Febrero había empezado y con ello las decoraciones cursis y la venta desmedida de los clásicos obsequios para San Valentín. Los adolescentes y jóvenes adultos aprovecharían está oportunidad para declarar sus sentimientos a las personas que aman. Otros simplemente esperan para ver cuántos obsequios recibirán. Y los estudiantes de la Academia UA no eran la excepción para estás cosas. Las chicas se reunían para hablar acerca de a quién le darían chocolate, quién de ellas recibiría más obsequios y diciendo que Uraraka probablemente le daría chocolates a Deku. Cosa que siempre la hacía sonrojar y ponerse nerviosa. Pero nuestro protagonista estaba en el otro lado. "Para lo único que sirve está estúpida festividad es para aprovechar las ofertas y comprar chocolate chocolate blanco!" Bakugou exclamó sonando molesto. Kirishima sonríe. "Ah. Puede ser que el chocolate blanco sea tu favorito?" "Kacchan siempre dice lo mismo de San Valentín…" Deku comenta con una sonrisa titubean te. "... Pero aún así él era el chico que recibía más cosas en nuestra escuela." "Bastardo afortunado." Minera dijo con su voz llena de envidia y veneno al ver lo popular que era otro chico cuando él jamás a recibido nada en San Valentín. "Qué diablos me llamaste!? Pequeño pervertido!" Bakugou estaba listo para hacer explotar a su compañero de clase. Mientras una buena parte de los muchachos se enfocan en evitar que su explosivo compañero destruya la habitación otros solo bebían té tranquilamente. Uno de ellos es Kouji Koda, el chico que habla con los animales. Como de costumbre él había permanecido en silencio mientras los otros hablaban. Pero la timidez del muchacho ahora tenía una justificación. Después de celebrar su cumpleaños el 1 de Febrero Koda reunió todo el valor y coraje que él posee para escribir una carta de amor. Él tardó 5 días en escribir la carta debido a que siempre se detenía a causa de la pena. Pero finalmente él tenía la carta. Un sobre rosado sellado con una linda estampilla de conejito. Ahora estaba el enorme problema de cómo entregar la carta. Habían pasado los días y casi era San Valentin. “Dejen de hacer escándalo en mi habitación!” Sato exclamó para que sus compañeros se calmaran. “Y por qué teníamos que reunirnos en mi habitación!?” En ese momento la alarma del pequeño horno de cocina que Sato tenía en la habitación suena, indicando que las galletas que él había preparado estaban listas. Todos miraron con interés dejando claro el motivo de porque ese era el lugar para reunirse. “D-desgraciados…” Sato se puso unos guantes y sacó una bandeja llena de galletas. “Puede ser que tu te confieses con algún dulce casero?” Kaminari preguntó con una sonrisa divertida. “Después de todo, a las chicas les gusta tu cocina.” Sato dejó la bandeja a un lado para que las galletas se enfríen. “Ni siquiera sabría cómo ir a confesar me.” Él piensa unos momentos. “En mi escuela siempre lo hacían al inicio de clase, prácticamente delante de todo el salón de clases.” Koda casi escupe su té. Él sería incapaz de hacer algo así! “Sin vergüenza de mostrar sus sentimientos? Eso es bastante varonil!” Kirishima dijo con emoción. “Deja de gritar cabello de mierda!” Bakugou gritó. “Y no digas tonterías! Seguramente eran chicas las que hacían eso mayormente! No tiene relación con ser varonil!” Kaminari acaricia su barbilla con una sonrisa. “Yo prefiero algo más estilo. Llegar con un atuendo genial y llamativo a un lugar de encuentro para confesarme.” Koda pensó en eso. Pero él no tenía nada que sea de esa forma. Él siempre se había inclinado por ropa simple o cosas lindas. “Deku! Como te declararias tu?” El chico rubio cuestionó. El estudiante de pelo verde fue sorprendido por ello pero pensó sobre eso. “Yo… supongo que llegaría con mi traje de héroe y chocolate.” “Midoriya-kun! Ese es una forma inapropiada de usar nuestros uniformes de héroes!” El presidente de la clase, Iida, regaño a su compañero. “Y lo apropiado es vestirse de manera formal y elegante! Demostrando que hablas en serio!” Él agregó. Koda imagino ambas cosas. Él tenía un traje para usar en ocasiones elegantes. Y el traje de héroe le daba un poco más de confianza y coraje. Mineta sonríe y entrecierra los ojos. “Si es para entregar una carta a una chica, hay que dejarla en el cajón de su ropa interior. Y si ella viene a declararse prefiero que sea con un traje de stripper.” Declaró el muchacho más pervertido de la ciudad. Esta vez Koda si escupió su té al imaginarse a sí mismo haciendo tales cosas obscenas. La ventana de la habitación fue abierta y Minoru Mineta fue lanzado lejos por un gran número de los muchachos presentes. El pequeño cachondo cruza el cielo gritando y mojando sus pantalones dejando un arcoiris detrás de él. Mineta estaría bien? Realmente a nadie le interesaba eso. “Ese pequeño cornudo cachondo!” Bakugou grito molesto. “Como mierda es que él no esta en una cárcel de pervertidos!?” “Eso fue muy inapropiado, incluso para él.” Tokoyami habló por primera vez. Koda asiente repetidamente mientras limpia la mesa debido al té que él derramó. “Aunque ahora que salió el tema…” Kaminari mira hacia arriba unos momentos. “Si una chica viene a declararse a mi… me haría ilusión verla vestir algo lindo.” Los muchachos empezaron a imaginar sus propias escenas en sus cabezas de cómo esa persona especial llegaba hasta ellos con un atuendo adorable. Todos se sonrojaron. Pero nadie dijo nada en contra de eso tampoco. Algunos ni siquiera pudieron ocultar una sonrisa. Koda traga saliva. Parece que él encontró algo para trabajar en su declaración a la hora de entregar su carta de amor. Ahora él solo tendría que reunir valor para hacerlo. Los muchachos continuaron hablando y comiendo las galletas que Sato preparó hasta que se hizo tarde. Los muchachos se separaron y regresaron a sus respectivas habitaciones. --- Koda abrió los ojos. Delante de él estaba todo el salón de clase, incluso personas de otras clases estaban allí reunidas. Nadie estaba hablando. En realidad todos parecían estar mirando a Koda. Koda cerró los ojos y su cuerpo se movió automáticamente, extendiendo sus manos con la carta de amor que él había escrito. “T-Tu… tu me gustas mucho!” El joven aprendiz del héroe dijo en voz alta, una voz que ni siquiera él sabía que tenía. En vez de una respuesta se escucharon varias risas. Koda abrió los ojos y vio a la gente señalando mientras se ríen. Una voz resaltó de entre las risas. “Esa es tu idea de lindo?” Koda entonces se miró a sí mismo. El muchacho jadeo y se sonrojo intensamente al verse vistiendo un traje de Pussycats, la versión roja para ser más exactos. El aire recorriendo sus piernas desnudas fue lo que le hizo reaccionar y empujar hacia abajo la falda en un intento de cubrirse y de que nadie vea su ropa interior. Entonces la persona tomó la carta y la rompió. “En verdad creías que te aceptaría estar con alguien como tu?” Esa persona se ríe. “Mirate, te estas orinando!” Koda no necesitaba mirar, el sentía algo caliente escurriendo por sus piernas y luego el sonido de gotas contra el suelo. El joven aprendiz de héroe ya no aguanto más y corrió hacia la puerta del salón de clases. Solo para acabar dentro una vez más. Koda continuó intentando salir pero cada vez que él cruzaba la puerta se encontraba de nuevo dentro del salón de clases con todos riéndose de él y la persona que le rechazó. --- “WAhhh!” Koda gritó mientras se sentaba en su cama. Él jadeaba y temblaba ligeramente cubierto de sudor. Koda mira alrededor notando que él estaba en su habitación. La luz de noche estaba encendida, sus peluches reunidos en la esquina y su conejo mascota ahora se encontraba despierto también. “F-fue un… una pesadilla?” Koda lentamente se tranquilizó y su respiración se volvió normal. Aunque al hacerlo él noto que no era solo sudor lo que él sentía. El estudiante se sonrojo intensamente al ver que había una mancha húmeda de tamaño considerable en su cama. Él cubre su rostro avergonzado y da pequeños gritos de vergüenza. Los cuales eran un poco adorables. Koda salió de la cama y encendió la luz de la habitación, viendo claramente el tamaño del accidente en la cama y en su pijama onesie con forma de conejito. Lo primero que hizo fue quitarse esa ropa mojada, al menos nadie le vería desnudo en su habitación. Él tranquilizó a su mascota, el grito le había asustado, por lo que Koda le susurró un poco y le dio un trozo de zanahoria. Con eso arreglado el estudiante se enfrentó a su mayor problema, las cosas empapadas. Él mira al reloj notando la hora y pensando en que todos están durmiendo decidió ir a lavar todo. Obviamente Koda se puso ropa interior limpia y una playera. La idea de caminar desnudo por la residencia de estudiantes le causaba problemas. Él recogió todo en un cesto y se fue sigilosamente hasta el cuarto de lavado. Koda no perdió tiempo en colocar todo en una lavadora y encenderla. Que el lugar se hiciera para amortiguar el sonido de las máquinas nunca fue tan bien recibido como hasta ahora. El ciclo de lavado tardaría un poco así que Koda decidió ir a buscar un vaso de leche para ayudar a volver a dormir. Él caminó hasta el área común y encendió la luz de la cocina para no tropezar con alguna silla o algo así. “Huh!?” Resulta que Koda no era el único que estaba en una incursión nocturna. Fumikage Tokoyami estaba en el refrigerador con una cuchara en su boca. El cuervo trago la comida y saca la cuchara. “Koji? Qué haces aquí a estas horas? Y.. huh…” Ambos estudiantes se sonrojaron recordando sus respectivos atuendos. Koda se puso una playera amarilla con la caricatura de un león y unos calzoncillos con lindos animales del bosque. Tokoyami tiene una camisa de tirantes negra y unos calzoncillos negros con corazones rojos. Ambos muchachos se cubrieron y miraron apenados al otro. “... Nadie necesita saber de esto.” Fumikage dijo con una expresión seria con un sonrojo en sus plumas. Koda asintió estando de acuerdo. Ambos se quedaron sin saber qué hacer a continuación. Además de evitar la mirada del otro. Fumikage fue quien rompió el incómodo silencio. “Supongo que tu también estás teniendo problemas para dormir y viniste a buscar algo.” Koda asintió ligeramente. “Leche caliente?” El cuervo recibió otro asentimiento del chico tímido. Tokoyami se encargó de calentar 2 vasos de leche en el microondas. Entonces ambos muchachos se sentaron juntos en la mesa, incluso si no había dicho nada para hacer esto. Ambos estaban en silencio, siendo los más callados de la clase era difícil que surja una conversación entre ellos. Aunque lentamente se acostumbraron a la presencia del otro. Koda juega con sus dedos queriendo decir algo. Entonces él voltea para ver a Tokoyami, encontrándose con que el joven cuervo hizo lo mismo. Ambos desviaron sus miradas. “Ustedes 2 me desesperan!” DarkShadow exclamó mientras sale del torso del usuario. “Son 2 jóvenes en la madrugada de San Valentín, solos en la cocina y vistiendo ropa interior! Digan algo!” Darkshadow cruzó sus brazos después de regañar a ambos. Koda se sonroja y cubre su rostro. Tokoyami tenía una mirada molesta pero su rostro estaba rojo. “Adentro, ahora.” Él dijo secamente. La sombra suspira molesta y vuelve al interior de su usuario. El cuervo suspira y rasca su mejilla incómoda. “Lo siento, Darkshadow siempre ha sido un boca floja. Espero que no te moleste.” El chico tímido lentamente descubrió su rostro y luego negó con la cabeza. Kota traga saliva ligeramente. “... acerca de… San Valentin…” Él consiguió la atención de su compañero de clase. “tu… verás a alguien?” Tokoyami se tomó un momento para asegurarse de que escuchó esos murmullos correctamente. Él rasca su nuca buscando las palabras correctas. “No… la verdad es que… no me he atrevido a pedirle nada a mi persona especial…” El cuervo nota la sorpresa en la expresión del otro chico. “Me pone nervioso ser rechazado… supongo que muchos se sienten así cuando intentan declarar sus sentimientos.” Tokoyami se sorprendió al ver a Koda asintiendo muy rápido y mirando con interés. “Pero… es bueno, verdad?” El chico tímido inclina ligeramente la cabeza mostrando confusión por esas palabras. “Lo que quiero decir es que es algo que te importa, por eso sientes nervios de que salga mal.” Koda se quedó contemplando eso. De alguna manera eso le hacía sentirse mejor. Los dos muchachos continuaron hablando, bueno, Tokoyami hablaba y Koda mayormente movía la cabeza con interés. Pero esta era la forma que ellos tenían de comunicarse. Koda comprendía las pequeñas explicaciones del cuervo y él comprendía lo que el chico tímido sentía al ver sus ligeros cambios de expresión y movimientos. Lo que inició como un accidental y vergonzoso encuentro se había convertido en un rato de ‘plática’ para estos jóvenes de pocas palabras. Pero el sueño empezó a estar presente en ambos poco después de beber la leche. Koda estaba cabeceando ligeramente con sus párpados caídos. Cosa que Fumikage noto enseguida. “Creo que es momento para ir de regreso a la cama.” Koda hizo un pequeño puchero adorable pero asintió con la cabeza. Ambos subieron hasta las habitaciones de los chicos. Sus respectivas habitaciones estaban una delante de la otra por lo que siguieron juntos hasta llegar a ellas. Ambos compartieron una sonrisa, habiendo disfrutando el tiempo juntos. Antes de que se separaran Fumikage habló. “Te importa si mañana almorzamos juntos? Me gustaría hablar de más cosas contigo.” Koda sonríe y asiente. “Me encantaría.” Él dijo con la voz más segura que ha tenido en todo su tiempo en la academia de héroes. “Genial!” Fumikage dijo un poco más alto de lo que le hubiera gustado. Él aclaró su garganta y desvió la mirada ligeramente. “Buenas noches, descansa bien.” “Buenas noches también, Tokoyami.” Koda dijo hablando normal de nuevo. Ambos entonces entraron en sus respectivas habitaciones. En cuanto las puertas se cerraron Drakshadow apareció. “Entonces lo harás mañana? Debes hacerlo. Creo que es tu mejor oportunidad de hacerlo.” Fumikage Tokoyami voltea a ver a la caja de chocolates que él había comprado, la cual es de un color azul claro y con el dibujo de un conejo en una esquina. “Creo que… puedo intentarlo.” Él dijo con una ligera sonrisa mientras caminaba hasta su cama para poder dormir. “Solo espero que Koda no se sorprenda demasiado… no me gustaría asustarlo al llegar con una caja de chocolates y una confesión.” Koda se quedó dormido apenas se acostó en la cama. Él volvió a tener el sueño de antes. Solo que esta vez él actuaba confiado mientras se declaraba a Fumikage, frente a toda la clase. Koda también seguía vestido con el traje de Pussycats. Cosa que le encantaba al chico cuervo de sus sueños. Al menos en sus sueños Koda era capaz de hacer todo por el chico que le había enamorado, aquel que le comprendía mejor que nadie.