Luis abre con cuidado la puerta del garaje de la mansión y la cerraba de la misma manera para evitar hacer ruido. Todos deben estar durmiendo a esta horas de la noche, pero el joven pato no se arriesgaría con su muy especial familia. Él incluso se escabulle en su pijama de pies para no hacer ruido en la habitación que comparte con sus hermanos. "Bien, ahora veamos..." Luis saca un mapa de la mansión que él había escondido dentro del pijama. El pato verde ya había estado revisando diferentes lugares de la mansión buscando los regalos enviados por algunos familiares y amigos. "Este es uno de los últimos lugares que quedan por revisar. La señora Beakley debe haber escondido los regalos aquí." Luis camina, evitando las espadas mágicas y las estatuas malditas que hay esparcidas alrededor. "Por qué tienen que guardar estas cosas aquí? Ellos tenían una isla exclusiva para un demonio." El joven pato se queja al ver tantas cosas en el garaje. Luis reviso algunas cajas, encontrando viejas lámparas sin ningún genio para conceder deseos, figuras de madera con extraños grabados, una colección de palos de golf y muchas otras cosas más que no tienen valor monetario suficiente para llamar la atención del joven pato codicioso. "Dónde pueden estar los regalos? Y por qué alguien guardaría esto?" Luis levanta un collar con un medallón de cobre oxidado. Él lo arroja a un lado y procede a seguir buscando por el garaje. El medallon se quebro y una energia magica de color verde empezo a salir de las piezas. Luis estaba revisando en una caja cuando algo pareció subir por su espalda. “Gaah! Una araña!” Él gritó pensando que un arácnido estaba metiéndose en su pijama. El joven pato salta mientras lleva las manos a su espalda, rascando intensamente para aplastar a la araña. Pero lo que sucedió fue la energía verde subiendo y entrando por su boca. Luis se atraganta ligeramente y lleva las manos a su garganta mientras lucha contra la obstrucción. Pero Luis se detuvo de forma repentina, dejando caer los brazos a los lados y con una cara relajada junto a una sonrisa soñadora. Él se relajó tanto que un poco de baba escurre. “Ohh, qué tenemos aquí?” Una voz se escuchó en su cabeza. “Parece que un bebé no podía esperar por los regalos de navidad. Que bebé tan malo eres.” La voz se burla. Luis solo podía pensar en resistirse, pero eso no parecía tener efecto alguno. Esa resistencia mental lentamente se fue desvaneciendo mientras la extraña magia se expande por el cuerpo del joven pato. “Hehehehehehehe~!” Luis empezó a reír como bobo y empezó a tocar su cuerpo, como si hubieran pasado años de no sentir sus propias plumas y carne. “Oh! Un Wee wee de bebé!” Él dijo con un apenas reconocible bulto, es pequeño, muy pequeño, pero hay algo allí abajo. “Soy un bebé que merece un buen castigo! De hecho, los bebés malos no merecen pijamas como está!” El joven pato dijo y luego empezó a rasgar su pijama con suma facilidad. Luis pronto se quedo vestido solo con unos calzoncillos amarillos de MLP, su nombre bordado en la cintura rosa hace claro que es su ropa interior y no de alguno de sus hermanos. “Ohh! Que lindo!” El dijo agitando su trasero haciendo un pequeño baile. “Veamos si puedo convertir esta linda ropa interior en un adorable sombrero!” Luis sujeta la parte trasera y tira hacia arriba, llevando el material por encima de su cabeza de una sola vez. “Oww! Eso hace arder mi trasero!!” El pato dijo con una voz aguda, obligándose a sí mismo a ponerse de puntillas debido a la fuerza del calzon chino. Su trasero se bebé quedó expuesto cuando el material se enterró entre sus nalgas. “Ohhh! Aquí viene algo~!” Luis empezó a orinarse encima. Aunque a él no parecía importarle. Él joven pato jala varias veces de sus calzoncillos y en diferentes direcciones mientras cascadas doradas recorren sus piernas hasta formar un charco en el suelo. El rostro de Luis se puso rojo por la vergüenza de todo esto, pero su cuerpo continuó maltratandose a sí mismo. ‘Luis’ pensó que él merecía un castigo especial por ser un bebé malo, así que él ajustó la ropa interior en su propia frente completando un calzon chino atómico y empezó a recorrer el garaje. Incluso con el calzon chino él parecía sacudir su cadera más de lo necesario para sentir el dolor del calzon chino con cada paso que él avanzara con una sonrisa. Luis encuentra unas correas, parecen ser parte de algo más, pero eso no importa. El toma una de las correas y sonríe como si él hubiera encontrado dinero en la calle. El pato semi desnudo entonces usó eso para golpear su propio trasero y darse a sí mismo unas nalgadas. Él tiembla y deja soltar quejidos cada vez más altos a medida de que su trasero, normalmente de color blando, empieza a ponerse de color rojo. Unas 20 nalgadas a sí mismo él se detuvo, estiró una mano hacia atrás para comprobar los resultados. “Un booty caliente y rojo para un bebé malo como este~!” Él dijo sonando bastante feliz con eso. “Ahora los toques finales.” Luis sale del garaje y mira el pasillo vacío, no es como si eso importara para eso que le estaba controlando. Las manos del pato se aferraron a la parte delantera de los calzoncillos y empieza a jalar con fuerza. “YEEEEEEEEEAAAAAAAAAKKKK!! DOBLE CALZON CHINOOOOHHHHH!!” Parece que la voz del verdadero Luis regreso, aunque más chillona que nunca. El dolor del calzon chino atómico y el frontal golpearon su cerebro como un cohete haciendo que él se orinara un poco más en el pasillo “GYYYYYAAAHH!!!” Luis terminó arrancando su ropa interior, teniendo una buena cantidad de tela colgando de su cabeza y el resto en sus manos. El joven pato cae sobre su espalda, desmayándose con su pequeño pene mostrándose para cualquiera que camine por aquel pasillo. Y esas personas fueron sus hermanos, ambos vistiendo los mismos pijamas de pies con una aleta en el trasero, solo que de color rojo y azul respectivamente. Paco parecía completamente despierto y listo para pelear de manera épica contra cualquier intruso. “Muestren sus caras! Ninjas conejo que roban ropa interior!” … Parece que el pato azul estaba teniendo un sueño divertido. Hugo estaba frotando el sueño de sus ojos. “No grites tanto o terminarás en el regazo de alguien. Sigh~” El pato rojo da un largo bostezo antes de notar a Luis desmayado. “Adivinare, búsqueda de regalos.” Él no parecía estar sorprendido. “Hehehe~ Pero si es el más PEQUEÑO de los hermanos~!” Paco dijo con clara diversión al ver a su hermano, sin importarle como él terminó de esa forma, esto era solo demasiado bueno. “Él se mojó esta vez, eso significa pañales! Lo ves? No soy el único que los necesita de vez en cuando! Luis también necesita volver al entrenamiento para ir al baño.” Solo Paco estaría orgulloso al admitir sus propios problemas ocasionales de pantalones mojados. Bueno, al menos ahora él no estará solo en eso. Hugo recoge a Luis. “Si, si. Vamos de nuevo a la habitación y pongamos los traseros de ambos en pañales…” Él sonaba más cansado que divertido a causa del sueño. Seguramente mañana ellos se estarán burlando y divirtiendo con esto. Aunque tal vez ellos tarden en descubrir el medallón roto, así que probablemente ellos tendrán más momentos divertidos con el pequeño Luis.