“Ustedes 2, muévanse más rápido.” Louis dijo mientras caminaba a paso rápido por los pasillos de la academia. Ya era de noche, así que nadie se quejaría Detrás del ciervo estaban Legoshi y Bill. Legoshi obedeció mansamente como suele hacer. Muchos se sorprenden al descubrir por primera vez lo obediente que es el enorme lobo. Bill por otro lado tenía una cara de fastidio y caminaba con las manos en los bolsillos. “Por qué tenemos que hacer esto de noche?” El tigre preguntó con mala actitud. “No tendríamos que hacer esto si ustedes no hubieran olvidado buscar las decoraciones para la próxima obra. La gente espera ver un gran espectáculo de fin de año y eso no sucederá con un escenario vacío.” Louis dijo, su tono era autoritario como de costumbre. Legoshi voltea a ver a Bill. “Esto no debería tomar mucho tiempo. Solo buscar un par de cajas en la bodega de la escuela y llevar todo al teatro. No deberíamos tardar más de una hora.” El lobo dijo pensando que eso aliviaría la tensión. Solo que el tigre es bastante terco, inmaduro, irresponsable en varios niveles y rebelde. No ayuda que en la última obra Bill fuera humillado justamente por el lobo y el ciervo El pequeño grupo llegó a su destino, Louis usó las llaves para abrir la bodega de la escuela. El lugar no solo era enorme, también había una capa de polvo y algunas telarañas. “Este lugar se ve peor que mi habitación.” Bill comentó mirando alrededor. El ciervo frunce el ceño en desaprobación. Él le daría una charla al personal de limpieza por no cumplir con la totalidad de sus deberes. “Busquemos las decoraciones de navidad. Legoshi, mantén tu cola elevada, no quiero que estés levantando el polvo.” “Oh, yeah, eso haré.” El lobo dijo elevando su cola. “Dios, por qué no te arrodillas y besas sus zapatos de una vez.” Bill dijo al ver que Legoshi es tan dócil. “Eres más sumiso que mi última ex novia.” “Me sorprende que una hembra o cualquier otro ser elija estar contigo en una relación.” El ciervo dijo de forma despectiva sin molestarse en mirar al tigre. Al contrario, él entró en el almacén como si estuviera ignorándolo. Legoshi tuvo que sujetar a Bill unos momentos para que el tigre no atacara al ciervo. En cuanto las cosas se calmaron un poco el grupo se dividió para buscar las cajas con decoraciones de navidad necesarias para la obra. Pero era difícil debido a que nada parecía estar etiquetado. Era como si solo lanzarán las cosas y se olvidaran de ellas. “Revisen con cuidado, no nos iremos hasta encontrar esas decoraciones.” Louis dijo mientras se agacha para revisar algunas cajas en la parte inferior de una de las estanterías. Bill estaba a punto de reclamarle al ciervo, pero sus palabras se quedan en su garganta cuando sus ojos captaron algo. Encima de las anchas caderas del ciervo se asoma algo de sus pantalones, no hay mucha luz, pero era claramente una cintura de color rosa. El tigre sonríe maliciosamente y se aproxima en silencio, como un carnívoro acechando a su presa. “Yeeek!” El grito afeminado de Louis se escuchó en todo el almacén. Legoshi se puso alerta y se apresuró para saber que estaba sucediendo con el ciervo. Aunque lo que él vio le sorprendió. Bill estaba sosteniendo a Louis en el aire por su ropa interior. Las bragas de color rosa con corazones de colores estaban enterrados entre las grandes nalgas del ciervo. Bill sonríe jalando más de la ropa interior haciendo que Louis soltara otro quejido indigno. “Wow! En serio usas bragas? Sabía que eras un chico fresa, pero no tanto!” Bill se burla con una risa. El rostro de Louis se puso rojo. “Bájame ahora mismo! Gran saco de carne!” “Mala elección de palabras, cerebrito.” Bill empezó a hacer rebotar al ciervo en el calzon chino.. La ropa interior de Louis estaba empezó a estirarse y los pies del ciervo se acercaban al suelo, pero manteniéndose fuera de alcance. La situación se volvió más vergonzosa para Louis cuando sus pantalones se deslizaron exponiendo sus muslos, su paquete marcado por el calzon chino y su trasero con un pequeño hilo rosa de por medio. Legoshi se acerca a ellos y con una voz calmada se dirige a Bill. “No deberías hacer esas cosas, te meteras en problemas y solo estás retrasando el trabajo.” “En serio es lo mejor que puedes hacer en esta situación!?” Louis le dijo al lobo. “Como si el niño bonito fuera a admitir que algo como esto le sucedió.” Bill sonríe y decide enganchar las bragas del ciervo en la esquina de una de las estanterías para dejarlo colgando. El tigre mira con orgullo su trabajo. “No dejarías que tu orgullo fuera herido al decirle a alguien sobre esto, verdad?” Bill dijo con una sonrisa. Louis aparta la mirada. Es verdad. Él preferiría morir antes de revelar que le ha sucedido algo tan demigrante y vergonzoso, especialmente a manos de un idiota carnivoro. Legoshi acaricia su nuca y suspira sin saber como terminar con eso sin utilizar la violencia. “Y sabes quien es el siguiente?” Bill preguntó, ya encontrándose detrás del lobo y tomando un fuerte agarre de su ropa interior. La única reacción de Legoshi fue ampliar los ojos para luego dejar salir un corto grito cuando su ropa interior sube todo el camino por su trasero. - “Buena suerte buscando las decoraciones de navidad muchachos.” Bill dijo mientras sale del almacén. Louis seguía colgado en el mismo lugar, con sus brazos cruzados y una mirada molesta. Junto a él estaba Legoshi, colgado de manera similar por sus calzoncillos rojos con dibujos de huesos. La mayor diferencia es que el lobo era menos expresivo, aunque el sonrojo en sus mejillas lo decía todo.