver a hacer, pero le dije que ya estaban por venir sus hermana, si quería, le
podría comer otra vez su panchita y que en la noche podríamos seguir jugando,
cuando sus hermanitas estuvieran dormidas. Ella sonriendo me beso y abrió sus
piernitas para que le volviera a hacer el sexo oral. Después de que se vino dos
o tres veces, nos quedamos dormidos hasta que tocaron la puerta de la casa.
Continuara.