“Qué quieres qué?” Haida pregunta mientras habla por teléfono para saber si él escuchó bien eso. “Quieres que yo invite gente para una fiesta?” Al otro lado estaba el joven millonario Tadano. “Si, nos hemos reunido muchas veces pero me he dado cuenta que no conozco mucho de tus amigos. Y qué mejor que la navidad para conocer a los amigos de los amigos?” La hiena rueda los ojos. El tren de pensamiento del empresario es verdaderamente único. “Eso significa que llevarás a tus amigos también?” Tadano siente esas palabras convertirse en una flecha y ser apuñalado. “B-bueno… es que ya todos tienen planes y prefiero que sea algo informal…” “Aja, fingiré que creo esa mentira. Y en donde quieres reunirte?” Haida dijo, pensando en quienes podrían aceptar algo tan repentino. “Nada elegante, mis amigos son ruidosos.” Tadano acaricia su barbilla. “Creo que conozco un lugar para esto, también lo conoces.” - “Un karaoke? Es la primera vez que vengo a uno.” Anai dijo viendo el cartel luminoso. Ookami le da una palmada en la espalda a su compañero. “Te divertirás mucho, especialmente si Haida se pone ebrio, siempre es entretenido.” “No me hagas arrepentirme de haberte invitado.” La hiena dijo con un suspiro. Fue más difícil encontrar a gente para una repentina fiesta de navidad, especialmente de un desconocido para ellos. “Solo entremos.” Los 3 oficinistas entran al edificio, siendo recibidos por el babuino en la recepción, siguiendo guiados a la reserva. Aparentemente Tadano ya había llegado y estaba esperandolos. “Ho ho ho! Feliz navidad!” El burro recibió a los otros con un traje de Santa. Ciertamente causó una impresión en ellos, se quedaron sin palabras. “Mucho gusto en conocerles!” Anai le susurra a Haida. “En serio él es un genio de la tecnología y empresario?” “Si, aunque no lo parezca.” La hiena responde. “Nuestro anfitrión es alguien bastante animado.” Ookami se ríe ligeramente. “Gracias por invitarnos.” Él dijo acercándose y estrechando manos con Tadano. El burro se sonroja literalmente y se rasca la nuca. “Pensé que esto sería divertido para una pequeña fiesta de navidad.” Él se acerca al tejón japonés con una sonrisa suave y amable para estrechar su mano. “Mucho gusto, encantado en conocerte.” Anai se sonrojo ligeramente mientras corresponde al apretón de manos. “G-gracias por invitarnos a esta… reunión social.” El tejón necesita mejorar sus habilidades de socializar. El zorro mira a la mesa llena de bocadillos y bebidas. “Fiuu~ Veo que ya todo está preparado, incluso el karaoke parece estar preparado.” Anai hace una mueca. “Vamos a cantar?” “Estamos en un karaoke, es lo que se hace en este lugar.” Haida dijo mientras tomaba asiento. “No vamos a obligarte a cantar, solo no salgas corriendo cuando Ookami empiece.” El zorro se ríe entre dientes mientras se sienta delante de la hiena. “Definitivamente deben ver a Haida cuando se pone ebrio y agarra el micrófono, es demasiado divertido.” “Oh? En serio?” Tadano pregunta interesado por ver eso. Él se sienta junto a Haida. Anai toma asiento junto a Ookami. “Puedo imaginarme cómo es eso.” Él dijo recordando la vez que él y Haida salieron a beber juntos, la hiena era tan insolente y atrevida. Haida frunce el ceño. “Eso no va a ocurrir, somos adultos, así que debemos beber con moderación y no hacer un caos en este lugar.” Él dijo intentando poner algo de orden. -- “Traigan otra ronda de cervezas!” Haida grita con sus mejillas rojas por todo el alcohol. La hiena tenía su camisa desabotonada y la corbata atada alrededor de su cabeza. “Mi corazón brilla encantadoooo~” Anai estaba cantando de forma muy desafinada y horrible, pero él había bebido lo suficiente para que no le importara. Ookami toma un par de fotografías con su teléfono. “Hehe~ Ellos no aguantan mucho.” Tadano se ríe mientras sirve más bebidas, intentando no derramar nada. Él también tenía unas cuantas copas de más. “Ustedes son muy divertidos~ Me encantaría que nos reunieramos más para divertirnos~” “Oh, solo espera.” El zorro voltea a ver a la hiena. “Haida! Ahora deberías cantar algo!” Haida voltea a ver al zorro y sonrie. “Cantar? Quiero cantar algo. Prometo hacer que se te caigan los pantalones de la impresión! Hahaha~!” La hiena se tambalea y le quita el micrófono al tejón. “Heeey!” Anai se queja. “Ahora yo quería cantar una canción de digimon!” Él dijo haciendo un puchero infantil. Ookami se levanta y coloca una mano sobre el hombro de Anai. “Mira, hay pockys en la mesa.” Él dijo señalando a los dulces que había desordenados junto a las bebidas. “Mios!” El tejón dijo con ojos llenos de emoción y se abalanzó para ir por los dulces. Tadano se rie y mira a sus otros invitados. Ookami le estaba susurrando algo a Haida, haciendo que la expresión de la hiena cambiará de un ebrio alegre a serio y molesto. El burro inclina la cabeza y se levanta de su asiento. “Hay algún problema?” Ookami teclea unos números en el karaoke para seleccionar una canción para Haida. “Lo verás en unos momentos.” El zorro terminó de colocar la canción y salió de la habitación. Antes de que Tadano pudiera cuestionar que estaba sucediendo los altavoces del equipo de karaoke empezaron a emitir música, música bastante fuerte de rock pesado. El burro se estremece recordando la última vez que él escuchó una canción así. Él traga saliva y mira a la hiena con el micrófono. El rostro de Haida estaba rojo por todo lo que han estado bebiendo desde que llegaron, pero eso no opaca su expresión seria y molesta. Él toma una respiración profunda mientras el momento de cantar se aproxima. “ROOOOOOAAAAARRRRRRGHHHHHHH!!!” Haida da un poderoso rugido haciendo que las cosas en la habitación salieran volando, que la ropa de los muchachos se rasgara fuera de sus cuerpos y ellos cayeran como muñecos de trapo que habían sido lanzados. Haida cantaba con una fuerza y ferocidad cruda que hacía temblar la habitación insonorizada. Prácticamente aplastando todo con la fuerza de su voz salvaje pero sin perder la letra de la canción. Probablemente si el cantante original no fue tan intenso como la hiena en estos momentos. Ookami estaba esperando en el pasillo, viendo la puerta temblar al contener las vibraciones durante la canción. Tal vez el zorro debió mencionar que con algo de provocación Haida se vuelve una auténtica bestia en el karaoke. Y Ookami sabía de unos cuantos botones de Haida para presionar. Después de que todo pareciera calmarse y la canción terminara el zorro volvió a entrar. La habitación era un desastre con las cosas esparcidas, Haida jadeaba pesadamente sin notar nada debido a todo el alcohol que llevaba encima. “Uhhhhh….” Anai estaba en el suelo en unos calzoncillos amarillos con dibujos de Sushi. Eso había sido demasiado para él y terminó desmayándose. Tadano estaba sentado en el suelo y contra una pared. El burro tenía su cabeza girando casi tanto como sus ojos y él fue reducido a, sorprendentemente, una tanga negra de aspecto provocativo. Aunque Tadano no estaba en condiciones de presumir hacia nadie. “Que poco aguante tienen algunos.” Ookami se encoge de hombros y se ríe.