Mis inocentes sobrinitas (1)
participan: un hombre, una adolescente de 15 años
oral.
ESPERO QUE LES GUSTE SOLO SOY UN FANATICO MAS DE ESTAS HISTORIAS HABER QUIEN
CONSIGUE LA SAGA DE SIN QUERER QUERIENDO Y LA POSTEA
Fue hace mucho tiempo que Julia mi hermana la menor se casó con un cultivador de
café de La Sierra y se fue a vivir con él a la finca que manejaba, es un hombre
algo retraído, conservador de tradiciones y costumbres rurales, pero muy
trabajador y mantenía a duras penas a mi hermana y sus dos hijas Mariela de 17
años y Sonia de 15 años dos lindas chiquillas inquietas hasta donde las
recordaba y cuando de soltero las visitaba las colmaba de regalos y gustosamente
me dedicaba a instruirlas en lo básico, pero por mi matrimonio y el trabajo las
tenia prácticamente abandonadas.
Tenia tantos años sin ver a mi hermana que le dije a Laura mi esposa
“ Negra, te gustaría un viaje a La Sierra para cambiar de clima y visitar a
Julia que hace más de 6 años que la veo”.
El viaje de 5 horas por una carretera ascendente nos llevó hasta la fría región
donde mi cuñado tiene su pequeña finca algo alejada de la población más cercana,
cuando llegamos fuimos recibidos por la familia que alegre desempacaron los
regalos que llevamos, ropa sobre todo, lo que se fueron bien recibidos, porque
se notaba la difícil situación que pasaban.
Julia, que de joven era una belleza con su pelo negro y sus lindos ojos ahora a
sus 37 años se veía decaída, José su marido también se le notaba el peso de la
situación, mis sobrinas campesinas habían crecido, Mariela era el retrato joven
de su madre, con su cabellera negra abundante, su cutis de su cara blanca, con
cejas abundantes y bien delineadas, medianamente alta pero por estar tan
cubierta de ropaje no podía apreciar su cuerpo, se veía algo tímida y estaba
Sonia, una alegre y espontánea chiquilla parecida a su hermana, delgada pero con
senos muy grandes para su edad, parecida en lo físico pero distinta en el
temperamento y que desde que llegué no hizo otra cosa que sentarse en mis
piernas y llenar de besos a su tío en agradecimiento por el oso de peluche que
le regalé, al principio me incomodaba algo pero en algún momento me empezó a
gustar su contacto por que se sentaba en uno de mis muslos con las piernas
abiertas y sentía su vulva.
Esa mañana me había colocado unas pantaloneta de fútbol y estaba sentado leyendo
en un banco en la parte de atrás de la casa mientras mi mujer y mi hermana
estaban en la cocina, mi sobrinita como de costumbre buscó mi compañía y tenia
puesta una falda que le quedaba algo corta y se puso a conversar conmigo
sentándose enfrente con las piernas cruzadas por lo que, en algún momento pude
ver de reojo sus pantaletas, seguimos charlando y de pronto levantó una pierna
con lo que ahora si pude ver claramente sus calzones y por lado se salían
algunos vellos negros, lo que animó a decirle,
“ven siéntante en mis piernas”,
sin hacer malicia le ofrecí mi muslo descubierto pero cuando se iba a sentar
abrí su falda para que lo hiciera dé modo que se colocara a horcajadas y sentí
sus pantis sobre mi muslo, seguimos hablando de sus cosas mientras acomodaba el
muslo para que quedara más en contacto con su vulva, al rato ya podía sentir sus
vellos sobre mi piel, entonces yo digo,
“Sonia, algo me hace cosquillas en el muslo, que es?”,
Sonia levantó su falda y miró y dijo “es que se me corren estos pantis que están
muy viejos, míralos!”
Y levanto la falda permitiéndome ver que el elástico de los calzones había
perdido la presión y un lado de su chocho muy peludo estaba expuesto con todos
sus vellos sobre mi muslo, tranquilamente bajé mi mano abrí completamente la
boca de las pantaletas y acariciando su matorral de pelos le dije,
“En la próxima visita te traeré unos nuevos y bonitos”,
Ella sonrió y dándome un sonoro beso dijo, “Gracias eres el mejor tío”.
En ese momento mi verga totalmente parada estaba a centímetros de quedar
descubierta saliéndose de la pantaloneta, Sonia bajó su falda sin darle mayor
importancia que su tío acababa de verle el coño, siguió conversando mientras yo
seguía sintiendo sus peludos labios sobre mi piel, se me ocurrió decirle,
”Sonia súbete mas a mi pierna para que no se encalambre"
Y lo hizo tan arriba que su movimiento descubrió la cabeza de la verga y quedó
su vulva sobre mi verga parada tapada solo por la falda, pensé que se iba a
asustar y parar, pero aceptó el contacto con el pene no se si por ignorancia o
por suprema confianza en su tío, con el glande percibía los vellos de su chucha.
Me quede quieto con una arrechera que amenazaba con derramarme. Seguimos
conversando como si nada, mientras sentía como Sonia se acomodó sobre mi picha y
la cabeza palpitaba sobre sus labios ya húmedos, no entendía si no se daba
cuenta por su infantil ignorancia rural o porque le gustaba y no encontraba
malicia en tener glande de su tío entre los pelos de su chucha, descuidadamente
con la mano subí más mi pantaloneta que quedo toda destapada y yo hale hacia mí
a Sonia, la picha se deslizo entre los labios húmedos y ella comenzó a buscar la
cabeza con su hueco, la cabeza entró en su cálida gruta y sentía como la cabeza
quedaba dentro de la vulva, ella me miraba pero solo reía pícaramente, mientras
se movía cadenciosamente sobre el glande, mi leche estaba por salir. Desde
dentro de casa se oyó he llamado de mi hermana a Sonia quien rápidamente se
paró, dejando al descubierto el trozo de verga que erguida salía de la
pantaloneta, ella miró la roja cabeza de mi pene y con pícaros ojos me dijo,
“ Me tengo que ir, pero después me dejaras sentarme nuevamente en tus piernas,
cierto tío?”.
Salió a atender el llamado de su madre, yo con mi verga al aire la froté y olí
mi mano que tenia esa suave fragancia de vulva joven.
En la tarde dejé a mi esposa con mi hermana y salí a caminar solo, cuando en un
recodo del camino me encuentro con mi sobrina menor Sonia, que venia del pueblo
vecino y me dice,
” Hola tío como está, conociendo la finca?, Venga y le muestro la cascada”,
tomamos un sendero apartado y al rato llegamos al sitio, de verdad era lindo y
terminaba en un pozo cristalino, por lo que dije,
“Dan ganas de bañarse!”,
A lo que respondió mi sobrinita “ pues hágalo”,
a lo que respondí “ pero no tengo vestido de baño”,
Ella respondió “Bueno le digo un secreto, esto es muy solitario yo me he bañado
sin ropa y por aquí no viene nadie”,
Le dije “ Si, pero me da pena por que estas aquí”
Me dice “tranquilo que yo no le cuento a nadie que vi bañándose a mi tío
favorito, y yo te doy la espalda para que te entres al agua”.
Lo pensé un momento y me pareció excitante bañarme desnudo delante de mi
sobrina.
Le dije ”voltéate y no mires”,
Comencé a desnudarme de pie apoyando una mano en la espalda de Sonia en eso
cuando me estoy bajando los pantaloncillos, Sonia se voltea y me dice,
"dame la ropa tío yo la cargo para que no se ensucie”,
Quedé asombrado con la naturalidad con que lo dijo y mirándome me empezó a
revisar de arriba abajo, sesgadamente miró mi verga algo alargada y decidí
exhibirme delante de ella,
“Bueno ya me viste para que me oculto, cierto”.
Me quede de frente delante de ella sin ningún pudor, que me observaba sin
aspavientos, lo que me arrechó y ella veía como se iba templando lentamente la
picha y descubriendo el rojo glande, cuando estuvo bien parada entré al agua que
me daba a la cintura, Sonia me miraba la verga con curiosidad mientas me bañaba,
y le digo,
“por que no vienes y te bañas conmigo, quítate esa ropa y ven”.
Con toda tranquilidad me dice “listo me desnudo pero es nuestro secreto, Ok”,
Empezó a desabotonarse la camisa manga larga que llevaba y se la quitó y como en
la zona a esa edad no usan brasier sus senos que me habían parecido grandes
confirmaron mis sospechas, dos tetas divinas y paradas emergieron (talla 34B,
pensé) y mi verga empezó a palpitar y note que no se depilaba las axilas porque
un mechón de pelos le adornaba bajo el brazo, cuando se quitó la falda estaba de
espaldas, y vi que usaba unos interiores nada sexis de tela corriente, pero
cuando se los bajó la vista fue excepcional, unas nalguitas paradas y duras y
cuando se agachó me pareció que la raja del culo estaba con vellos, al girar
quedó de frente y pude apreciar un velludisimo coño que venia hacia mí con dos
tetas erguidas con sus rosados pezones paraditos, pensé que estaba en el Paraíso
Terrenal.
Tratando de seguir siendo un tío y dándole naturalidad a la situación comeré a
lazarle agua iniciando un juego, si embargo mi picha seguía erguida. Porque un
hombre de 38 años por muy tío que sea, no se baña con una niña de 15 así sea su
sobrina y que además parezca muy natural, sin embargo traté de quitarle malicia
al momento continuando el juego, ella me agarró las manos y entonces traté de
sumergirla y para evitarlo se pegó a mí sintiendo sus duros senos sobre mi pecho
y la punta de la verga tocó su peludo monte. En el juego me empujó, yo caí de
espaldas riéndome y me quede así con mi verga en ristre, y ella para evitar que
me levantara y le siguiera lanzando agua se me fue encima y se le ocurrió
sentarse en mi pecho con las piernas abiertas y sus rodillas al lado de mi cara,
sentí sus pelos en mis tetillas y cuando vi su chocho a 15 cm de mi cara fue que
lo aprecie bien, un poblado Monte de Venus con vellos negros brillantes y unos
labios densamente poblados y que encima del inicio de la raja se enroscaban
semejando a un rizo, las hebras largas como de 4 cm caían mojadas y su peludo
triángulo se extendía hacia los costados de las piernas. Ella se reía de mi
indefensión en ese momento en el juego la hale inconscientemente hacia mi cara y
su mota de vellos llegó hasta mi boca, por reflejo en un instante saqué la
lengua y probé el sabor de su cocho y el ácido olor de su vulva me invadió, el
olor a orina joven. Se impresionó algo al sentir mi lengua en su raja ya que
quedo sentada sobre mi boca unos segundos y los vellos entraron en mi boca
cuando chupé y se levantó diciendo,
“Que pena tío te puse mi chocho en la boca y apenas me lo he lavado”, Conteste-
“ pero si sabe y hule rico”,
A lo que respondió Sonia “ De verdad? Yo pensé que olía mal”.
“Bueno déjame y lo huelo de nuevo porque me gustó” me agache y metí mi nariz
entre sus velludos labios y aspiré su aroma,
“ No huele nada mal. Ahora te le voy a probar, sube tu pierna en mi hombro”,
Su vulva se abrió y empecé a apartar sus largos pelos con la lengua y toque su
clítoris, sentí su estremecimiento y seguí hasta el hueco de su vulva, ya un
jugo ácido descendía y lo sorbí,
“Está delicioso”, le dije parándome
Ella fijo su vista en el trozo de carne erguido que tenia enfrente y dice
-“Tío yo quiero saber como huele y sabe la cosa de los hombres, puedo hacerlo
con la tuya?”,
- “Claro, puedes chuparla” le dije,
Agachándose tomó mi verga con una mano comenzó a olérmela y con la otra mano
siguió cogiendo y oliéndome los huevos, unas gotas de semen comenzaron a
aparecer en la punta de la verga,
“¿puedo probar ahora a que saben?”,- “Claro puedes chupar, si quieres” le dije,
Sacó su lengua y saboreó las gotas que salían y comenzó chuparme el glande, que
deliciosa sensación de ver a mi sobrinita mamándome la punta de la picha, yo
empecé a meter lentamente el tronco restante en su boca y lo fue recibiendo casi
todo, chupaba suavemente y recogía la piel de la verga tomando el ritmo de mis
caderas, agarró mis nalgas e inicie el bombeo dentro de su pequeña pero cálida
boca, cuando estaba por venirme se la saqué y ella me dice,
“tengo ganas de sentir tu cosa en mi rajita”, me levante y me senté en una gran
piedra
,”¿quieres que la meta en tu cueva?”, Y respondió “como tu quieras, tío”,
Pensé en penetrarla, desvirgar y sentir su chucha peluda tragándose mi palo,
pero me arrepentí y abrí sus piernas y la senté a horcajadas sobre mi parada
verga de modo separé sus hebras negras de modo que solo la sobara en la raja
sobre el clítoris sin penetrarla, el contacto de la verga con su raja fue
impactante y ella espontáneamente inició un frotamiento lento sobre mi picha
suavizado por la cantidad de jugo que soltaba, miré sus labios vaginales estos
estaban abiertos y los largos pelos empapados me cubrían y se enrollaban en la
verga de la que solo aparecer parte de la cabeza, y teniendo su cara joven tan
cerca la bese suavemente en los labios y eso le encendió su juvenil pasión, e
iniciamos un torpe pero intenso intercambio de lenguas, aumentando ella la
presión de su vulva sobre mi palo y al sentir la inminencia del orgasmo arreció
el frotamiento, yo lo noté y la agarre por las nalgas y aceleré el movimiento de
mi picha contra su clítoris, me apretó y empezó a morder mi hombro la oí jadear
y gritó hasta desfallecer,
” Tío..Tío!….Tío lindo!…. Había tenido su orgasmo;
Esto me excitó al máximo y un chorro de leche inundó su peludo coño con los
coágulos de semen espeso que baño hasta su ombligo, ella puso su mano en mi
glande y el próximo chorro le cayo en su palma, lo observo y lo llevó a su boca
sorbiéndolo y tragándolo,
” Ahora si sé a que sabes tío y me gustó, espero que lo repitamos pero bien
adentro de mi cosita”.
Ya caía la tarde y el frío, nos vestimos y nos besamos, como cómplices
regresamos a la casa cada uno por su lado.
A la hora de la cena dos comensales ya habían calmado su apetito solo los
alegres ojos de Sonia, me recordaban que los tíos deben ayudar en la educación
familiar.