Valle Glorioso: Su Gran Envergadura -una historia escrita por grrside- Dos conejos macho oliqueaban las flores en el vasto prado. Todas las especies del Valle eran antropomórficas lo que significaba que caminaban sobre sus patas traseras, podían usar los pulgares de sus patas peludas, medían más de dos metros de alto y en resumidas cuentas contaban con proporciones humanoides. Lo que también significaba que estos dos hombres hechos y derechos estaban mariposeando por el florido prado completamente desnudos, dando una imagen de menos pintoresca por no decir extremadamente maricona. "Esta es preciosa." Dijo el más joven de los dos conejos, un bello y algo afeminado chico llamado Bloom. No pudo resistirse a tomar la flor rosa después de oler su aroma de primera mano. "Me recuerda a ti, Thorn. ¡Deberías quedártela!" Las mejillas de Thorn se enrojaron. "Yo no soy tan precioso ni por asomo. Si acaso tú eres el que deberías quedarte esta flor. Aquí..." El mayor de los dos conejos tomó la delicada flor y la puso encima de la cabecita de Bloom como una horquilla justo entre sus dos orejas de conejo blancas como perlas. Bloom irradiaba felicidad y su novio se enrojó aún más, deslumbrado por la belleza enfrente suya. Thorn siempre actuaba como el chico duro del lugar cuando estaba con sus amigos, actuando de forma agresiva y peinando sus orejas de forma encrespada pero cuando estaba junto a Bloom su personalidad daba un giro de 180 grados. El conejo blanco con la flor se rió. No podía creer que Thorn, el tío guay y rebelde, estaba rojo como un tomate. "¿P-por qué te ríes así?" Thorn se volvió defensivo. Hasta se rascó sus huevos peludos como para recordarse a sí mismo que era el conejo más viril del lugar. "Oh, no es nada. Jeje." Bloom sacó su lengua. "Eh, ¿cómo crees que se llama esta flor?" Thorn ladeó su cabeza de pelaje gris, sus orejas puntiagudas siguiéndole de cerca en su confusión. "Las flores son flores, no hay que complicarse la vida. Si cada una tuviera un nombre propio sería una estupidez." "¿En serio? Pues si yo fuera el encargado de ponerle el nombre a las cosas, con gusto les daba nombres a cada una. Dime, si fuéramos los agraciados encargados de ponerle un nombre, ¿cuál le pondríamos?" Thorn presionó su pulgar contra su frente, su pequeñito y tontito cerebro de conejo trabajando a contracorriente. "Flores Gloriosas... Porque crecen en el Valle Glorioso... ¿creo?" "Mmm..." A Bloom le entró una nueva duda. "¿Y por qué nuestra tierra se llama Valle Glorioso? ¿Por qué le pusieron ese nombre?" Los engranajes del cerebro de Thorn funcionaban a toda máquina. "Pues por que es súper glorioso o quizá el tío que le puso el nombre frecuentaba muchos gloryholes, ¡yo que sé! Pensar no es mi punto fuerte, vas a hacer que me estalle la cabeza... En serio puedes llegar a ser cabezota con tus preguntitas." Thorn tocó la puntita rosa de la nariz de Bloom. "¡Bop!" "¡Jajaja!" Bloom le hizo lo mismo a Thorn. "¡Bop!" "¡Bop!" Thorn respondió tocando la puntita rosa de la pollita de Bloom. "¡Jaja, eh, eso no vale!" "¡Bop, bop, y bop!" Bloom se estaba empezando a poner duro. "¡Hey, travieso!" Los conejos se rieron a carcajadas y se besaron. Ciertamente vivían pacíficamente en Valle Glorioso. Todos los animales, desnudos como vinieron al mundo, conviviendo en pura armonía en este sereno lugar desconectado del mundo, sin ningún conflicto con sus vecinos animales y todo el mundo muy abierto y tolerante. Nadie cuestionaba el amor homosexual entre estos dos conejitos calentorros. Bloom confíaba en que Thorn y él pudieran vivir en esta tierra harmoniosa por siempre. "¡Oh, esta huele de maravilla también!" Thorn dijo cuando olisqueó una flor roja recién florecida. "¡Qué delicia! ¡Seguro que ninguna otra huele igual que bien en todo el Valle!" "¡Pues yo apuesto a que puedo encontrar una que huele aún mejor!" Dijo Bloom alegre. Bloom encontró una flor muy colorida, pero su olor no era tan espectacular. Aún así, era tan bonita a su manera que Bloom no pudo resistirse a tomarla del suelo. "(No hay que juzgar por las apariencias. Si cierro los ojos y dejo que mi olfato me muestre el camino seguro que puedo encontrar la fragancia más dulce!)" Bloom razonó mentalmente. El conejo cerró sus ojos y giró en círculos. Tanteó con sus patitas hasta que encontró una flor muy grande, una con un tallo grande y ancho con un sano tallo alzándose desde las profundidades de la tierra. "(¡Qué calentita es al tacto, qué peculiar! Y es tan grande, ¡es más grande que yo, prácticamente es un árbol!)" El conejo tentativamente alcanzó la cima de esta flor tan particular, deslizó hacia abajo el pétalo que estaba en medio e inspiró hondo... "...¡Puaj! ¡Esta es la más asquerosa que he olido nunca! Yo... ¡¿AHHH?!" Thorn escuchó el grito de Bloom y con preocupación acudió a su ayuda. Sin embargo, lo que vió cuando llegó hasta su amado se encontró con algo que nunca se habría imaginado. "Esta 'flor'... Parece un..." A Bloom le costaba encontrar las palabras. Estaba incrédulo. Thorn se frotó los ojos. "¿¡Eso es un...!?" Justo en frente de Bloom yacía un pollón. Una gigantesca y descomunal verga venosa, y bien dura. Esta torre de carne roja suculenta que se alzaba más alto que Bloom se veía descaradamente inmensa incluso sin su dueño a la vista. "¡Eh, estoy ofendido! ¡No huelo *TAN* mal! ¡Que me bañé hace dos días!" El gigantesco pollón encarado a Bloom se balanceaba de un lado para otro con movimientos visiblemente molestos. "¡Incluso me limpié los restos queseros de smegma de debajo del prepucio para variar...!" La polla hizo una pose, el sol brillando en su punta expuesta para que ambos conejos pudieran ver con claridad que decía la verdad. "Thorn... ¿Este pollón gigante me está hablando?" Preguntó Bloom incapaz de dejar de mirar la serpiente de aroma estruendoso contoneándose frente a él. Una macabra carcajada se pudo oír. "¿Pollón *gigante*? Jejeje, ¡nisiquiera estoy duro del todo, marica de las flores!" La voz era extremadamente grave y viril. "¡N-no seas ridículo! ¡Debe ser alguien escondiéndose detrás de los matorrales! Bloom, ¡aléjate del pervertido!" Dijo Thorn colocándose como obstáculo entre su novio y la polla. "¿No querías oler un buen aroma? Sigue jugando con la punta de mi polla y explotará con la fragancia explosiva de mi semilla~..." "¡Argh, qué asco!" A Bloom le dió yuyu de haber tocado algo tan repugnante. "¡M-muéstrate, cobarde!" Ordenó Thorn con voz algo temblorosa. "¿Cobarde?" Había una buena razón por la que Thorn tenía la voz temblorosa. ¡Una polla así de grande solo podía pertenecer a un puto gigante! Y no se equivocaba en absoluto, porque justo entonces la tierra tembló con la fuerza de un terremoto. Una montaña gigantesca compuesta de escamas verdes de puro músculo se levantó detrás de los matorrales, el cuerpo desnudo posando con orgullo. Midiendo como mínimo cinco metros de alto, el dinosaurio antropomórfico era más del doble de grande que la pareja de conejos. Y no sólo era la altura lo que asustaba a Thorn... El grosor de sus bíceps, sus pectorales anchos, sus doce abdominales colosales... ¡Este imponente tío era la definición de *GRANDE*! "Me muestro ante tí justo como vine al mundo. ¿Crees que un cobarde haría algo así?" Dijo el reptil, su orgullosa sonrisa acechando a Thorn desde las alturas. Bloom estaba indudablemente cabreado. "¿A qué viene esta broma tan vulgar? Thorn y yo sólo nos divertíamos sin hacer nada a nadie, eres un abusón demasiado travieso-" Thorn se giró hacia Bloom. "E-espera Bloom. Tranquilízate, no le hagas enfadar..." Bloom no podía creer lo que sus orejitas láceas y bien peinadas estaban escuchando. "¿Qué? Pero si él..." "¡EH! Responda a mis preguntas cuándo se las haga, maricón orejas de pincho!" El velociraptor musculoso ordenó a Thorn. "¡Y manténgase recto mientras le hablo! "¡A-afirmativo, señor!" El conejo tembloroso respondió poniéndose recto como un recluta novato en la milicia. "¿Entonces, el maricón tuvo el descaro de llamarme cobarde, eh?" El dinosaurio verde apretó sus puños. "¡N-negativo, señor!" El conejo desnudo luchaba por no mearse encima delante de su "sargento instructor". "¿Seguro? Porque yo recuerdo claramente su voz maricona *ATREVIÉNDOSE* a sugerir que soy una mierdecilla asustadiza como usted..." El velociraptor cruzó sus musculosos brazos. "N-no, no, lo que realmente quise decir fue... esto..." Thorn tropezaba con sus palabras, a su cuerpo le costaba no temblar como la gelatina. Estaba asustado como una nenaza, su pene encogiéndose hasta ser del tamaño de una pasa. "Lo que quiso decir esta maricona voz mía es que, er, el colosal tamaño de su verg- digo, su gran envergadura me hace sentir como un cobarde, señor..." Bloom miró a Thorn con sorpresa. Su novio estaba tan cagado que no era él mismo. Pero el musculoso hombretón no había terminado de humillar su nuevo juguete. "No me sorprende... Siempre es sobre el tamaño de mi gran envergadura, después de todo." La polla híper del velociraptor movió una de sus venas mientras su culturista dueño observaba con descaro el gusanillo deshidratado que colgaba entre las patas del conejo marica. El dinosaurio agarró la patética pollita minúscula con sus garras afiladas y frías. "¡Ah! O-oiga..." Thorn solo podía callar mientras su órgano favorito era manoseado por las garras de este tío tan fibrado. El velociraptor se río en la cara del conejo con descaro. "¡Jajaja, menudo chiste! ¡Y la gente dice que folláis como conejos con esta excusa de pito!" El desconocido se giró para mirar a Bloom, el peso colosal de su polla chorreante de líquido preseminal abofeteando la cara de Thorn al mismo tiempo. "¡Owww!" Thorn gimió de dolor y humillación cuando cayó al suelo, su cara llena de semen de la polla de dinosaurio. "¿Tú debes ser Bloom?" El dinosaurio dijo casualmente ojeando el culo rellenito del inocente Bloom. "Buen trasero. ¿Te apetece ir a 'cabalgar' un día de estos?" Dijo flexionando sus bíceps para que el conejo con la flor pudiera apreciar sus músculos aún más de cerca. "¡N-no, gracias! ¡Ya tengo novio!" Dijo Bloom dirigiéndose con urgencia a atender la herida de Thorn. Pero antes de que el conejito pudiera ayudar a Thorn a reincorporarse el velociraptor agarra la cabeza del conejo caído. "¡Por lo menos déjame darte un pequeño souvenir!" El velociraptor entonces se sentó encima de Thorn, presionádolo contra sus huevos. "¿No querías oler? Pues ahora hueles con la fragancia de la polla de un hombre de verdad." Entonces imitó la voz de Thorn. "¡Qué delicia! ¡Seguro que ninguna otra huele igual que bien en todo el Valle!" "¡Mmmmmpph! ¡MMMMMPH!!!" Los gritos ahogados de Thorn podían oírse desde las profundidades de la entrepierna del dinosaurio. "Me llaman Terror. El Terror del Valle." El reptil guiñó el ojo a Bloom. "Suelo ejercitar por la zona volcánica en las mañanas. Con mi fragancia en tu novio ahora, te será fácil encontrarme. ¡Hazme saber cuando quieras pasar un buen rato!" "Hijo... de puta..." Thorn estaba a punto de lograr levantar los huevos gigantes de dinosaurio pero el embriagador olor de masculinidad reptil era demasiado. El conejo perdió sus fuerzas y se derrumbó por el colosal peso de los testículos del poderoso Terror, sus pesados huevos aplastandole dejándole hecho una miseria plana, y todo esto mientras la fragancia masculina del dinosaurio violaba todo su interior a través de su delicada naricita de conejo. Bloom estaba horrorizado pero Terror simplemente arqueó una ceja y encogió sus musculosos hombros. "Oh, lástima. Espero que no te importe que mis traviesos huevos de dinosaurio hayan aplastado a tu pequeño... 'novio'. Con suerte aún queda algo de él. Disculpa un segundo." El musculoso culturista rebuscó bajo sus huevos hasta sacar una piel de conejo gris, toda flácida y aplanada. Thorn estaba paralizado en una expresión de puro shock, colgando de la mano de Terror con sus brazos, piernas y sus orejas puntiagudas colgando de él plegadas en dos dimensiones. Parecería una víctima de un accidente de atropello si no fuera porque sus ojos seguían moviéndose, mirando con enfado al raptor que le sostenía. "¡Grrrr!" Era lo único que el conejo podía articular con su boca abierta paralizada. "¡Oh no! ¡Mi pobre Thorn!" Bloom no podía seguir mirando esta denigración tan humillante y se tapó los ojos con sus orejas. "No está tan mal en 2D, ¡podrías enmarcarlo en la pared de tu cuarto de baño!." Terror sugirió. "O usarlo de toalla." Agarró ambos extremos del chico conejo aplastado y usó su cara aplanada para secar el sudor de entre las mejillas de su culo. "O como papel de váter." Dijo solo para pedorrerse justo después. Comprensiblemente a Bloom no le hacía mucha gracia lo que le hacía a lo que quedaba de su novio. "... Bueno vale, tampoco te pongas así. Déjame "arreglar" la mísera excusa que tienes por novio." Terror colocó los labios del conejo frente a su polla. Los ojos de Thorn se abrieron de par en par cuando Terror insertó al conejo como un ajustado condón en su polla gigante. "¡Mmmmph!" Thorn se quejó audiblemente. "Calla, pedazo de funda de pene viviente, que apenas he empezado." Terror pajeó su gran envergadura hasta estar aún más imposiblemente erecto, el pobre Thorn sintiéndose estirado, su boca, su garganta y su barriga bien llenas con la polla roja de Terror. La paja de Terror no tardó en volverse mucho más intensa y la humillación que sufría Thorn en el proceso solo servía para ponerle aún más cachondo. "¡Ohhh, ohhh! ¡Aquí llega la explosión!" "¡¿MMMMMPH?!" Thorn no estaba listo para lo que venía. En absoluto. El torrente de semen sirvió para devolverle a Thorn su profundidad 3D. Y más. Y más. De hecho el conejito gris de orejas puntiagudas peinadas a lo malote estaba tan inflado de semen que parecía un globo siendo llenado por una boca de riego. Solo que en lugar de una boca de riego era un pollón de dinosaurio. El indignado y redondeado Thorn no podía almacenar más, el chorro de semen de dinosaurio atravesando todo su sistema digestivo y fugándose parcialmente por su ano. Pero Terror aún tenía que expulsar más de su semilla y vaya que sí lo hizo. La boca de Thorn se despegó del pito del velociraptor y el conejo-zepelín salió volando por todas partes como un globo perdiendo helio hasta estrellarse contra un árbol. "¡Thorn! ¡Mi pobre trocito de cielo!" Bloom acudió en su auxilio. El cuerpo de Thorn se quedó como una roca con pelaje gris mientras su boca y ano seguían expulsando semen pegajoso sin parar. *************************** Aquella noche, un gran número de animales discutían cerca de la hoguera. Estos seres antropomórficos estaban sentados en un círculo improvisado que servía como ayuntamiento improvisado en esta época de crisis, ya que la plaza había sido destruida por cierto dinosaurio quien, en un apuesta, había usado la Gran Torre del Reloj como consolador. "Mmm... Circunstancias muy inusuales, de hecho." Dijo Parsley, la vieja tortuga tan desnuda que incluso no tenía caparazón que cubriera su piel arrugada. Actuaba como alcalde de facto de Valle Glorioso debido a su vejez y la supuesta sabiduría que le acompañaba. "Llevamos tanto tiempo viviendo en armonía, y de repente han surgido casos de travesuras por todo el Valle. Es más, todos tienen el mismo denominador común". "Querrás decir 'dominador' común, ¿verdad?" Dijo Cheesie, una oveja bien refinada. "Este tal Terror y su hiper-picha de gran tamaño está haciendo que todos nos volvamos maaaaaajaras!" Berreó. Sauss se sumó a las acusaciones. "Tiene razón, Sra. Cheesie. Terror, este hombre tan descarado me dio una palmada en el trasero, escupió irrespetuosamente en mi jardín, le dije que fuera más amable, luego escupió en mi trasero, me folló el culo hasta que me corrí por todo mi jardín. ¡Exacto, en ese preciso orden!" Se quejó el hurón más repipi de la ciudad. "Y lo peor de todo... ¡Al día siguiente me hizo plantón! ¡Pasé toda la tarde buscándole, y nada!" Bone, el rinoceronte alto que solía tener un paquete de abdominales visibles en su juventud de los cuales solo quedaba una barriga dura y amplia, caminó hacia el centro del círculo de los antros desnudos y alzó la voz. "¡Silencio! En tiempos como este sólo tenemos que recordar lo básico. Ahora, para la siguiente demostración en vivo voy a necesitar un voluntario." Todos los animales se callaron al instante, incluidos los grillos. "Ya no hay ganas de cháchara, ¿eh? Tendré que recordarlo la próxima vez que quiera mandar silencio. Pero hablaba en serio. Oye, tú, la rana verde de barriga amarilla, sube aquí." Después de dudar un poco, el hombre rana se levantó y a regañadientes caminó hacia el centro del círculo, su obeso vientre y sus tetas de hombre brillaban gracias a la luz de la hoguera. Llevaba dos trozos de vidrio delante de sus ojos que le hacían ver mejor, al menos según él, pero el resto de la comunidad de animales luditas se mostraban escépticos sobre el funcionamiento del tonto artilugio que cubría los ojos de la rana. Curiosamente, a pesar de que se encontraba en una comunidad nudista donde nadie tenía ninguna vergüenza que esconder, esta rana se tapaba nerviosamente sus pequeñas partes íntimas en el momento en que se dio cuenta de que todos le estaban mirando. "Ahora bien... Ranito. ¿Aún recuerdas el procedimiento de enbalonamiento?" Preguntó el rinoceronte. La rana asintió con la cabeza, su gorda grasa meneándose al hacerlo. "Muéstranoslo. Imagina que Terror está frente a ti." La rana se dio la vuelta, se agachó y se acurrucó en una forma esférica perfecta, asegurándose especialmente de que su cabeza y extremidades estuvieran ocultas mientras adoptaba una forma que a todos los efectos parecía indistinguible de un balón verde. "Como todos podéis ver, el procedimiento de enbalonamiento funciona de maravilla. Ranito ahora está completamente sano y salvo. De hecho, ¡estoy seguro de que podría soportar una buena paliza, una como esta!" El rinoceronte puso su fuerte pie encima de la bola verde y su pierna dejó una huella sucia en ella. "El cuerpo de Ranito está jodidamente protegido mientras está enbalonado. No importa lo que le haga no puede abandonar su posición actual y, por lo tanto, Terror seguramente se aburrirá de un objetivo inmóvil cual practicante de 'bondage'". Comenzó a patear las nalgas verdes cada vez más fuerte y la bola verde sin más cuerpo que culo lo aguantaba todo sin poder pestañear. Sauss, el hurón pijo, no pudo evitar señalar en voz alta el defecto obvio de esta medida de seguridad. "Sr. Bone, disculpe mi interrupción pero hay un problema con la forma actual del Sr. Ranito... Hay un área vital que no está protegida". "Oh, ¿cuál podría ser?" Preguntó el rinoceronte mientras seguía golpeando y pateando la pelota indefensa a pesar de sus ahogados gritos de dolor. "Bueno, la mayoría de las partes de su cuerpo están ocultas, y su cuerpo es casi un círculo perfecto, eso se lo concedo... Pero el problema reside en, ejem, la gran raja que la rana nos está exhibiendo actualmente. No es que el la raja per se sea el problema, pero el, humm, agujero vulnerable que se encuentra entre esas gordas mejillas verdes". Comentó el hurón Sauss. "¿Te refieres a esto?" El rinoceronte abrió las mejillas, revelando un agujero apretado y maloliente. El rinoceronte excavó en su interior con el dedo. "Puede parecer más expuesto de lo habitual, pero estoy seguro de que sus músculos internos tienen mucha más resistencia a los ataques externos gracias al enbalonamiento." "No estoy seguro." Dijo el hurón. "Perdón por mi suposición, pero estoy seguro de que un ano tan vulnerable permitiría la intrusión de atacantes externos con suma facilidad. De hecho, el Sr. Ranito ahora mismo parece un par de nalgas indefensas y nada más. Me parece la presa perfecta para depredadores hambrientos. Incluso podría estar gritando algo como... '¡Socorro! No estoy acostumbrado a contorsionarme tanto y ahora estoy atrapado en forma de bola, ¿no podemos dejar la demostración para otro día?' Pero aunque así fuera nosotros no tendríamos forma de escuchar sus gritos de auxilio." "Eso son patrañas. Puedo asegurarles que no hay forma de acceder a este recto de rana". El rinoceronte refutó. "Dejad que os lo demuestre con mi pulgar grande y gordo." El rinoceronte hizo justo como anunció. "Está bien apretado, ¿véis? Déjadme demostrarlo también con mi pene grande y gordo." Las nalgas comenzaron a temblar y sudar de miedo cuando el rinoceronte comenzó a sacudir su polla. El gran rinoceronte la lubricó con saliva, listo para devastar el agujero expuesto frente a él. "Uff, puff, joder sí, nuestro voluntario está bien estrechito. ¿Véis bien los del fondo cómo sus cachetes instintivamente intentan cerrarse, obstaculizando el paso de mi polla? Sí que es una víctima bien protegida. Uff, tan inmóvil, indefensa e incapaz de protestar, es como follar un juguete sexual. Oh sí... Mirad todo lo que podáis, ¡mirad cómo mi polla golpea su próstata una y otra vez! ¡Ohhhhh...!" El alcalde tortuga observó el show con mucho detenimiento y deleite. "Tengo que admitir que después de una demostración tan detallada y cándida, el procedimiento de enbalonamiento me parece bastante seguro. Así que si no hay objeciones, concluiré esta reunión." Los animales parecían satisfechos con las palabras de la tortuga, todos excepto uno. Un conejo con una flor entre sus grandes orejas llamado Bloom se levantó y protestó. "¿De verdad estás sugiriendo que dejemos que nos den por culo y eso es todo? ¡Terror está haciendo lo que le da la gana!" Sin embargo, los demás ya se estaban levantando y preparándose para irse. "¡Será mejor que me esquilen con estilo, para que mi trasero no se vea demasiado gordo cuando realice el procedimiento de enbalonamiento!" Dijo alegremente la oveja Cheesie. El rinoceronte se rascó la barriga cuando volvía a casa. "Creo que olvidé algo... Nah, no puede ser nada importante". Lejos de él, la bola verde seguía temblando de angustia, incapaz de recuperar su forma anterior. Bloom suspiró. "(Me preocupa tanto la seguridad de todos. Debe de haber algo que podamos hacer, ¿pero el qué?)" Se pasó toda la noche pensando en posibles soluciones. *************************** Al llegar el día siguiente a la cabecita de Bloom no le había llegado ninguna idea decente. Normal, el día anterior Bloom se había pasado toda la tarde presionando la barriga inflada de su novio hasta sacarle todo ese semen pegajoso de dinosaurio. Se sentía cansado tras tal arduo trabajo así que el conejito decidió relajarse un poco trabajando en su jardín personal. En este momento era principalmente solo un pedazo de tierra fértil rodeado por una linda cerca de madera pintada de color rosa, pero pronto brotarían hermosas flores recogidas a mano y cultivadas por el propio Bloom. Trabajar en su pedacito de mundo siempre lo tranquilizó. Era como cuidar su propia versión miniaturizada del Valle Glorioso. "Bloom... Mi vida... Yo..." Thorn apareció mientras el conejo cuidaba las flores. "...Lo siento mucho. Ayer actué como un completo cobarde. Debería haberme enfrentado a Terror, pero sólo logré avergonzarme a mí mismo". "No te preocupes Thorn, resististe con dignidad... O al menos eso es lo que le dije a los otros. Pero no conseguimos idear una estrategia para deshacernos de ese desagradable velociraptor aún. Pero mientras tanto..." Bloom sonrió. "¿Quieres ayudar a fertilizarme el terreno?" "¡Claro que sí!" dijo Thorn. "Pero... ¿dónde está el abono?" "Bueno, ese es el problema, en realidad. Comí mucho en el desayuno y tuve que hacer popó demasiado temprano, y ahora no me sale nada". "Ah, ya veo..." Fue entonces cuando los párpados de Thorn se elevaron al cielo con sorpresa. "Espera... ¡¿Usas tu propia caca como fertilizante?!" Bloom se encogió de hombros. "Ese es el mejor fertilizante natural que conozco. Así que... ¿Crees que puedes prestarme un poco del tuyo?" El conejo desnudo con la flor puso sus ojos de cachorro más inocentes. "¿Por favor? ¿Por favor...?" "¿Algunos míos...? ¿Quieres decir-?" "¡Aww! ¡Estoy seguro de que el fertilizante viril de mi novio fuertote hará que en mi tierra virgen crezca un hermoso jardín!" Bloom exclamó con ojos soñadores. "¡Debes estar de guasa!" "¿Ves este hoyo que cavé justo en el centro? ¡Solo necesito que te agaches por un segundo y hagas lo tuyo! ¡Estoy seguro de que lo harás genial~!" "Pero, ¿aquí en medio? ¿Aquí y ahora? Es... algo... incómodo..." Thorn se sonrojó. "¡No seas tímido, he visto tu trasero muchas veces! ¡Es una raja poderosa con un espíritu de lucha que no permitirá que nadie se acerque!" "Eso es sólo porque soy activo..." "¡Estiércol! ¡Estiércol! ¡Estiércol~!" cantó Bloom. "¡No lo digas tan alto!" Argh está bien, pero solo esta vez.". Thorn dijo de mala gana. Metió su pata dentro de la tierra virgen de Bloom. El suelo estaba extrañamente cálido y blando para su pata de conejo. Sonrojándose como un tomate, se puso en cuclillas sobre el agujero, abrió sus mejillas de par en par y su ano vió la luz del sol. "¡Oh! ¡Esto es tan emocionante! ¡...Oh, pero no sale nada!" Fue inútil. Thorn estaba demasiado avergonzado para poder forzar su ano, el cual a lo sumo sólo pestañeaba nervioso. "Esto es tremendamente vergonzoso..." "¡Estiércol! ¡Estiércol! ¡Estiércol~!" Bloom volvió a cantar. "¡No puedo esperar a ver lo que suelta mi novio sobre mi agujero para crear vida~!" El sudor llovía por el culo expuesto de Thorn. "¡Lo estás empeorando!" El conejo de orejas puntiagudas se concentró. Sabía que sólo necesitaba relajarse. Mientras se agachaba deshonrosamente, una mosca revoloteaba alrededor de su ano expuesto, haciendo temblar y curvar su cola de conejo. "(Como si no me sintiera como un sucio animal de campo ya...)" Pensó Thorn, humillado. Mientras Bloom animaba a su novio, el suelo de repente empezó a temblar. "¡Ahh! ¡¿Un terremoto?!" Exclamó Thorn. Bloom se preguntó qué estaba pasando hasta que miró el agujero en el suelo y vio una cosa roja saliendo. "¿Un topo?" Pero eso sólo era la punta. El resto lentamente salía del agujero, revelando una increíble gran vena palpitante. "¡Cuidado, Thorn! ¡Una polla salvaje se viene a por tu agujerito! ¡Deja de agacharte y saca tu hermoso trasero de ahí!" "¡¿QUÉ?!" Thorn saltó lejos, esquivando la erección palpitante que lo perseguía como la aleta de un tiburón por apenas un centímetro. El suelo empezó a temblar con más fuerza, y el resto de la polla salió de su escondite, huevos con escamas verdes y todo. El gigante y duro pene se mantenía erguido y orgulloso como la pieza central del jardín personal de Bloom. Bloom reconocería ese miembro de gran tamaño en cualquier lugar. Después de todo, lo acababa de ver el día anterior. "¡Terror!" Bloom y Thorn gritaron al mismo tiempo. "¡Aww, he estado *así* de cerca de desvirgar el culo del conejo maricón!" Dijo la voz de Terror, su polla moviéndose al mismo tiempo como si fuera un espectáculo de ventriloquia. "¡¿Otra vez la misma broma de mal gusto?! Y esta vez no hiciste uso de un arbusto conveniente... ¡¿Cómo coño te escondiste dentro del pequeño jardín de Bloom?!" Thorn dijo, todavía sorprendido de haber estado tan cerca de que le quitaran la virginidad anal. La polla se balanceaba de un lado a otro, su uretra alternaba entre mirar a Thorn y luego a Bloom con cachondo desdén. "Ja. Eso fue pan comido. ¡Simplemente desenterré este gran trozo de tierra y luego me enterré debajo de él! ¡He estado esperando aquí desde anoche a que vosotros dos pequeños tortolitos!" "¡Pero eso es una locura!" Thorn respondió enojado. "Destruyendo el jardín de Bloom de esa manera..." Bloom estaba bastante afectado de no haberse dado cuenta de que su jardín había sido saboteado, pero su naturaleza amable hizo que se preocupara por Terror. "¿No te quedarías sin aire? ¿Esperar tanto tiempo bajo tierra...?" "¡Tengo pulmones muy fuertes!" La polla se jactó. "¡Y además coloqué estratégicamente una pajita en la esquina para poder respirar de vez en cuando!" "¿Te refieres a esto?" Dijo Thorn, señalando una minúscula pajita que sobresalía del suelo y que no había notado antes. "¡Ding-Ding-Ding! ¡Tienes razón~!" La polla bailaba, palpitando de lado a lado con cada 'ding' que decía. "¿Y si tuviera que hacer esto?" El conejo de orejas puntiagudas tapó la pajita con su pata. "¡¿GAHHH?! ¡No, espera! ¡Ahhhhhh! ¡No puedo respirar!" La polla gigante se encogió con temor. "¡Thorn! ¡Eso es ser demasiado malo, incluso para alguien como Terror!" "Está bien, está bien, lo siento." Thorn dejó en paz la frágil pajita que separaba a Terror de una muerte segura. Terror respiró hondo y tosió. "¡Argh! ¡Ahora sí que me has cabreado! ¡Verás cuando te atrape!" La polla intentó sacar el resto de su cuerpo del suelo y luego… *¡Pom!* "¿Oh?" La polla de dinosaurio parecía confundida. La picha, confundida, intentó salir del suelo, con mucha más fuerza esta vez... Pero... *¡Pom! ¡Pom! ¡Pom!* "¡¿Qué diablos es esto?! ¡¿Había antes una roca aquí?! ¡No puedo levantar mi brazo! Espera un segundo..." El raptor subterráneo luchó y luchó, pero fue inútil. "¡Gahhh! ¡Ahora el resto de mis extremidades también están enredadas! Maldita sea, ¡¿por qué mis músculos tienen que ser tan grandes?! Thorn y Bloom se miraron confundidos. "¿Pasó algo, Terror?" Preguntó Bloom. La polla empezó a empaparse de sudor, pero esta vez no por excitación. "Umm... En realidad, sí. Creo que me he quedado, uh... Bueno..." "¿Sí?" dijo Thorn. "...Atascado." El pene no estaba mintiendo, su uretra derramando una lágrima de orina en su impotencia. "Esto... ¿Ayuda?" *************************** "¡Un trabajo extraordinario, os lo digo yo!" Dijo la vieja tortuga. "¡Ni en mis sueños había imaginado un desenlace más feliz! ¡Todo Valle Glorioso está salvado, y todo gracias a nuestros temerarios héroes, Bloom y Thorn!" "Pero realmente no hicimos nada". Admitió Bloom. "Terror se atrapó a sí mism-" "Os merecéis una jugosa recompensa". La vieja tortuga continuó. Thorn rápidamente puso un dedo delante de los labios de Bloom. "¡Ohhh! ¡Cosas gratis! ¡Dame, dame!" "No me refiería a una recompensa material... No, vuestra recompensa es que seréis invitados de honor en el próximo Festival de Primavera de Valle Glorioso". "¡Oh, eso suena divertido!" dijo Bloom. "¡Lo estaremos esperando con ansias! ¡Gracias alcalde Parsley!" "¡HEY! ¿De qué habláis todos? ¡¿Cuándo me dejarán salir de esta prisión indigna?!" Dijo la polla encerrada dentro del jardín de Bloom rodeado de lindas vallas rosas, el resto de su musculoso cuerpo de dinosaurio quieto atrapado bajo tierra. "¡Estoy harto de que sólo me alimenten con comida regurgitada a través de esta estúpida pajita!" Toda la población de Valle Glorioso se había reunido alrededor del humilde jardín de Bloom para celebrar su victoria, la polla de dinosaurio que estaba en el centro era un verdadero testimonio del implacable coraje de Bloom. Sauss señaló el miembro gigante y palpitante. "Um, sí, esa es la polla". Dijo el hurón pijo. "Esa es definitivamente la polla del rufián despiadado que me folló el culo, escupió en mi boca e insultó el tamaño de mi polla, sí, en ese preciso orden." Curiosamente, Cheesie parecía decepcionada. "¿Fui al peluquero de lana por nada? Hoy en día capturan a los criminales demasiado rápido." Dijo la oveja. Bone tocó las venas duras en la superficie de la polla de Terror. "Este pollón de dinosaurio ha estado erecto toda la tarde". Dijo el rinoceronte gordo. "¿Alguien deslizó pastillas de viagra en su pajita para respirar? No es que lo desapruebe, por supuesto. El bastardo se lo merece. Deberíamos hacer eso todos los días para que esté bien expuesto y desesperado." La vieja tortuga sonrió a los conejos. "Sois lo que no hay. ¿Ahora, haréis los honores?" Parsley entregó a cada conejo un palo ceremonial con un gran peso colgando de uno de sus extremos. "¿Hola? ¿Siguen ahí? Están ideando una manera de sacarme de aquí, ¿verdad?" Se podía escuchar decir al pene permanentemente erecto, completamente inconsciente de su destino. Bloom se volvió hacia su amante. "¡Esto es tan asombroso! ¡No sólo capturamos al criminal más temible del Valle, sino que también reconstruimos el monumento principal de la plaza!" "¿Monumento?" La polla reflexionó mientras todos lo ignoraban. "Estás hablando de esa estatua fálica que rompí al intentar usarla como consolador, ¿me equivoco? ¿Qué tenía de especial? ¡Todo lo que hacíais era golpear su base con palos cada hora para indicar la hora! ¡El sonido que hacía era tan fuerte y molesto que les hice un favor a todos al destruirlo! "Considerando que ustedes fueron los que reconstruyeron la Gran Torre del Reloj de Valle Glorioso, según la tradición deben ser los primeros en hacerlo sonar. También pueden bautizar este monumento renacido como quieran". Dijo la vieja tortuga. Thorn besó a Bloom. "Somos lo suficientemente afortunados de ser quienes nombramos esta fea 'flor', ¿cómo deberíamos llamar a este asqueroso falo?" Preguntó mientras señalaba el órgano de Terror con su bastón ceremonial. "¡Es como un sueño hecho realidad!" Bloom sonrió inocentemente. La polla gigante tenía un nombre apropiado tal como estaba, porque *Terror* era lo que sentiría cada vez que se acercara cada hora en punto. Pero el benevolente Bloom fue lo suficientemente misericordioso como para borrar el pasado del miembro palpitante. "¡Lo llamaré la Gran Polla Reloj!" "¡Diez segundos para la medianoche!" Anunció el rinoceronte gordo. "¿Estás listo, mi amor?" Bloom preguntó risueño a su compañero, extendiendo su pata. "¡Nací listo!" Thorn tomó la pata de Bloom con una sonrisa. "¡Vamos a sacarle todo el semen a esta polla mala!" "Cinco, cuatro..." "¿Por qué estáis todos tan silenciosos de repente? ¿Me sacaréis de aquí ahora?" Preguntó desconcertada la Gran Polla Reloj. "¡Dos, uno...!" Los conejos embistieron sus palos ceremoniales con fuerza contra las bolas de la Gran Polla Reloj. El malvado dinosaurio ahora no más que un simple monumento obsceno lanzó un fuerte grito de terror anunciando la medianoche y el inicio de una nueva era de paz para todos los animales del Valle. Aún así, esta era una ocasión especial y, por lo tanto, los dos amantes no detendrían su peculiar celebración hasta que la Gran Polla Reloj tirara ráfagas de semen de dinosaurio por todo el cielo estrellado de Valle Glorioso como si de fuegos artificiales se tratara. "¡Mis HUEVOOOOOOOOOOOOOOS!"