0 comments/ 2004 views/ 0 favorites El Favorito By: Steelhummingbird EL: A la espera ... Sentado en un rincón. Su cara, sus facciones viriles se destacaban por la luz y la sombra. Bajando los ojos, esperó, sentado en una silla, mirando sus manos fuertes, siendo infinitamente paciente. Él murmuró el nombre de ella suavemente y esbozó una pequeña sonrisa. ELLA: Sus pasos eran rápidos y resonantes. Ella estaba apurada. Jadeaba debido a la prisa, sentía la adrenalina de tenerle a él de nuevo. Ella se humedece lujuriosamente sus labios pintados de rojo. EL: Su reflejo sobre el vidrio de la ventana, la oscuridad de la habitación. Él golpea rítmicamente el pie izquierdo sobre el suelo. Tratando de entretenerse. La palmas de sus manos están húmedas. Su piel se ponía de carne de gallina al más mínimo ruido, esperando por ella. Cuenta los minutos. Él esta tranquilo y espera obediente. ELLA: El ruido metálico de las llaves se hizo eco a través del pasillo. Delante de la puerta, ella agarra un poco de aire y coje el aroma de su propio perfume. Se muerde los labios, se ajusta el tirante de encaje del sujetador por encima del hombro y entra en la habitación. EL y ELLA: Él puede oírla. Ella se acerca, le pone una mano sobre su hombro, él no puede dejar de temblar. Sus ojos están cerrados. Ella susurra su nombre. -Sabes que tu eres mi favorito. Él gime. Sin abrir los ojos. Él vuelve a sonreír . Él puede oler el calor perfumado del cuerpo de su Ama. Ella lo agarra suavemente por la barbilla. Hablando sobre sus labios, ella lo mira a los ojos: "Permiso para hablar, esclavo". Abre los ojos, poco a poco. Mostrándole sus intensos ojos azules. - Yo soy lo que tú quieres que sea, mi Diosa. Ella camina en círculos a su alrededor. Ella agarra el cuello blanco de su camisa y le quita su corbata negra, despacio. Le desabrocha la camisa lentamente. Su collar de esclavo hecho de aluminio esta suspendido en su cuello viril y suave. Un candado en forma de corazón le devuelve a ella el reflejo de sus dilatadas pupilas marrones. Ella desliza sus manos vestidas con guantes de cuero negro sobre su pecho. El pone de forma automática sus manos en la parte posterior de la silla. - Hmmmmm ... Ella lo besa. - Mi favorito. Eres ... mi favorito ...! Ella coloca la aguja de su tacón alto por sobre su entrepierna y el gime en el dolor y de placer. Ella gira alrededor de el y le obliga a arrodillarse. Se sienta sobre su espalda y le da un toquecito con los pies en sus caderas. Paséame! El comienza a caminar llevándola a ella en la espalda por la habitación, después de el paseo, el se sienta en el piso esperando órdenes. Ella abre el bolso, le pone la máscara de cuero y le cubre el rostro. - ¿Te gustan las rosas rojas, cachorrito? - Sí, mi Diosa. Mucho. Son unas de tus flores favoritas. Las traje para que las disfrutes. Parándose en frente de él, ella toma las flores y esparce los pétalos de color rojo sobre las cobijas. Engancha la correa al collar y le encamina hacia la cama. El ya está desnudo y listo para ser inspeccionado. Él se sostiene de rodillas y manos. El tintineo metálico de las llaves que ella lleva en su pulsera proviene de su muñeca, una pulsera de plata bellamente diseñada. Su pene, una vez carnoso, potente y grande en todo su esplendor, ahora está siendo minimizado por el cinturón de castidad. Las bolas de su esclavo cuelgan bajo, cargadas con todo el semen que se ha acumulado en su interior. Sus testículos se rebajan aún más cuando su Dueña los envuelve alrededor de un anillo de goma de tortura. El culo del esclavo también se llenó de frío metal. Su sádica Ama no ha escatimado lo suficiente en sus esfuerzos o en su dinero, en hacerlo a él "su propiedad" hasta las ultimas consecuencias. Los dos únicos orificios disponibles para su esclavo para usar libremente son las fosas nasales, para respirar. Su boca está continuamente amordazada al antojo de ella. El orificio de su pene, ha sido obstruido por un sonda metálica de punta redonda y su ano ha sido invadido por un candado anal. Los brazaletes de plata en sus brazos y tobillos resuenan cuando su Ama le quita el candado anal. Este candado en forma de pera, de mecanismo casi medieval, estaba enterrado en lo más profundo de su carne. Un grito de dolor, el alivio y de terror se escapa de la boca del esclavo que nunca sabe lo que vendrá . Ella es impredecible, cruel y salvaje. Quieto pero aun temblando, lo que a él le espera es desconocido. El solo espera a que esta vez, el tormento no será tan largo, imparable, doloroso, aterrador, o al menos que a su favor su destino sea increíblemente placentero. El nunca sabe a que atenerse con ella. Él nunca sabe que es lo que ella tiene en mente. Lo único que el sabe hacer es entregarse. El es solo un objeto del placer sexual y sádico de ella. La sensación del látex frio contra su piel mas la textura resbalosa del lubricante, hicieron que el esclavo diera un salto. Una ola de intenso placer le recorrió el cuerpo entero cuando el dedo intruso de ella, se metió en su cavidad anal y presiono su próstata inflamada. No paso mucho rato hasta que un líquido color perlado empujo violentamente hacia afuera la sonda metálica que tenia en su uretra. Su bozal, chorreaba saliva y el gemía ruidosamente. Sus manos agarraron la colcha hasta que un punto mojado de semen se dibujo sobre la misma. Un sentimiento de gratitud cruzo la mente del esclavo, cuando repentina y súbitamente sintió su ano lleno otra vez. Esta vez una vela roja, tan grande, que incluso la mitad de ella sobresalía de su ano dejando la otra mitad expuesta, como los consoladores dobles. (De acuerdo a la mente desviada de su Ama, la vela que en su culo permanecería encendida mientras el le daba a ella sexo oral. Su misión era hacer que ella alcanzara el orgasmo en un tiempo determinado, antes de que la cera caliente chorreara y le quemara. Esta tarea fue encomendada al esclavo para mejorar su velocidad y precisión, en caso de que su Dueña quisiera acabar rápido por vía oral sin disponer de un tiempo extenso para ello) -Buen chico! Le quito la mascara, dejando al descubierto su rostro y los ojos expuestos a la luz. Su Ama abrió las piernas. El esclavo no necesita una orden. El sabe lo que se espera de el. El esclavo extendió su cuello y su boca hacia el coño de su Diosa. Sus labios acarician, lame el interior de su vagina jugosa. El se embriaga con su aroma único. El esclavo se enorgullece de ser el mejor en dar servicio oral. Su lengua se ha hecho más fuerte y más flexible sólo por complacerla a ella. El hace girar su lengua alrededor de su clítoris. Como de costumbre, el esclavo puede olvidarse de todo y sólo se convierte en una máquina lamedora de coño. Tanto se concentró en su tarea, que el esclavo se olvido de un detalle: la vela. Algo caliente y húmedo está goteando en una parte de sus piernas. El esclavo se da cuenta de que la cera caliente le esta quemando por todas partes. La sorpresa y el horror, hacen que se detenga, agarre la vela y la tire al piso por lo tanto su Ama lo abofetea directo a la cara. Humillado, se cubre el rostro. Ha cometido una infracción muy grande, ya que no le está permitido tocar cualquier parte de su cuerpo sin autorización expresa de su dueña. - Las rosas son rojas, las rosas tienen espinas, cachorrito... En un segundo, lo único que los esclavo siente son los azotes rápidos y furiosos de la varilla improvisada que su Ama utiliza para el castigo. La varilla cubierta de espinas de rosa, han lastimado la piel de su trasero y le ha dibujado minúsculos puntos brillantes y sanguinolentos. Las gotas corren rápido hacia abajo, por sus muslos. El puede tolerar cualquier cosa, el dolor físico, lo que sea. Sin embargo, la profunda humillación lo pone siempre en su lugar. Ella encendió la vela de nuevo y cubrió sus nalgas con cera roja caliente. Lo ha puesto en castigo, en cuclillas en una esquina, con sus testículos atrapados con un artefacto que le impedirá levantarse. Ella lo utiliza de nuevo como mueble en forma de un banquillo improvisado, y se sienta a leer una revista y llamar por teléfono a una amiga. La mente de su esclavo entra automáticamente en blanco. Continuara... El favorito (Segunda Parte) Los brazos del esclavo estaban extendidos y tensos por la posición forzada de banquillo. Estaba rígido como piedra y lo único que lo podía diferenciar del mobiliario existente en el cuarto era su respiración lenta y acompasada y su cabeza encapuchada . Su Ama había salido para encontrarlo en la misma posición varias horas mas tarde. Lo encontró para su grata sorpresa de la misma forma que lo dejo en una esquina del cuarto. Ella volvió a mirarlo. Su cuerpo alto, muscular, bien firme estaba rígido y lucia casi como una escultura humana. Ella admiro sus brazos fuertes, su pecho ancho, sus piernas largas y endurecidas, las piernas de un corredor, su trasero bien formado. El era un sirviente hermoso. EL: Lo único que podía ver eran los tacones de aguja de ella que se acercaban hacia él. Una sensación de delicioso mareo nublaron su mente y le dieron un pitido en sus oídos, EL sabia que ella volvería tarde o temprano, sus ojos subieron por las piernas de ella, su cintura, su pecho pero detuvo su mirada antes de mirarle a la cara, no quería ser imprudente. ELLA: - Tienes permiso de levantarte. Mirame y respondeme, esclavo. El se levanto lentamente para aminorar el dolor de sus músculos fatigados, él es bastante mas alto que ella pero él siempre se hacia parecer mas pequeño enfrente de ella, su Diosa. Ella le acaricio la cintura, el pecho y su cara con ternura. Obviamente ella estaba de muy buen humor. - Ella le miro y suspiro. Eres siempre tan obediente, esclavo mio. -Vivo para complacerte mi Diosa. Ama sabe que todo lo que ella desee, este esclavo se lo da. El besa su mano, se inclina con una sonrisa en sus labios. - Hmmmm... Es un placer estar contigo. -Vistete, cachorrito. Quiero un baño de espuma y un te caliente, estoy agotada. Ella se volvió para mirarlo. Te tengo una sorpresa. Solamente para ti. . El asintio calladamente, se alejo para hacer lo encomendado. Se vistio. Pantalones, calcetines, zapatos negros, sin camisa. Se vistió rápidamente y cuando se miro al espejo, este le devolvió la imagen de su cara sin afeitar, sus brillantes e intensos ojos azules y una expresión calmada y cansada. ELLA: Entretanto, ella espero a que su esclavo terminara su tarea. Se paro enfrente de la ventana y jugo con las perlas que colgaban del collar de su cuello mientras entonaba su canción Italiana favorita. EL: El sabia como ser diligente y lo mas importante ser eficiente y rápido. El no querría despertar la ira de su Dueña. Pero incluso cuando él era extremadamente obediente, también sabia que el dolor estaba incluido en su escritura de propiedad y su servicio. También sabía que su dueña es una Ama sádica, sabia que su Ama le daría la nalgada de su vida sin haber ningún motivo y que lo haría llorar y que también escucharía la risa despiadada e incontrolable de su Dueña. El prefería poner su mente en blanco y tomarlo como mejor pudiera. El sabía en lo más profundo de si, que ella para él era una necesidad, casi tan importante como respirar. La necesidad de control total para él era mas fuerte que nada. El la amaba también y sin ella su vida no tenia sentido. Una vez que se vistió, preparo el baño diligentemente, revisando la temperatura correcta con la punta de su pene. Después se acercó a ella de costado y comenzó a desvestirla delicadamente. Apilo la ropa de ella sobre una silla con cuidado y sin mandato alguno comenzó a masajearle sus brazos, su torso, su cuello, sus caderas, sus piernas, tobillos y pies. La sostuvo mientras ella se metio al agua. Le trajo una taza de te y ella se lo bebió a sorbos en un silencio contemplativo. Cuando ella termino el baño, él le seco el cuerpo suavemente y la envolvió en su bata china de seda negra. ELLA: -Cariño, te ves cansado. Lo tomo y le quito la ropa. Una vez el desnudo ella lo hizo meterse en el agua. -Lavate en el agua que use para bañarme, relájate un rato, Te daré exactamente quince minutos. Pondré la alarma del reloj, cuando esta suene, preséntate inmediatamente en el dormitorio. Te estare esperando ahí. Ella se retiro, dejándole a el atrás. Encendió un cigarrillo, lo fumo y después se puso unas medias de ligas negras, lencería de raso y encaje negro, tacones altos y los guantes de vampiro (los guantes de vampiro, en los dedos poseen agujas pequeñas, lo que puede provocar una sensación de cosquilleo o dolor intenso, depende de la intensidad con que se toque) se dejo puesto su collar de perlas favorito. Labios rojos y perfume. Ese perfume que el podía reconocer y seguir a cualquier parte. EL: El se durmio por un rato porque estaba demasiado cansado. El agua tibia le ayudo a relajar sus musculos, ya estaba cayendo en un sueno profundo cuando la alarma lo hizo despertar de un salto. Corrió hacia el cuarto, chorreando agua y tambaleándose como un niño. ELLA: -Llegas un minuto tarde cachorrito. Le dio una sonrisa perversa. -Perdoneme por favor Dueña mia, vine aquí lo mas rápido que pude. Por favor, por favor te lo ruego, no te enojes conmigo por favor. Ella solo lo miro, tomo la caja y removió su contenido. Un par de esposas y un vibrador en forma de huevo era lo que contenía la caja. El estaba perplejo porque esos artículos eran lo que menos él se imaginaba encontrar. - Manos atrás, cariño. Ella le puso las esposas en sus muñecas, tomo el huevo vibrador y lo introdujo profundo en su vagina. Puso el bozal en la boca de su esclavo para mantenerlo callado. Tomo una silla, la coloco delante de él y se sentó sobre ella. Ella jamás se arrodillaría en frente de su propiedad por lo tanto era una posición cómoda para ella. Su pene colgaba, flácido al principio, inanimado. El toque de los guantes de vampiro sobre su piel le dieron escalofríos. Ella intercambio la sensación de las púas y del suave cuero negro. Se quito los guantes luego y agarro el pene de el suavemente. Su lengua se deslizaba a través de la punta y del tronco de su pene. Lo lamio, lo chupo delicadamente primero y luego vorazmente , torturándolo de placer. Ella devoraba aquella parte tan sensible de el como si esta fuera un gran trozo de caramelo erguido. Un chupete de dulce que ella disfrutaba comer, esa parte de su virilidad que a ella le encantaba drenar para su satisfacción propia. Después de todo el solo era una herramienta para la felicidad de ella. EL: Su cuerpo estaba sobre estimulado de placer. Cuando ella movía su lengua a través de su verga dura y de sus testículos, su cuerpo completo temblaba y la argolla que colgaba de su collar hacia ruido. Sus ojos estaban aguados. Ella se detuvo brevemente. -"Habla, cachorrito". Le ordeno. El inmediatamente comenzó a rogar: -"por favor, Ama, déjame follarte, por favor", "Mirame, Ama. Estoy bien duro y esta grande para ti" "Voy a durar todo lo que tu quieras, te lo prometo" . Por favor, compadecete de mi. "Solo, solo tomame. Montate encima y disfrutame, solo hazlo. Me enloqueces, por favor , haz lo que quieras conmigo. -- Gemia y rogaba. -Solo podras complacerme. Si eres un CHICO BUENO y te controlas y NO te vienes inmediatamente cuando termine de darte esta mamada. Le guiño un ojo y continuo devorandolo. El acabo. Parte de su semen quedo en la boca de ella, el resto se rego por su cara y sus tetas. El se vino, gruñendo, gritando con los ojos cerrados, con la boca abierta en un largo gemido. El abrió los ojos y vio la cara de ella cubierta de ella con su esperma. EL sonrió, pero luego le miro a ella asustado. Esta había sido la primera vez que ella tragaba su leche. Él estaba paralizado de la sorpresa, algo no muy bueno después de eso le iba a pasar. ELLA: Sin ni siquiera darle aviso. Ella comenzó a abofetearle la cara. Lo hizo, lo hizo, lo hizo hasta que se canso. El solo estaba allí, soportando, su mente estaba lejos sumergida en una especie de nirvana sumiso. El estaba ahí parado, siendo nuevamente una marioneta de los deseos de ella. Ella lo agarro, refregó su pelvis contra el de él y comenzó a moverse de forma casi demoniaca hasta que ella alcanzo su propio orgasmo. Ella se vino mientras lo besaba, grito, producto de la intensa vibración del huevo vibrador que tenia dentro. Ella lo soltó de las esposas y le volvió a poner el cinturón de castidad. Le susurro: -Te ganaras el derecho a follarme, cuando aprendas a NO venirte cuando no se te ha dado permiso. Le puso la capucha, esa capucha que le impedía ver, oír y hablar. -Ahora, callate cachorrito. Conecto la correa al collar del esclavo, lo encamino hacia una perrera en una esquina del cuarto y la tapo con una manta obscura. Luego ella se recostó sobre la cama, insultándolo, ridiculizándolo, comparándolo , diciéndole que un vibrador barato a pilas era mas eficiente en satisfacerla a ella, ya que su pene no podía. El juguete la hacia correrse a ella mas veces de lo que su esclavo podía y debía cumplir. Una vez mas, ella estaba disfrutando demasiado de la humillación de su esclavo, fue tan intenso que se vino y rego sus jugos vaginales por toda la colcha de la cama. EL: El se durmió, escuchándola gemir... El perdió la nocion del tiempo. Habrían mas veces, el esperaba, para mejorar y servirla a ella mejor. El se redimiría ante ella. Por supuesto! Continuara... El Favorito y Los Invitados El esclavo se despertó en el cuarto obscuro, todavía enjaulado, entumido y confundido. El no sabia cuanto tiempo habia pasado. Unas pocas horas? Unos pocos dias? El todavia estaba cegado y amordazado en la capucha restrictiva de los sentidos, por lo tanto para el era bastante dificil de determinar el tiempo transcurrido. Su estomago gruñio, porque no habia comido nada por algun tiempo. Repentinamente lo unico en lo que podia pensar era en comer. Cualquier cosa. Se acordo del ultimo bocado que tuvo para comer. De hecho, habia sido una comida junto con su Ama. La ultima vez ella se sirvio ostras, langosta y una copa de champagne. A el, le encantaban los mariscos pero solo se le permitio comerse un pedazo de pollo reseco, las sobras de una ensalada y tomar un vaso de agua. Despues de todo, a un esclavo no se le permite tener una comida lujosa. El dejo volar su imaginacion, pensando en deliciosos platillos. Comidas especiales, la comida de su madre, su comida favorita. En eso estaba entretenido pensando cuando escucho varias voces y pasos aproximándose. Se paralizo, no sabia quienes eran, no sabia a que atenerse, se quedo quieto y callado. ELLA: Sus risas resonaban a través del pasillo y muy pronto dentro del cuarto. Su Ama, otra Dominatriz y su esclavo venían de una fiesta fetiche. Las dos mujeres reían y bromeaban mientras el otro esclavo estaba sentado en el suelo esperando instrucciones. - Entonces, dijo la otra Dominatriz. Este es tu lugarcito. Es encantador! De todas maneras, como te venia diciendo... Ese atuendo fue la cosa mas horrenda que he visto en décadas. De donde coño, esa perra consigue la ropa!? Se la pide prestada Grace Jones? Consíganle una planta también, a ver si se la mete por el culo! -Si, chica. De vuelta a los 80′s. Ambas rieron histéricamente. - Donde esta tu cachorrito? -Enjaulado , En la perrera. Mi cachorrito necesitaba un momento para reflexionar. - Es bueno que los esclavos se queden solos por un rato, así aprenden a ser mas considerados. Rápidamente le echo una ojeada a su esclavo, que seguía sentado en el piso en silencio. - Un poco mas de vino, querida? -Claro! Nos tenemos que cambiar de ropa. Ambas se rieron. EL: El esclavo estaba nervioso. No podía oír o entender las conversaciones que estaban tomando lugar afuera pero podía vagamente distinguir que se trataba de dos mujeres. Su mente se volvió loca. Un cumulo de situaciones y de personas comenzaron a rodar en su mente como si estuvieran pasando una película de chantajes. Tal vez son las empleadas de la limpieza, pero... Que voy a hacer si ellas me descubren aqui? Que pasara si ellas llaman a la policía? Mi Ama estará en problemas, no podre defenderla ante un juzgado. Que credibilidad tiene un abogado que es también un esclavo? Como explicaría todo esto? Que pensarían mis padres, si supieran que soy el esclavo de mi esposa? Un torrente de recuerdos tumultuosos recorrieron su cabeza. Su respiración se volvió agitada. Se estaba poniendo ansioso, se estaba aterrando!!! -Una de ellas es mi Dueña. Tiene que serlo. Por favor, por favor, espero que sea mi Ama. De repente, escucho pasos, pasos acercándose. El cascabeleo de unas llaves y la puerta de la perrera se abrió. La Invitada: -Ya veo... Tu debes ser " Cachorrito". El esclavo no pudo oír muy bien pero igual asintió afirmativamente con la cabeza. -Bien... Tu Ama, ha decidido que es hora de sacarte. El siguio a la desconocida a traves del cuarto. Ella lo dejo en medio, esperando. EL: El esclavo estaba helado, confundido pero alerta a su alrededor. Busco algun indicio que le indicara que su Dueña estaba en el mismo sitio. Aun podia casi oir a dos personas mas en el cuarto junto a el. Pudo escuchar a una mujer gimiendo pero el no sabia quien era ella. Su audición estaba restrigida por la capucha que llevaba puesta por lo tanto era difícil distinguir las voces. El esperaba que la mujer que gemia no fuera su Diosa. Su Corazon se encogio. Ni siquiera se atrevia a pensar en eso. ELLA: Su Ama se le acerco por detrás y le acaricio el pecho. El se sintió aliviado al sentir ese toque familiar, ella le quito la capucha restrictiva de los sentidos pero también le ordeno que no abriera los ojos. Le volvió a poner la mascara de cuero. Abrió la cremallera que iba en el lugar de sus labios y lo beso. -Se obediente, cariño. No dejes en ridiculo a tu Dueña. Se un buen cachorrito. Desde ahora, mi invitada y yo te daremos instrucciones. -Si. Mi Señora. La otra Dominatriz le ordeno a su esclavo que se parara y empezara a hacer preparaciones. "Cachorrito" podía escuchar cosas moviéndose y a las dos mujeres conversando y riendo. Nadie le estaba prestando atención a el. Porque para todos los demás, el no existía. LA INVITADA: La otra Dominatriz se acercó a "Cachorrito" . Abrio las cremalleras de la mascara que correspondian a los ojos. El esclavo aun tenia los ojos cerrados. -Abre los ojos. Dejame ver que tan lindo estas. El esclavo abrió los ojos lentamente porque la luz le haría daño. Lo que vio, fue una mujer alta, blanca, de ojos verdes, de pelo largo y rojo parada frente a él. Era muy atractiva. Llevaba puesto una minifalda de látex negro, un sujetador sin copas que dejaban sus pechos expuestos, botas de cuero negro de caña alta y tacón. Sus manos envueltas en unos guantes largos negros brillosos de látex. Detrás de ella de pie, estaba el esclavo de su propiedad. Vestido de traje de frac negro y la cara cubierta por una mascara de cuero negro, al mismo tiempo sostenía una bandeja. La otra Dominatriz procedió a examinar a "Cachorrito". Era tosca y ruda, lo agarro bruscamente, volteándolo, toqueteándolo, le abrió la boca, reviso sus dientes, le hizo sacar la lengua, le metió un dedo sin lubricar por el ano, lo sacudió y lo hizo arrodillarse, toco su pene a través del cinturón de castidad. Engancho la correa a su collar y fue a sentarse al sofá. Lo ubico enfrente y le escupió directo a la cara. -Eres bastante guapo. Serias el trofeo de cualquiera. Entiendo porque tu Ama esta tan recelosa de mostrarte y te quiere solo para ella. Que mujer tan egoísta y golosa!! Ella le sonrió, y bajo la mirada hacia el bulto que envolvía su cinturón de castidad. Y se relamió los labios con deseo. También escuche, que eres bastante obediente. Ahora veré, que tan obediente eres... -Mis botas necesitan lustre. Lamelas!!!!!!!!! -tu! Hablándole al esclavo vestido en traje de frac. Sirveme mas vino. El lamio las botas de ella, comenzo por el tacon lentamente, prosiguio hacia arriba y deslizo su lengua hacia abajo otra vez. Cuando termino con una, siguio con la otra, tambien lamio las suelas. - Buen chico! Se ve que obedeces. Lame mis muslos ahora. EL esclavo sabía que estaba entrando en un terreno desconocido. Obedeció pero aun se preguntaba en donde andaba su Dueña. Trato de demorarse lo mas que pudo porque el presentía las verdaderas intenciones de esta otra mujer. Lamio sus muslos despacio, podía olerla, podía ver su coño, el sabia que era prodigio dando sexo oral pero no quería hacérselo a ella. Estaba aterrado de que su Ama lo sorprendiera satisfaciendo a otra mujer. -Comeme el coño, cachorrito. Pórtate bien, pruébame la fama que tienes. Ella tiro del collar y lo acerco más hacia ella. El esclavo cerró los ojos, abrió la boca pero se quedo inmóvil. En eso estaba cuando una patada en las bolas y la risa de su Dueña interrumpieron la escena. Se sintio secretamente aliviado. ELLA: Cuando se acerco a "Cachorrito" su Ama llevaba puesto un traje de redecilla negro, pantaloncillos cortos de látex, la botas con correas y un corsé de cuero negro que dejaba sus enormes pechos expuestos. -Si, es obediente. Pero esta perra esta bien entrenada. Y él sabe que es mio. Si me desobedece al menos una vez, el se atendrá a las consecuencias. Verdad, cachorrito? Ella se rio. -Si, mi Señora. Se las consecuencias. -Y cuales son esas consecuencias: Te acuerdas? Le agarro la cabeza hacia atrás -numero uno: No seré mas tu propiedad. -numero dos: No llevare más el collar que me diste. -numero tres: No tendré ningún honor y nunca me lo vas a perdonar. -numero cuatro: No me dejaras volver!! Grito!!!. -Y... Tu quieres que eso suceda, cachorrito? -Noooo, Ama, por favor, nooo!!!!! No quiero que eso pase. Quiero ser tuyo, tuyo solamente, por favor, no me abandones. ELLA Y LA INVITADA: Ambas mujeres rieron. Su Ama y La otra Dominatriz estaban divirtiéndose con su humillación y sus lloros. -Es hora de pasarla bien. Dijo la Dueña de "Cachorrito". -De acuerdo. Ya es momento de hacer bailar a esta perra. Situaron el esclavo en medio del cuarto y caminaron en torno al el rodeándolo, tomaron turnos para torturarlo, pellizcarle sus pezones ya de por si sensibles, su culo, su estomago. Lo amarraron y lo colgaron a un gancho situado en el techo. Ambas mujeres se turnaron. Lo escupieron, lo patearon en las piernas y en las costillas. Ambas mujeres le dieron de latigazos por el pecho y la espalda al mismo tiempo. Cuando se aburrieron de eso, le pusieron pinzas con unas pequeñas pesas de plomo a sus pezones. Luego lo tiraron al piso, quedando el esclavo en cuatro patas. La otra Dominatriz , sostuvo la cabeza de "Cachorrito" entre sus muslos. Su Dueña agarro una paleta y lo golpeo con ella en las nalgas sin compasión. Al esclavo le corrían las lagrimas por la cara, trataba de llorar en silencio. Lo dejaron solo por un momento, para servirse un poco más de vino. La otra Dominatriz le hizo una seña a su esclavo para que este se acercara. En la bandeja el trajo dos consoladores: Uno rojo y otro negro. Las dos mujeres se pusieron el arnés y enfrente de "Cachorrito" se burlaron: - Escuche que a alguien le gustan las Mujeres Dominantes que tienen una verga grande!!!!! -Si... Te llamas: alguien? Contesta, perra!!! Lo volvieron a abofetear. -Noooo, Señora. Me llamo "Cachorrito". El sollozo. -"Cachorrito".!!!! Esta perra, puta y vulgar. Tiene nombre? Que adorable!!!!!!! -Lindo Cachorrito. Eres una golfa, una perra, chupa pollas, perdida y puta!!!!!! -Si!!!! Estas mojadita!!!!!!!!! A ti no te queda una verga!!! Perra... Te mereces DOS!!!! Un consolador se metió de inmediato a su boca, El segundo no se hizo esperar y se metió directo en su ano. Se lo follaron al mismo tiempo, por detrás y por delante. El esclavo se quejaba, trataba de rogar, de que pararan, escupía y se ahogaba en su propia saliva, lágrimas y mocos. Las mujeres siguieron riéndose de él, violándolo, se daban animo para continuar, cambiaban lugares. Estabas ebrias, estaban felices y eran MUY CRUELES. Ambas mujeres rodaron al piso de cansancio. Dejaron al esclavo botado en el suelo, Pero estaban lejos de haberse aburrido de torturarlo. La Dueña de "Cachorrito" vio al esclavo de su invitada parado en una esquina sin hacer nada. -Parece que "Cachorrito" no puede aguantar más. Podraaaa? Se rio. Tengo una idea. Tu esclavo ha sido útil, pasándonos los juguetes y sirviéndonos el vino. Pero aparte de eso no ha hecho nada mas. -Tienes razón. Te acuerdas de los días en que íbamos a las Niñas Exploradoras? -SI!!!!!! Amarrarlos, les vendría bien! Las mujeres se pasaron la siguiente hora amarrando a sus dos esclavos el uno con el otro. Cuando estaban amarrados y listos los colgaron de la viga del techo nuevamente. Antes de eso les pusieron aparatos de choque eléctrico en el cuello y en las bolas. Se echaron por sobre la cama y jugaron con los mandos a distancia. Por cada gruñido que cada esclavo daba, ellas se reían. Competían entre ellas a ver cual de los dos esclavos lloraba mas, suplicaba mas, rogaba más, suplicaba mas. Cuando terminaron, los bajaron, cortaron las amarras y les pusieron un consolador en el culo de cada uno. El aparato eléctrico fue a parar a sus penes, y les dieron electrochoques hasta que los dos acabaron en una mezcla de dolor y placer. Las Dominas no estaban contentas con el semen derramado en el piso, así que obligaron a los esclavos a limpiar con la lengua. Ya todos estaban cansados. Los invitados luego de recoger sus juguetes decidieron irse. "Cachorrito" ya no tenia fuerzas. Un poco mas y se iba a desmayar. Su Ama, le ayudo a recostarse en la cama y luego lo limpio con una esponja húmeda. ELLA Y EL: -Has tenido suficiente por hoy, cariño. Es hora de que descanses. -Si, Mi Señora. Gracias! Estoy tan hambriento y débil. Ella pidió servicio a la habitación. Luego le dio de comer lentamente, con una cuchara, tiernamente, como una madre alimenta a su hijo enfermo. El luego se quedo dormido con la cabeza enterrada en sus suaves senos. Ella estaba ahí con el y eso lo hacia tremendamente feliz. Había sido abusado pero era tremendamente feliz. Eso era lo único que le importaba. Lo único que el necesitaba... Continuara...