Manic el erizo camina por la acera, golpeando cualquier cosa en su camino con sus baquetas de batería mientras tararea una canción. El erizo verde lleva ropa de invierno y una mochila con cosas que él ha robado con sus dedos rápidos. Diciembre es una buena época para robar a los transeúntes gracias a los tumultos de gente que suelen formarse y porque ellos llevan sus carteras llenas de dinero para las compras navideñas. Nuestro pequeño ladrón se desliza en un callejón para poder tener privacidad y revisar el botín que él ha conseguido hasta ahora. El callejón no estaba iluminado y el sol está bajando, así que nadie se acercará a ese lugar. Manic se sienta sobre unas cajas y abre la mochila. “Veamos… 3 celulares, unos auriculares, 9 billeteras, 2 collares de perlas y… una docena de ropa interior de algunos muchachos. Hehehehe~” El erizo se ríe recordando como algunos de los muchachos reaccionaron al darse cuenta que ya no llevaban ropa interior y sintieron sus pantalones directamente. La diversión del erizo es interrumpida cuando de repente se escucha un sonido en el callejón. Manic cierra la mochila y mira alrededor, solo para ver que no hay nadie. Sin embargo el extraño sonido volvió a escucharse, esta vez el erizo intentó reconocerlo. “Cadenas?” Manic estaba confundido así que decidió salir de ese lugar. “Mejor me voy al taller de Tails, quiero encontrarme con él y Sonic.” El erizo verde decidió tomar el tren para llegar más rápido. La noche ya había caído y aunque a Manic le gusta la vida nocturna, él ya tiene planes. Manic subió al último bagon del tren, sorprendiendose de que no hubiera gente. “Mhh… extraño…” El erizo tomó asiento mientras el tren se ponía en marcha. Todo estuvo bien durante los primeros minutos. Pero después las luces empezaron a parpadear y de nuevo hubo sonidos de cadenas. El erizo estaba empezando a asustarse en este punto. “Okey, me voy de aquí.” Manic se levanta de su asiento dispuesto para irse a otro vagón. Fue entonces que las luces se apagaron por completo. Cuando las luces regresaron, el erizo ya no se encontraba solo. Una cabra con un manto negro estaba arrastrando cadenas y bloquendo la unica salida. “Q-quien eres tu!?” Manic pregunta mientras retrocede asustado. Ese sujeto luce bastante siniestro. “Si eres un ladrón o un bromista, no creas que te tengo miedo!” La cabra no dijo nada. Él levantó una mano y la cadena que envolvía su brazo empezó a moverse, siendo lanzada hacia el erizo verde. Pero en vez de darle a él la cadena pasa a un lado de su cabeza y rompe una de las ventanas del tren. Un silbido se escuchó y un charco empezó a formarse a los pies de Manic. “... YEEKEEEKEEW!!” El erizo empezó a llorar de miedo cuando la criatura empezó a acercarse. Manic intenta abrir una ventana para escapar, pero él ni siquiera es capaz de moverla un poco. Al ver que él no tiene forma de escapar se lanza de cabeza debajo de los asientos para esconderse. Cosa que es ridícula en varios niveles. La criatura estaba allí, viéndole. El erizo ni siquiera metió todo su cuerpo debajo de los asientos, solo su cabeza y manos, dejando su trasero fuera y elevado. Bueno, eso facilitó las cosas para Krampus, quien se puso detrás del erizo. Él sacó un palo y luego uso su mano libre para arrancarle los pantalones al erizo. “Qué estás haciendo!?” Manic grito con una mezcla de miedo y vergüenza. Su trasero solo estaba cubierto por sus calzconcillos de Peter Pan, los cuales estaban mojados y con un tono amarillo. El aire frío golpeó su trasero. “EEEK!” Entonces su trasero fue golpeado por el palo. Manic hubiera saltado pero su cabeza golpeó la parte inferior de los asientos. Krampus no se detuvo, él continuó castigando a Manic por haber sido un niño malo. El vagón del tren se llenó con el sonido de nalgadas, aullidos y posteriormente los lloriqueos de Manic mientras él pedía perdón y promete ser un chico bueno. -- Cuando el tren finalmente llegó a la estación las puertas se abrieron y algunas personas empezaron a bajar. No había señales de ninguna cabra en ninguna parte. “Waah! Waaaah! MY BOOOTYYYY!” Manic salió del tren frotando su trasero. El erizo se veía ridículo vestido con su ropa interior mojada y la cara llena de lágrimas Los lloriqueos atrajeron la atención de las personas, quienes empezaron a reírse de Manic y sacar varias fotografías. “HERMANOOOOO!!” El erizo verde ignoró las miradas y las risas de la gente mientras corría en dirección al taller de Tails. Dejando un pequeño rastro de pis detrás de él. Manic llegó al taller siendo un desastre de sollozos y balbuceos incomprensibles. Sonic y Tails no tuvieron otra opción que poner a Manic en un pañal y cuidar del erizo verde hasta que él fuera capaz de hablar correctamente de nuevo. Cosa que no sucedió en tan corto tiempo. Manic chilla y moja su pañal cada vez que ve alguna sombra por la ventana, pensando que es esa cabra otra vez. Fue así que Manic pasó todo el mes de Diciembre en pañales y durmiendo con la luz encendida. Que este erizo perdedor sea un ejemplo para todos los niños malos, ellos pueden terminar como él.