Mis tres ángeles 2
Participantes: un hombre. una niña de 8 años
Oral, Anal.
En el relato anterior, después de haber "comido" la panochita de mi hija
Angélica (la mayor de 8 añitos), tocaron la puerta y sin muchas ganas, tuve que
ir a abrir, eran mis otras dos bebecitas, Clarita y Rita, que venían de jugar.
Les pregunte que como les había ido y muy contentas me respondieron que se
habían divertido mucho, preguntaron por su hermana mayor y corrieron a buscarla.
Afortunadamente Angeliquita ya estaba vestida, viendo la televisión en mi
recamara, sus hermanitas se acostaron con ella y yo que quede en la sala,
pensando la suerte que tenia, al haber podido iniciar a mis niña en los juegos
sexuales.
Ya entrada la noche, cenamos y escuchamos música hasta que las tres niñas
dijeron que tenían sueño y se querían acostar, se fueron a cambiar de ropa y en
eso timbro el teléfono, conteste y era mi esposa, que inquieta me preguntaba
como me había ido en mi primer día con las niñas. Le conteste que bien, que no
daban problemas y que ya estaban por acostarse, llame a mis bebas para que
hablaran con su mamá y después de despedirnos, se fueron a dormir.
Me bañe para disponerme a dormir y como veía que Angélica no venia a mi
recamara, pensé que ya estaría dormida y me acosté, para descansar. Estaba
quedándome dormido, cuando sentí una mirada que me inquieto y abrí los ojos,
angélica estaba parada a un costado de la cama, observándome detenidamente, solo
tenia puesta una camiseta y sus pantaletitas. Le comente que me había asustado y
ella sonriendo me contesto que solo estaba esperando a que sus hermanitas
estuvieran dormida, para poder seguir "jugando" como en la tarde.
Hice a un lado las sabanas, invitándola a acostarse, ella se acomodo del lado
izquierdo de la cama y abrazándome me dijo: Papi, quiero que me "comas" mi
panochita como en la tarde. Solo la bese y de inmediato ella correspondió a mis
besos, pero se notaba que estaba ansiosa de gozar, así que sin perder el tiempo
le pregunte que si había puesto seguro a la puerta y ella se levanto para
colocarlo. Le pedí que prendiera la luz y que por favor se desnudara, sonriendo
se quito si camiseta y lentamente deslizo sus calzoncitos. Cuando se estaba
acomodando en la cama, le dije que colocara sus pies a los lados de mi cabeza y
que poco a poco se fuera inclinando, para que quedara sentada en mi cara, con su
vaginita directamente en mi cara. Al hacerlo, vi cono su panochita se abría un
poco, dejándome ver lo rosadito de su interior, cuando al fin sentí sus pequeños
labios vaginales en mis labios, comencé a deslizar mi lengua por toda su rayita,
hasta llegar a su pequeño anito, al sentir mi lengua, se estremeció y me dijo
que sentí muy rico, acariciando sus nalguitas, seguí mamando su conchita hasta
que comenzó a respirar agitadamente, llenando mis labios con su néctar tan
delicioso, se sostuvo con sus manos de la cabecera de la cama, porque se le
habían ido sus fuerzas, por el orgasmo sentido.
La tome de su espalda y la recosté en la cama, ella estaba como desmadejada y
dándole besos tiernos, le pregunte si le había gustado la forma en como le mame
su panochita. Ella sonriendo, me dijo que había sentido mas placer que en la
tarde, que cada vez que le comía su vaginita, sentía mas rico. Cuando se repuso,
me pregunto si quería que ella me comiera mi pito. Escuchar esta palabra salir
de sus labios, no podía creer, que mi pequeña nenita, tuviera el poder de
excitarme solo con sus palabras.
Acostado como estaba, ella se recostó, quedando su cara en mis muslos y tomando
mi miembro con su manita, comenzó a acariciarlo, lo observaba detenidamente y
besaba la cabecita, sacando su lengua comenzó a recorrer mi verga y con su otra
manita, acariciaba mis testículos. Mi excitación era grande y le suplique que
por favor, ya se lo metiera en su boquita, ella sonriendo lo introdujo y comenzó
a succionar, trataba de metérselo lo mas que podía, pero, solo llegaba a la
mitad, así siguió por unos 10 minutos, hasta que me fue imposible contenerme y
comencé a eyacular en su boquita, no le avise y la tome desprevenida, pero no
hizo intento alguno por separarse de la verga de su papá.
Mis espasmos fueron disminuyendo y ella continuaba succionando, bebiendo todo el
semen que salía, hasta que me dejo limpio, sin resto alguno. La tome en mis
brazos y la bese ardientemente, agradeciéndole lo rico que me había hecho
sentir. Aun pude percibir que en sus labios había un poco de semen y aun así,
seguimos jugando con nuestras lenguas. Yo estaba cansado, ya que dos
eyaculaciones en un rato, cansan a cualquier personal considerada como "normal"
ella me abrazo y le dije que si nos dormíamos un ratito, mi niña puso cara de
frustración y le pregunte por que hacia pucheros. Me contesto que quería seguir
"jugando" otro rato, le explique que cuando un hombre "vacía" su leche, quedaba
cansado y que tenia que reposar para poder seguir gozando.
No muy contenta, me dijo que estaba bien, pero que solo dormiríamos un rato
porque no quería desperdiciar el tiempo descansando, la abrace y puse su espalda
en mi pecho, quedando mi miembro en medio de sus nalguitas, le bese el cuello y
quise dormirme. Pero al sentir el calor de su cuerpo y principalmente el
calorcito que manaba de sus nalguitas, mi miembro comenzó a erectarse otra vez,
ella volteo su carita hacia mi y me pregunto: no que nos íbamos a dormir?
Besando su cuello, le explique que ella era la causante de que mi pene estuviera
duro otra vez, alegremente me pregunto: entonces vamos a seguir jugando? Le
conteste que si, pero que ahora quería enseñarle otras cositas. Ella solo
contesto: quiero que me enseñes todo lo que sabes y haces con mi mamita.
Seguí besando su cuello, pasando por sus mejillas, mordiendo delicadamente sus
orejitas y mi pene quedo aplastado en su nalguita derecha, le dije que si iba a
hacer todo lo que de dijera, ella contesto: todo lo que quieras papi. Sentir sus
nalguitas me excito demasiado y sin dejar de besarla, con mis dedos puse
bastante saliva en la cabeza de mi pene, pidiéndole a mi niña que separa sus
nalguitas con sus manos. Al hacerlo comencé a deslizar mi miembro desde su anito
a su pequeña vaginita, pero como estaba muy seca, volvía a poner saliva en mi
glande. Podía sentir el calorcito de su ano y usando mi mano, guiaba mi miembro,
a todo lo largo de la separación de sus nalguitas.
En un momento dado, no pude aguantar mas y colocando la cabeza de mi pene en su
culito, hice un poco de presión, ella echaba mas sus nalguitas hacia atrás y
también las separaba. Le comente que si quería que tratáramos de que entrara en
su colita, ella dijo que si, pero le avise que tal vez podría dolerle un poco,
que me dijera cuando sintiera alguna molestia, consiente de que tal vez le
dolería, ella dijo que quería saber que se sentía tener el miembro de su papito
dentro de ella. Poniendo un poco mas de saliva en mi verga, la tome con mi mano
y comencé a hacer presión en su anito, al principio no trataba de meterlo, solo
quería que ella lo sintiera.
mi mano solo sostenía mi miembro y se podría decir que "picoteaba" un poco el
anito de mi niña, ella separaba mas sus nalguitas y las levantaba un poco. La
cabeza de mi pene podía sentir como poco a poco el anito de mi bebita, se iba
aflojando, solo entraba un cuarto del glande, posteriormente, podía sentir como
se abría un poco mas y con movimientos de mi cadera, iba entrando mas y mas,
hasta que al sentir como la cabeza de mi pene se introducía en ella, mi niña se
quejo, soltando sus nalguitas, apretando su anito, como queriendo degollar mi
glande. Deje de empujar y besando su cuellito, le pregunte si le había dolido,
ella me contesto que si y mucho, que no me moviera porque le causaba dolor y
ganas de ir al baño. Quedamos en esa posición como unos tres minutos, sentía que
me apretaba demasiado y comenzaba a dolerme el miembro, tome un poco mas de
saliva con mis dedos y la esparcí a lo largo de mi tronco y en el pequeño anito
de mi hija.
Podía sentir el borde de su esfínter haciendo presión a mi pene, pero después de
unos instantes de haber puesto salivita en su colita, sentí como aflojo un poco
y suavemente trate de introducirme un poco mas. Ella volvió a quejarse, pero no
hacia intento de sacarme de ella, me dijo, que espera otro poco. Le dije que
mejor, ella tratara empujar hacia atrás, para que fuera regulando la entrada,
así que pasando mis manos por su pecho plano, comencé a acariciar sus pezoncitos
y a besarle el cuello, le decía lo rico que sentí mi miembro el estar en ella,
con estas caricias, su piel su puso chinita y tomando sus nalguitas con sus
manos, las separo y comenzó a empujar hacia atrás, mi pene sintió como su anito
se rompía y la mitad de mi pene se alojo en ella, mi niña solo suspiraba y
volvía a empujar sus nalguitas hacia mí, ver su espalda, sus nalguitas abiertas
y separadas con sus manitas, fue muy excitante para mi y no pudiéndome contener,
descargue toda mi leche llenando los intestinos de mi niña, fue un orgasmo
delicioso, pero a pesar de mi "venida" mi miembro no perdió su dureza a causa de
la excitación que yo sentía. Mi semen, sirvió para calmar el ardor que mi bebita
sentía en su colita y sirvió como lubricante, porque en el siguiente empujón,
todo mi pene estaba en ella. Bese mas ardientemente su cuello y tomándola de la
cintura, comencé a moverme en forma circular, ya con mi verga completamente
dentro de mi nenita.
Mi pequeña, comenzó a gemir, diciendo que sentía muy rico, pidiéndome que no
dejara de moverme, saque un poco mi pito y volvía a meterlo, cada vez mas
profundo, tomándola de la cintura, la coloque encima de mi quedando su espalda
en mi pecho y sus piernitas entre las mías, con mi mano derecha busque su
vaginita y empecé a acariciar su pequeño clítoris, estaba muy duro, parecía un
granito de frijol, por su tamaño que había alcanzado, al mismo tiempo que
empujaba mi cadera hacia arriba y hacia abajo. Ella abrió sus bracitos que dando
desfallecida sobre mi, con sus manitas agarraba las sabanas y las apretaba,
comenzando a gemir mas fuerte, diciéndome: papi, que rico¡ mételo mas¡ muévete
mas rápido¡ me orino papito lindo¡ pude sentir las contracciones de su anito y
como cerraba sus piernitas con mi dedo sobre su vaginita. Que rico siento papá¡
mas delicioso que en la tarde¡ ayyy¡ papi, todo, todo¡ hasta dentro¡ se
desvaneció y suspendí mis movientes, dejando que ella gozara.
A pesar de haber vaciado mi semen en mi nenita por tres ocasiones (dos en
boquita y una en su colita) aun estaba duro mi pene y con ganas de descargar
otra ración de leche pata mi bebé. Así que dejándola descansar y si sacar mi
pene de su anito, continúe acariciando su cuerpecito. Le pregunte si quería
cambiar de posición y ella, me dijo que si, que como quería que se pusiera. Le
dije que se arrodillara en la cama, soriendo me pregunto: como los perritos? Si
mi niña, como los perritos. para cambiar de posición, se levanto y quedo sentada
sobre mi, aun hizo movimientos con su cintura y yo podía sentir que mi verga
topaba con su intestino. Cuando se levanto, mi pito, salió de su colita,
quedando sobre mi muslo izquierdo, y como la tenia de frente, pude ver, como mi
semen escurría desde su anito, hasta empezar a chorrearle por las piernas.
Cuando se arrodillo, pude ver que la colita de mi niña, estaba muy abierta, se
veía un boquete y me agache a observar mejor, vi que su interior estaba rojizo
(ya que mi nenita tenia su culito de color cremita, colocándome de pie en la
orilla de la cama, le dije que ella sola se lo metiera, se acomodo y sin meter
las manos, sus nalguitas buscaban mi pene, yo me agache un poco y ella solita,
al sentir mi pene cerca de su ano, comenzó a empujar hacia atrás, por mas que
intentaba, no podía meterse todo mi pene, porque tenia molestia, pero yo tampoco
trataba de empujar, ya que era muy excitante, ver y sentir como mi nenita
trataba de meterse mi pene.
Mi piernas me temblaban por la excitación y el esfuerzo realidad, así que
haciéndome hacia atrás me arrodille, besando sus nalguitas, después amontonando
las almohadas en la cabecera, me recosté y le pedí a mi niña que se sentara
sobre mi. Colocado sus rodillas en cada lado de mi cadera, se sentó y mi pito
quedo entre sus labios vaginales, la bese ardientemente y ella correspondió con
la misma pasión. Tomando su carita entre mis manos y viéndola a los ojos, le
pregunte: bebita hermosa, no te lastime mucho? Ella sonriendo, me dijo que al
principio le ardía mucho, pero que con la lechita que le había echado, sintió
muy rico y que le gustaba sentirme dentro de ella, basándola en la cara, su
cuello y en sus orejitas, de dije que como yo aun no había terminado, si quería
que se lo metiera otra vez, no dijo nada y tomando con sus deditos mi pene,
levanto un poco sus caderas y colocándolo en la posición correcta, empujo
suavemente sus nalguitas hacia abajo, metiéndose mi verga muy despacio, el semen
que tenia en su anito, ayudo a que sin darnos cuenta, ya tenia todo mi miembro
dentro de ella.
Basando sus pequeños pezones y acariciando sus ricas nalguitas, le ayudaba a
subir y bajar, diciéndole cuanto la amaba y lo feliz que me hacia, ella me
respondía: a mi también me gusta sentirte dentro de mi, quiero que llenes mi
colita con tu lechita, le pedía que me apretara la verga con su anito y haciendo
un puño con la mano, le explicaba como hacerlo, al apretar mi mano, ella
entendió y comenzó a presionar con su anito mi pito, no aguante mucho y
besándola ardientemente, comencé la ultima eyaculación de la noche. No se de
donde me salía tanto semen, nunca en mi vida había tenido una relación sexual
con tanto aguante, solo sabia que mi niña me hacia feliz y le gustaba todo lo
que hacíamos. Cuando la ultima gota de mi semen, se deposito en ella, quedo
recostada sobre mi pecho, con una sonrisa de satisfacción en los labios. Nos
besamos tiernamente y aun teniendo mi pene dentro de ella, nos quedamos
dormidos, hasta el otro día, cuando fuimos despertados por mi hija Clarita. Pero
eso es otra historia.