Meowth caminaba con mala cara detrás de sus compañeros del Team Rocket, Jessie y James. El pokémon felino no estaba nada feliz debido al lugar hacia donde se estaban dirigiendo. Resulta que a nuestro Team Rocket favorito se les asignó una misión en un lugar en concreto, el problema es que no permiten que los pokémon estén fuera de sus pokeball. Normalmente ellos lidian con esto utilizando disfraces para engañar a todos. Pero su jefe, Giovanni, ya había hecho arreglos para que Meowth se hospedará durante la misión. Meowth se emocionó, imaginando que su querido jefe lo enviaría a un hotel lujoso, a unas aguas termales o incluso pasar tiempo con él. Pero esa emoción duró poco ya que en realidad Meowth estaría pasando los próximos días en… una guardería pokémon. El Team Rocket finalmente llegó a la guardería, un gran edificio con la forma de un Chansey. “No puedo creer que yo esté haciendo esto.” Meowth dijo con mala cara. “Tienes que hacerlo, fue una orden directa del jefe.” Jessie le recordó a su compañero. “Y recuerda comportarte, no querrás que el jefe se enoje contigo por causar problemas.” “Piensa en esto como unas vacaciones pagadas.” James dijo intentando animar a su amigo. “Tendrás comida, un buen lugar donde dormir y no tendrás que trabajar.” Después de esas palabras de aliento el trío de villanos entró en la guardería, siendo recibidos por la recepcionista, una mujer de cabello recogido de color verde, con lentes y usando un mandil con bolsillos. “Bienvenidos!” Ella saludó con una gran sonrisa y rápidamente noto al Meowth. “Oh! Ustedes deben ser los que hicieron la reserva!” La recepcionista ni siquiera esperó una respuesta para acercarse al felino. “Hola pequeñín. Mi nombre es Anna, espero que nos divirtamos mucho durante tu estancia.” Meowth dio un paso atrás cuando la mujer invadió su espacio personal. “Hola…” “... … ah?” Los lentes de la recepcionista casi se caen cuando escucho al pokémon hablar. “Hahahaha!” Ella intentó disimular su reacción con una risa nerviosa mientras acomodaba sus lentes. “Creo que de tanto trabajar con Pokémon empiezo a imaginar cosas, por un momento me pareció escuchar al Meowth hablar como un humano! Hahaha!” Meowth gira los ojos, la gente suele sorprenderse cuando le escuchan hablar por primera vez. Y otras veces creen que empiezan a enloquecer, como ella. “Puedo hacer más que solo hablar, también soy un gran cantante y tengo muy buenos chistes para compartir.” La mujer se queda sin palabras durante casi un minuto completo, luego se dirige a Jessie y James. “Disculpen… ustedes también escuchan al Pokémon hablar?” Después de aclarar que la pobre mujer no estaba loca y que Meowth puede hablar, Jessie y James se despidieron de su compañero. “Portate bien y no olvides divertirte.” “Divertirme, por supuesto.” Meowth murmuró, todavía sin gustarle estar en ese lugar. La recepcionista, ahora más calmada al entender la situación, recogió al pokémon en sus brazos. “Bueno, pequeño amigo, vamos a prepararte para ir con el resto de los demás.” Meowth parpadea confundido. “Prepararme?” Anna llevó a Meowth a través de una puerta, la habitación en donde todos los pokémon que llegan a la guardería son preparados. Ella deja a Meowth sobre una mesa acolchada y busca algo rápidamente. Ese algo resultó ser un pañal! “Qué!? Por qué sacas eso!?” Meowth se escandalizó al ver la prenda infantil. “Son las reglas de la guardería.” La mujer dijo calmadamente y con una cálida sonrisa. “Somos una guardería especializada en cuidar a los pokémon bebés, dejando que exploren libremente mientras están protegidos. Por eso todos los pokémon tienen que usar un pañal.” El rostro de Meowth se sonrojo con la sola idea de usar un pañal. “Debes estar bromeando, soy un pokémon maduro y literalmente soy tan inteligente que puedo hablar!” “Esas son las reglas de la guardería, sí tus dueños decidieron dejarte bajo nuestro cuidado es porque ellos aceptaron nuestras normas.” La recepcionista aclaró, permaneciendo firme. “No tengo dueño! Soy un pokémon libre!” Él aclaró, no queriendo ser confundido por un pokémon hogareño. El sonrojo de Meowth se incrementó al pensar en que su jefe podría estar al tanto de esto. Eso también podría significar que sí Meowth causa problemas su jefe sería notificado al respecto. Así que, aunque sea un golpe duro para su orgullo, Meowth debía seguir con esto. “Bien.” Él mira lejos avergonzado. “Solo acabemos con esto.” Anna sonríe y acaricia a Meowth en la cabeza. “Que buen gato eres. Verás que no es tan malo.” Ella entonces se puso a trabajar en ponerle el pañal a Meowth, asegurándose de pasar con cuidado la cola del pokemon por el orificio para la cola, rociar talco para bebés, finalmente cerrar el pañal y pegar las cintas. “Todo limpio y acolchado.” La mujer dijo mientras comprobaba que el pañal estuviera bien colocado. Meowth se sentó y se vio a sí mismo, sus piernas eran forzadas a mantenerse separadas debido al pañal, el cual era de un color azul claro con imágenes de Pikachu. “Por supuesto que su imagen me seguiría hasta aquí.” Él dijo, avergonzado por lo ridículo que se ve. “Ahora vamos a vestirte con las demás cosas.” Anna dijo con una sonrisa. “Qué!? Más!?” Meowth ya podía sentir su rostro volverse rojo por la vergüenza. La mujer vistió al pokémon con un pijama onesie de color azul bebé. “Esto te mantendrá caliente mientras estás en la guardería.” Ella luego le colocó a Meowth unos guantes y patucos que combinan con el pijama. “Esto evitará que te lastimes a ti mismo y a los demás con tus garras. No queremos que ningún pequeño amigo se lastime mientras juega” “Lusco absolutamente ridículo!” Meowth dijo con su rostro completamente sonrojado al verse vestido completamente como un bebé. El pijama ni siquiera hacía algo para esconder su pañal, el bulto acolchado alrededor de su cintura sigue siendo notable. “Yo pienso que luces realmente adorable~!” La recepcionista dijo con una sonrisa. “Lo único que hace a los pokémon más lindos es cuando visten lindos atuendos~!” “Este no es un lindo atuendo! Es un atuendo humillante!” Meowth protestó. Anna hizo caso omiso a las palabras de Meowth y lo recogió en brazos. “Ahora vamos a llevarte con los cuidadores y con los demás pokémon de la guardería.” Ambos atraviesan una puerta y llegan a la guardería, un enorme lugar con el suelo alfombrado, la mitad interior de las paredes estaban acolchadas y la mitad superior estaba pintada para que pareciera un cielo con nubes felices, pokémon amigables y un gran sol sonriente. Había peluches y juguetes suaves por todas partes para que los bebés pokémon pudieran jugar, incluso había una música suave que ayuda a que los pokémon se relajen. Meowth noto otras puertas, imaginando que se trataban de otras habitaciones con cosas para cuidar a los pokémon, como una cocina llena de comidas o una habitación con cunas. Y por supuesto, había muchos bebés pokémon allí. Meowth, al ser capaz de entender a otros pokemon, escucho como la mayoría balbuceaba o les costaba decir palabras simples. No hay duda de que todos son bebés, convirtiéndolo en el pokémon más maduro de allí. “Ahora vamos a presentarte con las personas que estarán cuidando de tí.” La recepcionista llevó a Meowth hasta una esquina de la guardería, en donde se encontraba uno de los cuidadores leyendo una historia. “Daniel, tenemos un nuevo amigo especial con nosotros.” Daniel es un hombre de cabello y rubio rizado, con unos ojos finos de color cafe y llevaba un mandil de color azul con algunas manchas por cuidar de los pokémon por bastante tiempo. El cuidador cerró el libro y se levantó de su asiento con una sonrisa. “Bienvenido, pequeño amigo, llegaste justo a tiempo para la hora del cuento. Que suerte!” Meowth infla las mejillas haciendo un adorable puchero enojado. “No pienso lo mismo.” “... … UN MEOWTH QUÉ HABLA!?” Daniel retrocedió asustado, sacando aparentemente de la nada un rosario, una cruz, un collar de ajos y cucharas de plata. “Esa reacción es nueva…” Meowth comentó al ver al hombre espantado. Anna sonríe nerviosa. “Si, yo también me sorprendí cuando escuché que él hablaba. Pero te aseguro que no es un mal gatito.” Ella dijo, intentando calmar al cuidador. Anna colocó a Meowth en un andador para bebés mientras se iba a calmar a Daniel. El felino pokémon estaba indignado por ser colocado en un juguete para bebés, así que él intentó salir, solo para descubrir que él no podía hacerlo. Por más que Meowth empujaba con sus manos su trasero acolchado no se elevaba lo suficiente para salir del andador. Las cosas solo se complicaron cuando algunos pokémon bebés se le acercaron, curiosos al ver un pokémon más grande que ellos. Meowth suspira, recordando que no debe causar problemas, así que él hace lo posible por ignorar a los bebés que le tocan curiosos. Tal parece que los días en la guardería serán muy largos para el felino pokémon. Después de que Anna pudiera tranquilizar a Daniel ella regresó a la recepción a seguir su trabajo, dejando a Meowth bajo el cuidado de Daniel. Aunque él seguía algo nervioso. Aún así el cuidador intentó ser profesional. “Bueno, como yo estaba diciendo, es hora de un cuento.” Él dijo mostrando un libro con un Lucario vestido como un héroe en la portada. Todos los bebés pokémon parecían emocionados, todo lo contrario a Meowth. “No, gracias.” El pokémon felino intentó marcharse en el andador. Pero resulta que el seguro de las ruedas estaba puesto. “Por favor!” Meowth no podía moverse de ese lugar. Daniel solo escuchó lo último que dijo Meowth y le vio retorcerse en el andador, por lo que pensó que él se refería a que quería que empezara la historia. “Erase una vez, un Riolu en un reino lejano, este Riolu tenía un sueño, convertirse en un guerrero que lucha por la justicia, protege a los débiles e inspiraba a otros a seguir sus pasos…” Meowth puso los ojos en blanco, sin más opción se quedó escuchando aquella historia. Siendo un miembro del Team Rocket, no le gustaba mucho escuchar cosas de héroes derrotando villanos y demás clichés de historias infantiles. Las historias infantiles no fueron las únicas cosas que hicieron a Meowth pasar un mal rato. A pesar de ser un pokémon maduro los cuidadores de la guardería lo pusieron en una silla alta, le pusieron un babero y le dieron de comer papilla de un sabor desagradable. Al parecer esa era otra regla de la guardería, los pokémon solo pueden comer cosas suaves y fáciles de digerir. Los cuidadores incluso le dieron de beber leche en un biberón como a un bebé. Meowth se quejó por esto ya que no le gustaba ser tratado como a un bebé pero, incluso hablando, los cuidadores pensaron que él estaba siendo quisquilloso con la comida. Luego de la ‘nutritiva’ comida vino la hora de juegos para los bebés pokémon. Daniel puso a Meowth en un ‘grupo de juegos’ junto con un bebé Pachirisu, un bebé Smoochum y un bebé Wynaut. La idea era que ellos jugarán juntos pero Meowth no se divirtió en lo absoluto. Pachirisu corría bastante a pesar de su grueso pañal, él había pisado la cola de Meowth en más de una ocasión, obligando al felino a sujetar su cola para evitarlo. Eso hacía que Meowth pareciera un verdadero bebé abrazando su cola de forma tierna. Smoochum era demasiado amistoso, dando abrazos a Meowth a cada momento, incomodando al felino y volviendo a abrazarlo en menos de un minuto. Finalmente el Wynaut era muy ruidoso, intentando cantar con fuerza, aunque para Meowth eran gritos estridentes que perforaban sus oídos. Ni siquiera un chupete podía calmar al pequeño rockero y su concierto. Después del tiempo de juegos y de que los bebés agotaran sus energías llegó la hora de la siesta. Todos los Pokémon fueron llevados a una habitación llena de cunas individuales y fueron colocados allí con mantas para dormir, eso incluye a Meowth a pesar de no tener sueño. El felino estaba más avergonzado al ser puesto en una cuna como un bebé. “No pueden estar hablando en serio! Soy demasiado maduro para algo como esto!” Meowth dijo, dentro de su cuna mientras sujetaba los barrotes. Él no podría salir de allí con sus manos cubiertas por los guantes y el incómodo pañal alrededor de su cintura. “Meowth?” Una voz cercana preguntó, aunque para los demás se escuchó como un “Pika?” Meowth reconoció esa voz y volteo a ver la cuna que estaba al lado encontrándose con el pokémon que menos deseaba ver en esta situación, el Pikachu de Ash. Pero la reacción del felino fue diferente de lo que él pensaba al ver al reodor amarillo. “Hahahahahah!!” Meowth no pudo evitar estallar de risa. “Pikachu! Te ves ridículo!” El felino dijo entre risas. Efectivamente, quien estaba allí era el Pikachu que todos conocemos. Y efectivamente, él lucía ridículo. Pikachu obviamente tenía un pañal puesto, cubierto por un pijama onesie rosa! El pijama incluso tenía un gorro con orejas de conejo! Cómo alguien podría no reírse!? Naturalmente Pikachu se sonrojo intensamente por la vergüenza e intento usar la manta rosa que había en la cuna para cubrirse. “N-No tienes derecho a reírte así!” Pikachu le dijo a Meowth, obviamente ellos podían entenderse entre sí al ser Pokémon. “Aww~ El Pequeño conejito se enojó~? O quizás ya mojaste tu pañal?” Meowth se burla. Pikachu se muerde el labio inferior sintiéndose humillado. “Yo no pedí esto!” El roedor exclamó. “Lo que sucede es que Ash y su madre están de viaje al extranjero. Yo no podía ir con ellos porque en ese lugar todos los pokémon deben estar dentro de sus pokeball.” Curiosamente es casi igual al caso de Meowth. “Pensé que yo iba a quedarme en el laboratorio con el resto de mis compañeros. Pero la madre de Ash encontró un folleto de la guardería y le convenció que sería mejor que yo me quedara aquí.” Pikachu entonces desvió la mirada. “Por alguna razón me inscribieron como una ‘ella’ en el registro y por eso acabé usando estos ridículos pijama y pañal para niñas.” “Hahahaha!” Escuchar la historia solo dio más motivos a Meowth para reírse de su enemigo. Daniel noto al pokémon felino retorciéndose en la cuna y haciendo ruido, confundiendo su risa con lloros. “Alguien parece tener problemas para dormir.” El cuidador sabía qué hacer en estas situaciones. Daniel buscó en un cajón, sacando un chupete y luego empujarlo en la boca de Meowth interrumpiendo su ‘llanto’. “Esto debe ayudar a relajarte. Meowth se sonrojo al ahora tener un chupete, eso también hizo que Pikachu sonriera. Anna entró en la habitación con un reproductor. “Esto ayudará a los bebés a dormir y tener lindos sueños.” Ella colocó el reproductor encima de un mueble y lo encendió. La habitación de siestas se llenó con música suave y relajante. Los bebés empezaron a dar lindos bostezos y cerrar los ojos para ir al mundo de los sueños. Pikachu y Meowth solo giraron sus ojos ante esto, considerendo que esto era algo muy tonto e infantil como para que hiciera dormir a unos pokémon maduros como ellos. Al menos así era el principio pero apenas había pasado más de un minuto con la música cuando ellos sintieron sus párpados volverse pesados. Y en menos de 5 minutos después de esto Meowth se quedó dormido, succionando el chupete en su boca y Pikachu se durmió mientras succionaba su pulgar. Anna y Daniel vieron a ambos pokémon, sabiendo que son en realidad algo mayores para estar en esa guardería, pero al ver dormir así a Meowth y Pikachu ellos veían a unos bebés. Ni Meowth y Pikachu se estaban dando cuenta que la música de la guardería estaba empezando a afectarles, cambiando algo en ellos lentamente. --- Al acabar la siesta los encargados de la guardería empezaron su ronda de ir por cada cuna, revisando a cada pokémon bebé, el estado de sus pañales y dándoles un cambio en caso de ser necesario. Por supuesto, esto también acabó incluyendo a Meowth y Pikachu. “Veamos, pequeña, cómo está tu pañal?” Anna dijo levantando a Pikachu de la cuna. El roedor amarillo seguia medio dormido cuando la mujer abrio su pijama para revisarlo. “Parece que alguien necesita un cambio de pañales.” El roedor amarillo desperto por completo al escuchar eso y dejo de chuparse el dedo. “PIKA!?” Pikachu entonces se dio cuenta de la sensación húmeda y su pañal pesado. Anna llevó a Pikachu hacia la mesa de cambio, lo acostó y empezó a quitarle el pijama. “No te preocupes, te pondremos en un pañal seco en un minuto.” Para desgracia del pokémon amarillo, Meowth ya se encontraba despierto y podía ver esto desde su cuna. El felino se quitó el chupete y empezó a reírse mientras señala al roedor. Pikachu no pudo hacer nada más que cubrir su rostro mientras Anna le cambiaba el pañal. Él no podía creerlo, cómo es que él tuvo un accidente como ese? Y delante de Meowth! Anna le puso un nuevo pañal a Pikachu, uno rosa suave con imágenes de Beautifly, para luego vestirlo de nuevo con el pijama y llevarlo de regreso a la cuna por ahora. Meowth no podía dejar pasar esta oportunidad para burlarse. “Parece que el Pichu no pudo aguantar una pequeña siesta.” Él se ríe maliciosamente. “Parece que ellos hicieron bien en poner tu trasero amarillo en esos pañales femeninos.” Pikachu intenta esconder su rostro rojo con la capucha. “Callate. También podría pasarte.” “Por supuesto que no. Porque yo sí puedo hablar con ellos.” Meowth dijo y luego volteo a ver a Daniel. “Hey, necesito que me saques de aquí, necesito ir al baño.” Daniel se puso tenso, casi olvidándose del pokémon parlante. “Huh, lo siento pequeño amigo, pero no podemos dejar que los pokémon vayan al baño. Normas de la guardería.” “Qué!?” Meowth empezó a sonrojarse. “Pretendes que yo haga mis cosas en… esto!?” Él dijo señalando al pañal debajo de su pijama. Meowth sujeta los barrotes de la cuna. “No puedes obligarme a hacer algo así! Soy un pokémon maduro capaz! No un bebé!” Lo peor de esto es que Meowth podía sentir su vejiga pidiendo por algo de liberación. Fue el turno de Pikachu para reírse y burlarse de su enemigo. “Parece que alguien va a tener que usar su pañal, como un pequeño gatito bebé. Hahahaha!” “Oh, cállate! Tú literalmente acabas de mojar tu pañal” Meowth respondió. Daniel observó con incredulidad como ambos pokémon discutían, aunque él sólo entiende lo que el felino dice mientras que solo escucha ‘Pika pika chu’ del roedor amarillo. Incómodo por esto Daniel decidió saltarse a Meowth e ir a comprobar a los otros bebés. Después de un vergonzoso chequeo de pañal Meowth fue dejado fuera de la cuna. Aunque el pokémon felino no estaba complacido ya que su vejiga estaba temblando más que antes. Meowth presiona sus manos sobre su entrepierna acolchada mientras camina por la guardería buscando el baño. Con suerte él podría usarlo antes de que alguien lo vea. Pero Pikachu tenía otros planes. El roedor amarillo fue detras del felino y coloco sus manos a sus costados. “Ataque de cosquillas!” Pikachu empezó a mover sus manos arriba y abajo. “Bwaaahahahahahahaha!” Meowth no pudo evitar empezar reírse con las cosquillas, su cuerpo se había vuelto más sensible desde que llegó a la guardería. “No! Hahaha! Alejate! Hahahaha!” Meowth intenta alejarse de Pikachu, pero con sus manos cubiertas por los guantes él no podía apartar al roedor amarillo que deslizaba sus manos freneticamente. Algunos bebés vieron esto y, pensando que se trataba de un juego, se unieron haciéndole cosquillas a Meowth. El felino a cabo en el suelo retorciéndose mientras era rodeado de otros pokémon. Naturalmente esto hizo que lo inevitable sucediera, con Meowth sintiendo como su vejiga se vaciaba en su pañal haciendo que una sensación húmeda y cálida se extendiera por toda la parte delantera a la vez que el pañal se vuelve pesado. Pikachu escucho como Meowth estaba mojando su pañal, haciendo que una sonrisa se extendiera por su rostro. “Parece que ahora es el turno del Meowth bebé para cambiarse el pañal!” El roedor amarillo exclamo al haber logrado su objetivo. El alboroto rápidamente llamó la atención de Daniel, quien inicialmente se enterneció al ver a Meowth ‘jugando’ con los otros bebés. “Aww~ Que bueno que todos se convirtieron en amigos! Anna tenía razón contigo, realmente eres un buen gato.” Meowth no pudo responder a eso, ya que los otros bebés continuaron haciéndole cosquillas. No fue hasta que ellos se detuvieron que el felino logró dejar de agitarse, ahora acostado en el suelo, con la respiración acelerada y su rostro teñido con vergüenza al sentir su pañal empapado. “Voy a… hacer que esa… esa rata amarilla… pague por esto…” Meowth dijo mientras intentaba calmar su respiración y aclarar sus ideas. Pero la música de la guardería hacía que fuera difícil concentrarse en algo concreto. Uno de los cuidadores de la guardería se acercó a Meowth para comprobar sí él estaba bien al ver su rostro sonrojado y su forma de respirar. Después de confirmar que el felino estaba bien y que solo había jugado demasiado con sus amigos el cuidador llevó a Meowth a la mesa para cambiar pañales, recostando al pokémon sobre la superficie suave. (Esto es tan humillante.) Meowth pensó, cerrando los ojos con fuerza mientras el cuidador le quitaba el pijama para poder cambiarle el pañal. Meowth podía sentir las miradas sobre él. Y él no estaba del todo equivocado, Pikachu estaba a un lado, riéndose entre dientes mientras le cambian el pañal a Meowth. “Parece que alguien es un bebé bastante grande, mojando tu pañal estando completamente despierto.” El cuidador solo escuchaba los “Pika pika” del reodor amarillo, pensando que él estaba dandole consuelo a su amigo o algo así, sin sospechar que en realidad él se burlaba. Pero Meowth sí que entendía, lanzando una mirada a Pikachu y murmurando entre dientes. “Al menos no soy confundido con una niña, Pika rosa.” “Huh…” El cuidador estaba confundido por lo que Meowth dijo. Así que él decidió apresurarse y ponerle a Meowth un pañal nuevo, esta vez uno azul claro con imágenes de pokémon de agua. “Ya casi estás listo para seguir tu día en la guardería.” Después de que Meowth fuera vestido de nuevo vino el tiempo de juegos en parejas. Y como Pikachu estaba cerca él fue asignado como su compañero. Ninguno de ellos estaba feliz con esto, de hecho ellos intercambiaban miradas molestas con el otro. “Muy bien, pequeños amigos, veamos con que podemos jugar.” Daniel dijo, llevando a ambos pokémon hasta el baúl de los juguetes. “Podemos jugar con unos peluches, intentar armar un rompecabezas, aprender las formas o quizás jugar con bloques.” Meowth sonríe amargamente al escuchar las opciones que ellos tenían. “No creo que este ratón sea capaz de hacer algo constructivo, especialmente no ahora.” Pikachu le lanza una mirada molesta. “Qué quieres decir con eso?” “No lo entiendes? Digo que eres demasiado torpe.” Meowth mira con la misma intensidad a su enemigo. “Deberías quedarte jugando con peluches mientras te chupas el dedo.” “Puedo construir grandes cosas, como montañas de basura con todos los robots que tú y tu grupo han intentado usar!” En cuanto Pikachu respondió chispas volaron entre las miradas de ambos pokémon. Este podría ser un momento de tensión de no ser por sus atuendos. Daniel solo observo confundido mientras ambos pokémon aparentemente estaban poniéndose de acuerdo para jugar con algo. “Entonces… quieren los bloques?” Meowth y Pikachu miran a Daniel, luego miran al otro de nuevo y finalmente apartan sus miradas molestos. Daniel les dio a ambos unos bloques para que pudieran construir algo o quizás intentar deletrear cosas. Aunque ambos pokémon tienen una idea diferente. Pikachu empezó a apilar los bloques en una torre, lo que no era tan fácil debido a los guantes que les hacían usar, pero él intentaba presumir de todas maneras. “Quizás deberías ir a buscar una bola de estambre o algo así para jugar.” Meowth lanzó una mirada a Pikachu. “Una torre? No eres muy creativo.” Aunque él tampoco estaba haciendo nada original, simplemente eligió hacer una pirámide y empezar a hacerla más grande. “Supongo que no se puede esperar más de un simple roedor con baterías.” Pikachu empezó a construir más rápido su torre. Pero al hacerlo los bloques no estaban bien colocados y la torre empezó a tambalearse mientras la pirámide de Meowth se mantenía sólida. El roedor amarillo intentaba mantener el balance colocando bloques del lado opuesto, hasta que por ir de un lado al otro la cola de Pikachu golpeo su torre acabo cayendo… sobre la pirámide de Meowth y la derribó igualmente. “Mi trabajo!” Meowth dijo al ver los bloques caer y rodar por el suelo. “Lo hiciste a propósito!” Pikachu se molesto por esta acusación. “Claro que no! Fue solo un accidente! Además, es tu culpa por estar tan cerca de mi! No puedes irte a otro lado?” “Por qué mejor no te vas tú y tu torpe cola a otro lado? Está claro que incluso hacer una torre es demasiado para alguien tan descuidado como tú!” Meowth respondió molesto. Ambos Pokémon chocaron sus frentes en una lucha de miradas bastante feroz. Aunque rápidamente dejaron eso y volvieron a sus respectivas construcciones para demostrar al otro quién es el mejor con la música de la guardería de fondo. Pero ambos empezaron a cometer errores. En su prisa de edificar Meowth colocaba mal los bloques de su pirámide, volviéndola inestable y haciendo que se cayera. La frustración e irritación del felino no hacían más que aumentar y eso solo volvía peor su trabajo. Por su parte Pikachu no dejaba de chocar con su propia torre de bloques, la derriba una y otra vez. Cuando no era su cola era su brazo o cuando se apresuraba a colocar un bloque golpeando otro y haciendo que todo se viniera abajo otra vez. Incluso cuando alguno de ellos lograba algo de progreso era el otro quien derribaba los bloques. Meowth colocaba su cola para hacer que Pikachu tropezara, Pikachu empujaba ligeramente a Meowth o directamente fingían un descuido y golpeaban el trabajo del otro. Esto desataba más discusiones entre ellos, cosa que requerían intervención del cuidador. “Meowth, no le digas esas cosas a Pikachu.” Daniel le pidió al pokémon felino. “Pikachu, no sé lo que estás diciendo pero no me gusta esa expresión.” Daniel le dijo al roedor amarillo. “Meowth, no puedes quitarte los guantes.” El cuidador impidió que el felino se quitara los guantes. “Pikachu, ten cuidado con tu cola.” Daniel intentaba hacer lo posible para que ambos pokémon lograran hacer sus cosas y evitaran que ellos pelearan. Antes de que se dieran cuenta ellos estaban apilando sus bloques de manera torpe, Pikachu luchaba por colocar 3 bloques y Meowth no lograba colocar más de 5 bloques en su pirámide. Sus mentes no lograban enfocarse correctamente en sus tareas, ellos incluso estaban empezando a olvidar porque estaban molestos en primer lugar. “Yo debo… hacer esto… debo hacerlo para que…” Meowth frota su cabeza, él se sentía confundido y algo perdido. “... por qué yo estaba haciendo esto?” “Porque es divertido!” Daniel le recordó a Meowth, sin saber lo que sucedía con el pokémon. “Solo mira a los otros bebés jugando de esta forma, todos están felices.” “Diversión… si… jugar es divertido.” Meowth hablo como sí acabara de despertar. Pikachu ya ni siquiera estaba intentando construir con los bloques, en su lugar él empezó a chupar uno de los bloques. Daniel tuvo que quitarle el juguete y darle un chupete rosa. Después de algunos minutos más de eso llegó una nueva hora de comer para los bebés. Eso significa que Meowth de nuevo fue puesto en una silla alta, solo que esta vez Pikachu estaba a su lado. El felino intentó burlarse del babero rosa de MLP que el roedor usaba pero su boca estaba ocupada con un biberón y comiendo papilla hecha con bayas aranjas. Aunque esta vez resultó más fácil comer para ellos. Meowth ya no pensaba en comer como él lo haría normalmente, esta vez Meowth pensaba en lo agradable que se siente beber leche caliente y en la alegre música que suena en toda la guardería. “Me alegra ver que ya te estás adaptando a la guardería.” Daniel dijo mientras le daba un biberón a Meowth. “Estoy seguro que ahora te darás cuenta de lo divertido que es este lugar para los pokémon.” Daniel utilizó el babero para limpiar el rostro del felino. “Diversión con los pokémon…” Meowth dijo con una sonrisa y una mirada algo perdida. “Y yo soy un pokémon, mi nombre es Meowth.” El felino se ríe ligeramente. Después de que los pokémon terminaran de comer todos fueron reunidos en un gran grupo mientras que Daniel sacaba un libro y tomaba asiento. “Hora de una nueva historia, esta vez leeremos la historia de Kirlia White y los 7 Diglett.” Los bebés de la guardería parecían emocionados mientras el cuidador empezaba a narrar la historia de una joven Kirlia que era una princesa muy hermosa y gentil. Cosa que enojaba mucho a la malvada reina Malamar. Por su parte Meowth se encontraba cautivado por la historia a pesar de que él la conoce muy bien. El felino pokémon seguía asombrándose y divirtiéndose como sí fuera la primera vez. Meowth ni siquiera se había fijado que Pikachu estaba a su lado, mojando ruidosamente su pañal. Aunque el roedor amarillo tampoco parecia notar su pañal incharse, su mirada perdida reflejaban que él estaba cautivado en la historia y de su sonrisa torpe salia un poco de baba. Uno de los cuidadores noto esto, fue a limpiarle la baba a Pikachu y le entregó un chupete el cual se aseguro de abrochar al pijama para que no se perdiera. En medio de la historia, Meowth sintió la necesidad de ir al baño nuevamente. Pero esta vez el felino no quería discutir para que lo dejaran usar el baño, él quería seguir escuchando la historia de Kirlia. Meowth pensó en ir luego de la historia pero esa idea pronto fue reemplazada con usar el pañal, él ya lo había hecho antes, así que por qué no hacerlo de nuevo? El felino se relajó y dejó que el pañal absorbiera todo mientras él seguía escuchando la historia acompañada con la relajante música de la guardería. Después de que la historia acabara los cuidadores de la guardería notaron que tanto Pikachu como Meowth había mojado sus pañales, así que ellos fueron llevados a las mesas para cambiar pañales, aceptando tranquilamente que les cambiaran sus pañales para luego seguir jugando con el resto de los bebés de la guardería, siendo unos buenos pokémon. --- Los días pasaron y llegó el momento de recoger a los pokémon de la guardería. Los primeros en pasar fueron Ash Ketchum junto con su madre. El joven entrenador estaba emocionado de volver a su fiel compañero después de tanto tiempo separados. “Rápido mamá!” Ash dijo mientras corría y se adelantó un par de metros. “Tranquilo, la guardería no se irá a ningún lado.” Delia dijo con una sonrisa. “Ya quiero volver a ver a Pikachu, nunca hemos pasado tanto tiempo separados.” Ash dijo con una enorme sonrisa. “Estoy emocionado de volver a verle y regresar a los combates!” Delia se ríe ligeramente mientras va detrás de su hijo. Al llegar a la guardería ellos se encuentran con Anna, quien los recibe cálidamente. “Bienvenidos de regreso, estábamos esperando ansiosos su llegada.” “Buen día, venimos a buscar al Pikachu de mi hijo.” Delia dijo al acercarse a la recepción. “Si, los recuerdo muy bien.” Anna dijo, recordando perfectamente el día en que trajeron a un Pikachu a la guardería para pokémon bebés. “Denme un minuto, iré a buscarla a ella.” “Ella?” Ash dijo confundido. Entonces vio a Anna regresar con su Pikachu en brazos… con un vestido rosa y un pañal!? “Pi-Pikachu?” Los labios de Ash se curvaron en una sonrisa al ver a su pokémon vestido así. Aunque él también se sonrojó ligeramente al sentir algo de vergüenza al ver a su mejor amigo vestido así. “Qué sucedió con Pikachu?” Delia no pudo evitar soltar una pequeña risa antes de contenerse. “Él se ve muy hermoso.” Anna se mostró un poco nerviosa. “Bueno, Pikachu fue registrado como un pokémon hembra.” Ella entrega Pikachu a Ash y luego saca el registro que Ash había llenado hace días antes de dejar a Pikachu en la guardería para bebés pokémon. “Aquí puede verlo.” “Permítame.” Delia dijo y tomó el registro para revisarlo. “Oh, vaya. Ash… tu caligrafía es horrible.” Ella dijo al ver la forma de escribir de su hijo. Ash se sonrojo. “Mamá!” El joven entrenador luego se concentra en su pokémon, quien amamanta un chupete con una mirada inocente. “Qué pasará con Pikachu?” “Tranquilo, suele suceder cuando los pokémon mayores se quedan aquí, se relajan tanto. Pero en unos días debería regresar a su comportamiento usual.” ndijo para tranquilizar las preocupaciones del muchacho sobre su pokémon. “Él pronto volverá a los combates.” Ash se adelantó llevando a Pikachu fuera de la guardería mientras su madre se encargaba de firmar algunas cosas. “Pikachu se ve tan adorable vestido de esa forma. Además él luce realmente relajado, él estuvo durmiendo bastante bien?” “Oh, si. Todos los pokémon duermen plácidamente gracias a la música que les ponemos.” Anna abre un cajón del escritorio y saca un CD para ofrecerlo a Delia. “Tome esto, es una copia de la música, puede considerarlo una disculpa por cualquier molestia causada.” “Oh, que amable. Me asegurare de ponerlo cada noche para que esos dos duerman bien.” Delia dijo mientras aceptaba el CD para luego marcharse con su hijo. Después de que ellos se fueran Jessie y James entraron en la guardería, queriendo reunirse finalmente con su compañero después de cumplir con su misión. “Buenos días, venimos a buscar a Meowth.” James le dijo a la recepcionista. “El Meowth que habla, sí, imposible olvidarlo.” Anna dijo con una sonrisa recordando el día que ellos llegaron a la guardería. “Permítanme un minuto, iré a buscar al pequeño Meowth.” Cuando la recepcionista se fue Jessie se volteo hacia James. “Espero que Meowth se haya comportado. Ese felino puede ser demasiado orgulloso en los peores momentos.” James se rasca la nuca. “Quizás, nunca se sabe, quizás él incluso se divirtió.” James dijo con una sonrisa que delata que él no confiaba en sus propias palabras. Anna volvió caminando con Meowth acunado en sus brazos vestido con el pijama azul “Parece que nuestro pequeño amigo quiso tomar una última siesta antes de irse.” “Ese es Meowth!?” Jessie y James se sorprendieron al ver a su compañero vestido así, especialmente por el bulto en su cintura, él realmente estaba usando un pañal? Meowth empezó a despertar, soltando un tierno bostezo mientras parpadea varias veces. Una vez que el pokémon se despertó notó que allí estaban sus amigos. “Hoddy~” El lindo e inocente saludo hizo que los miembros del Team Rocket tuvieran corazones en los ojos. “Es tan lindo! Meowth no suele actuar de esta forma tan linda!” Jassie dice soñadora mente. James toma al pokémon en sus brazos. “Es como sí él volviera a ser un pequeño Meowth!” James le hace unas cuantas cosquillas al felino en el estómago, haciendo que Meowth se riera de forma adorable e inocente. “Meowth siempre había odiado que le hicieran cosquillas, a pesar de lo lindo que él siempre actúa cuando eso sucede.” “Si, Meowth se ha relajado bastante durante su estadía en la guardería.” Anna les informa con una sonrisa. “Antes de que acabara el primer día él ya estaba jugando con los demás y haciendo amigos.” Ella agregó. “Él debería volver a la normalidad en unos días.” “Sí eso así entonces debemos aprovechar el tiempo!” James dijo bastante contento. Jessie asintió estando de acuerdo con su compañero. “Cuidemos de esta versión más adorable de Meowth. Robar a Pikachu puede esperar unos cuantos días.” Anna se sorprendió, pensando que ella había escuchado mal. “Qué cosa?” Pero antes de que las cosas pudieran aclararse Jessie y James se fueron corriendo. Jessie y James fueron directamente a buscar las cosas para cuidar del ahora bebé Meowth.