Waiting on Elle

Traducido por Pardot.

Historia original de http://www1.asstr.org/~Dakotas_Prince/elle_01.html

 

Participantes: un hombre una niña de 9 años.
Oral

Ya estaba cansado de mis 21 años. Me había mudado a los ángeles, al lado de una escuela segundaria y pase los últimos tres años limpiando mesas y vigilando los autos de celebridades esperando alguna propina.
Como trabajaba en lugares de clase alta, no me sorprendí cuando vi entrar a elle fanning con su abuela.

A pesar de la poca sorpresa por verla, mis dientes apretaron mi lengua. ¡Era la cosa más hermosa de dos piernas que había visto! Llevaba una magnifica chaqueta azul y top rosa. Pantalones blancos hasta la rodilla y el mari jane.

Su piel de porcelana era tan fina, podía ver ligeras huellas de sus venas a través de ella. Era magnifico. Era tan suave y dulce.

Cuando con una sonrisa en mi rostro y una toalla en mi brazo la salude, Elle me respondió con la clásica sonrisa de las princesas fanning. Mi corazón se derritió al instante. Supe que tenía que darle a esta niña el momento de su vida.

La senté en el mejor lugar del restaurante, al lado del gran acuario tropical. Sonrió a los peses y me dio las gracias cuando jalé su silla para darle lugar.

Durante la noche, como atendía su mesa, Elle no dejó de coquetearme. Yo solo me encogí de hombros tratando de ser solo un tipo amigable. Desde el otro lado del acuario y frente a mí, juguetona, dejaba caer las cosas para que se las recoja.
Llego en algún momento a molestarme, pero cuando se retiraron encontré una nota.

“Plaza Suites Inn, cuarto 247.  Media noche.  – Elle” dibujó un pequeño corazón debajo de su nombre. Guarde esta nota como un dulce regalo y sonreí.

Toda aquella noche de trabajo fue una tortura. Empecé a pensar en que tal vez se trataba de una broma de mal gusto o una operación en cubierta. Pero no pude evitarlo.
Tenía que ir, aunque se tratase solo de una remota posibilidad de algo real.

Más tarde, aquella noche llame a la puerta 247 y para mi sorpresa y extremo alivio Elle me recibió y me invitó a pasar. Me sirvió un dulce te y me senté a sorberlo en el sofá de aquella suite.

-estoy muy contenta de que hallas venido. –dijo en voz baja Elle. Sonriendo se sentó a mi lado.
Entonces sin previo aviso estiro su delgado cuello y deposito un pequeño beso en mis mejillas.
Me removí un poco incomodo en el sofá.

-Elle, espera…

-está bien, la abuela está en la otra habitación, en la de al lado. Estamos aquí esta noche porque están pintando mi evitación. Estamos solos toda la noche. –dijo esto último acompañando sus palabras con un guiño de sus ojos y un beso en mis labios.

Con suavidad la aparte de mí.

-¿Elle… no crees que no debemos hacer esto? Soltó una traviesa risita.
-¡vamos! Si no quisieras no estarías esta noche aquí. Anda y vamos a divertirnos un poco.

Sentándose en mi regazo a caballo, con las piernas abiertas, acercó sus labios a los míos y volví a sentir su cálida respiración en mi rostro.
Mientras besaba mis labios desabrocho mi camisa. Gemí.
Mis manos empezaron a vagar por su cuerpo, recorrí su espalda de arriba abajo mientras ella se prendía apasionadamente de mis labios deslizando su lengua en mi boca. Nuestras lenguas juguetearon y noté que estaba dando sus primeros pasos en estos escenarios y sonreí.

-eres tan linda y dulce. –ella me sonrió a su vez y la atraje hacia mí. Puso sus manos en mi pecho, recorriéndolo a través de mis bellos. Trazó algunos dibujos en mi torso retrocediendo un poco para contemplarme. Mis manos descansaban en sus caderas.
Observe aquel rostro tan perfecto mientras sus labios dibujaban una sensual sonrisa mostrando unos blancos dientes.

-¡estas tan buena! Enrojeció ante este cumplido. Era obvia su belleza pero al parecer nadie se había atrevido a decírselo.

- me alegro que te guste. –dijo mientras acercándose a mi pecho empezó a besarme.

Sus labios recorrieron mi pecho, mis tetillas. Mi pene ya se hacía sentir en mi pantalón. Y ella también lo sintió pues empezó a frotar su conchita contra mí.

Mis manos acariciaban sus piernas, sus muslos, subiendo cada vez más.
Deslice mis manos por debajo de su falda y tomé sus nalgas y levantándome la deposite en el sofá y me lance hacia sus labios para perderme en un cálido beso apasionado.
Baje mis labios a su cuello, mientras ella daba gemidos de aprobación.
Bese su cuerpo sobre la ropa. Agachándome quite sus zapatos y bese sus pies, subiendo por sus piernas. Ella sonreía. Experimentando en su pequeño cuerpo de 9 años nuevas sensaciones. Pude ver sus bragas rosadas de hello kitty desde allí, y estaban definitivamente mojadas.

Lamí la planta de sus pies, lenta y pausadamente al principio, digiriendo el sabor de esta princesa en miniatura, para luego con más vigor devorar su piel. Pasé la lengua por toda la planta de su piel. Era una piel fina, lisa, dulce. Uno a uno chupé sus dedos por un rato antes de cambiar al otro. Ella reía retorciéndose, clara mente lo estaba disfrutando.
Volví a subir por sus tobillos. Por sus rodillas. Las mordí, absorbí, pero esta vez no me detuve y subí hasta llegar a sus bragas y deposite un beso en el dibujo de kitty.

Suspirando empezó a removerse en el sofá. Alzando contra mí voluntad la vista, la vi con los ojos cerrados y el rostro enrojecido por el calor que ya le generaban a su cuerpo estas sensaciones.
Regresé a sus bragas y abriendo la boca comencé a chupar su coño dulce de bebé atreves de la tela.  Ella respondió rápidamente y movía su cadera hacia mis labios, presionando con sus piernas en mis orejas, gimiendo con más fuerza. Arqueo su espalda y sentí en mis labios como la humedad de sus bragas aumentaba. Bebí todos sus jugos como si mi vida dependiera de aquello.

La dejé un rato tranquila mientras observaba como se recuperaba disminuyendo el ritmo de su respiración, luego subí hasta sus labios y la besé.

-te quiero. –me dijo-. Déjame ahora utilizar mis labios. He oído como se hace a la gente del set.

Me ayudo con la ropa, mientras reía ruborizada por el hombro denudo que estaba por ver. Aunque aún el instinto de niña la hacía enrojecer, era cada vez más invisible su pudor.

Finalmente vio mi miembro frente a ella. Lo analizó durante un minuto y finalmente sonrió.

-me gusta. –dijo en voz baja.

Alargó su pequeña mano y la rodeó con sus dedos. Jadeé con el contacto de su piel, mientras la miraba a los ojos.

-ahora ponlo entre tus labios, trátalo como si de un chupete se tratara. Lámelo, engúllelo, absórbelo. Sin embargo ten cuidado, no uses los dientes.

De forma natural abrió su boca y comenzó a darle ligeros chupetones. Gemí, y ella le dio un sorbo más fuerte. Me alegro de tener cierto control sobre mí, sino le habría disparado allí mismo.
Saco el miembro por un momento de sus labios para darle lametones de arriba abajo, trazando círculos alrededor del eje. Luego puso su lengua en la punta de la cabeza y empezó a juguetear mientras me observaba. Yo le sonreía.

-juega con esto. – Cogí su pequeña mano y la puse en mis bolas-. Pero no seas brusca, tócalo con suavidad o me harás daño.

Apretaba mis bolas al mismo tiempo que absorbía y lamia mi pene dentro de su boca.

-¡hay voy Elle, hay voy mi amor! ¿Lo quieres en tu boca o en tu cara?

Ella retiró mi pene de su boca justo a tiempo para recibir carga tras carga en su rostro cubriéndolo de líquido blanco.

Volvió a depositar mi miembro entre sus labios, lamiendo y sorbiendo hasta que este empezó a empequeñecerse.

-¡nunca te has visto tan sexy Elle!

Ella lanzó una sonrisa mientras mi pene abandonaba sus labios.

-¡eres un muchachito muy sucio, así que vamos a lavarnos!

Cogiéndome de las manos me llevó al baño y abrió la ducha. En ese momento escuche la puerta abrir.

-qué diablos es todo ese alboroto, ¡Elle! ¡Estoy tratando de dormir!

Girándome observe vistiendo apenas unas bragas a… ¡Dakota frotándose los ojos!

-no te lo había dicho, -dijo la pequeña Elle-. ¡Están también pintando el cuarto de kota!