Era la tarde del 31 de Octubre. Los niños iban por las calles pasando por las casas pidiendo dulces. Adolescentes preparando el material para las travesuras nocturnas que realizaran esa noche. Otros como los adultos salían a fiestas que durarán quizás toda la noche. Pero esta historia no se trataba de ninguna de esas cosas. En una casa unos niños estaban enfermos en cama sin la posibilidad de salir a pedir dulces. De hecho, ni siquiera podrían salir de la cama en su estado actual. Lo que hacía el trabajo del niñero más sencillo. Ya que fue mencionado será mejor presentarlo. Su nombre es Alan. Alan es un Zigzagoon de 18 años delgado lo que le da a su cuerpo una apariencia más bien algo femenina. El Zigzagoon se encontraba aburrido en la sala de la enorme casa, o pequeña mansión, según como quieran verlo. La única razón por la que estaba allí era que en verdad necesitaba el dinero y un amigo, el niñero habitual de la familia, lo propuso para que ganara el dinero. A la familia le sobraba dinero y la paga era realmente buena por lo que Alan aceptó. Aun así, él estaba tan aburrido que casi quería que los niños estuvieran levantados jugando o algo, solo casi. El sonido de las campanas de la puerta principal sacaron de su casi sueño al Zigzagoon que a paso lento fue a abrir la puerta donde encontró a un Bagon de posiblemente 10 años con un disfraz de policía. “Dulces o travesuras!” Exclamó el pequeño abriendo un saco esperando a que le dieran golosinas. "Ohh ¿qué tenemos aquí? Un pequeño policía." Alan dijo viéndolo con ternura. "¿Esta usted solo señor oficial?" Preguntó extrañado porque no suelen dejar a los niños ir solos. "¡Dulces!" Dijo poniéndose impaciente. La mirada de Alan cambió a una de decepción. "Puff. Otro policía corrupto. Dame un segundo." Dejó al pequeño en la entrada dirigiéndose a la cocina donde estaba el tazón con dulces que habían dejado para que repartiera a los niños. Tomó unos para el Bagon y otros para sí mismo antes de volver a la entrada dejando caer las golosinas en el saco del pequeño. "Allí tiene su soborno oficial corrupto." Un huevo se estrelló a un lado de la puerta mientras el Bagon se alejaba deprisa. Alan vio que fue un Spinda quien lanzó el huevo y al parecer estaba con el pequeño. El Spinda parecía tener unos 22 años y llevaba ropa normal. "¡Hey idiota!" Alan gritó molesto. Ambos se fueron corriendo mientras se reían. El Zigzagoon fastidiado regresó a la cocina para buscar un trapo para salir a limpiar el huevo. Aunque seguramente los dueños entenderían esas cosas, por la festividad, seguía siendo algo que a Alan no le agradaba. Ya cuando estaba apunto de terminar de limpiar repentinamente un brazo rodea su cuello tirando de él hacia atrás. Ambos empezaron a forcejear y Alan noto que su atacante traía una máscara de cráneo cubriendo su cara. El Zigzagoon usó Onda Trueno, movimiento que le enseñaron para defenderse, paralizando a su atacante y liberándose de él. "¡Te metiste con el pokémon equivocado!" Alan dijo, listo para darle a su atacante la paliza de su vida cuando el sujeto se quitó la máscara revelando que se trataba de Sam, es un Combusken un año mayor que Alan y quien le roba el pensamiento. "Por Arceus! Sam!" El Zigzagoon le ayudó a levantarse y fue a buscar una baya para que se le pasara la parálisis ayudando a comerla. "Hehehe. Te di un buen susto ¿verdad?" Dijo Sam empezando a sentirse mejor. "Y yo una buena descarga. ¿Como sabías que estaría aquí?" Alan preguntó sorprendido por la presencia del Combusken. "En realidad vengo a ver a Sebastián, él es el niñero aquí." A claro el Combusken. Sebastián es un Lucario, es el mejor amigo de Alan y quien le consiguió el trabajo allí. Aunque saber de esta visita de Sam a Sebastián no le cayó muy bien al Zigzagoon. Sebastián sabía lo Alan sentía por Sam. "Él no estará, yo me quedaré esta noche." Dijo decepcionado. "Ohh... bueno..." Mira hacia un lado incómodo. "...¿Qué tal todo?" "Bien…” Alan dijo con un suspiro. “Creo que deberías irte y yo volver a dentro." "Alan yo..." Empezó a decir sintiéndose mal. "Nos vemos Sam." "... Nos vemos." El Cumbusken dijo para luego alejarse. Una incómoda despedida después Alan pasó el resto de la tarde aburrido y además de ir a darles un poco de sopa a los niños no había hecho nada. Ni siquiera habían ido más niños a pedir dulces por lo que se sentó en el sofá de la sala con el tazón de dulces junto a él comiendo los. Estaba apunto de dormirse cuando golpearon la puerta principal. Alan imaginó que se trataba de algún niño pidiendo dulces por lo que llevó el tazón con él a la entrada. Sin embargo al abrir la puerta no había nadie. Dio unos pasos fuera viendo a los lados pero no había ni un alma. Inquieto volvió a entrar poniendo seguro a la puerta esta vez. "Tal vez ya han sido demasiados dulces." Se dijo a sí mismo. Alan suspiró y llevó el tazón a la cocina, pero al entrar notó algo diferente. Tal vez no lo recordaba o no se había dado cuenta de eso. Había una nota doblada sobre la mesa y la tomó. Se sentía algo inseguro pero desdobló el papel para entonces leerlo. Nota: "DETRÁS DE TI" Antes de que Alan pudiera siquiera asustarse le dieron un fuerte golpe en la nuca y cayó a los pies de su atacante viendo unas botas negras mientras su visión se oscurecía a medida que perdía la conciencia. --- Alrededor de una hora después, Alan empezó a despertar sintiendo un horrible dolor en la cabeza producto del golpe. Mientras recuperaba los sentidos fue notando la situación en la que se encontraba. Estaba en una de las habitaciones de la segunda planta amarrado a una silla mirando a la puerta. "... ¿Ya despertaste?" Alguien preguntó desde el otro lado de la puerta. La pregunta le extrañó a Alan. "Em... Si." Respondió inseguro por la extraña situación.. "Por fin." Dijo la voz desconocida. La puerta se abrió y un Cacturne vestido todo de negro con una capucha y un cuchillo en la mano izquierda entra a la habitación. "¿Sabes cuánto tiempo he esperado para hacer mi entrada dramática?" Se quejó el tipo extraño. "Por cierto ya no hay jugo de baya aranja." "Tal vez si no me hubieras dejado inconsciente no hubiera "dormido" tanto." El Zigzagoon dijo desafiante. "Y la casa no es mía, eso incluye el jugo. Ahora ¿Quién rayos eres?" El misterioso pokémon se acercó a Alan, lo abofeteó y colocó el cuchillo en su cuello. El peligroso metal estaba frío causando que el Zigzagoon se estremeciera. "Será mejor que cuides esa boca, mocoso, o mi cuchillo se manchara con tu sangre." Amenaza el Cacturne. Alan tomó una respiración profunda. "... No es tuyo." "¿Disculpa?" Eso le había confundido. "El cuchillo, no es tuyo, reconozco el mango. Lo tomaste de la cocina." Explicó Alan. "Eso... ¡Eso no tiene importancia!" El Cacturne exclamó sintiéndose frustrado. Él volvió a abofetear a Alan y respira pesadamente por lo molesto que esto resultaba. "... ¿Qué piensas hacer?" El Zigzagoon preguntó sin mover su cara después del golpe. Cacturne empezó a mover el cuchillo por el rostro del Zigzagoon provocando que este se estremeciera y su pulso acelerarse. El cuchillo bajó por el cuello llegando al pecho del chico atado haciendo que el Cacturne inclinara su cabeza donde se dio cuenta de lo que pasaba realmente con el joven adulto. "¡Estás enfermo!" El intruso dijo antes de golpear a Alan haciendo que cayera de lado con la silla. "Esto te gusta ¿verdad?" "¡Si! ¡Tengo gustos diferentes! ¡Soy un adulto joven! ¿Cual es tu excusa?" Alan gritó con la cara ligeramente roja. Cacturne gruñó y caminó por la habitación gruñendo por la frustración. Esto no era lo que se suponía que debía pasar. ¡Debía causar miedo! ¡No una erección! "¿Harás algo o no?" Preguntá Alan llamando la atención de su captor. "Si no vas a seguir entonces suéltame o al menos levántame porque siento la sangre acumulandose en mi cabeza de arriba." Él dijo sonando ligeramente molesto El Cacturne frotó su frente intentando mantener la paciencia. "¿En serio dijiste cabeza de arriba?" "¡No eres quien para criticar!" El Zangooze dijo lanzando una mirada a su captor. Cacturne suspiro y usó el cuchillo para cortar las cuerdas con las que ató a Alan y dejó el cuchillo tirado aun lado. Mientras Alan se levantaba sobándose las muñecas el Cacturne se sentó en el suelo bajo la ventana, lamentándose y mirando al techo. Alan se sentó junto a él como si nada hubiera pasado. "¿Me dirás tu nombre o debo preguntar eso a la policía?" "... Soy Shank." Se presentó el Cacturne. "Así que, Shank ¿Qué se supone que harias?" El Zigzagoon preguntó. "Yo... No sé realmente... quería hacer algo diferente esta noche." Desvió su mirada. "Supongo que entrar en la casa de alguien y atar al niñero no es suficiente…" Alan acaba de recordar que no estaba solo en casa. "¿Qué hiciste con los niños?" "¿Hay niños aquí?" Shank ni siquiera se había percatado. "Están en cama enfermos y agonizando por perderse los dulces." "Pero hay un tazón casi llenó de dulces en la cocina." Shank dijo, Los niños no necesitan salir por dulces cuando hay tantos en casa. Al menos para él es así. "Son niños, no pidas lógica de ellos." Alan se encoge de hombros. “Además, los dulces saben mejor si los recibes gratis y sales con un disfraz.” En ese momento las campanas sonaron indicando que alguien estaba en la puerta principal. Alan se puso de rodillas mirando discretamente por la ventana. Quien estaba allí era el mismo Bagon de antes y esta vez si lograba ver al Spinda escondido detrás de un arbusto del patio delantero. "Desgraciados." Dijo Alan molesto. La curiosidad pico al Cacturne. "¿Pasa algo?" "Unos bromistas que quieren jugarme la misma travesura 2 veces." El Zigzagoon dijo viendo al Spinda. "¿En serio?" Shank se puso de rodillas también para ver a los chicos. "¿Qué harás?" El Zigzagoon pensó por un momento. "... Ven conmigo." "¿Disculpa?" "Ayudame, dijiste que querías hacer algo distinto esta noche, bueno, hagamos algo." Alan dijo llevando a Shank con él. Ellos fueron juntos a la cocina donde entre ambos tomaron la olla con sopa fría. Se supone que era para ser calentada y dársela a los niños cuando tuvieran hambre, pero esto parecía un mejor uso en ese momento. Ellos caminaron con la olla de regreso a la habitación cuidadosamente para no derramar nada. "¿Por qué tanta sopa? ¿Cuidas a unos Snorlax acaso?" Shank preguntó. "No te quejes y continua." Alan dijo autoritariamente. Al volver a la habitación pusieron la olla en la ventana y Alan se aseguro de que el chico estuviera todavía abajo en la puerta, él seguía allí, entonces lo hicieron. ¡Lanzaron toda la sopa sobre el Bagon! El pequeño dragón sintió las primeras gotas en su cabeza y volteo a ver hacia arriba a tiempo para ver una gran cantidad de líquido caer. "¡Waah!" Él trató de cubrirse con sus brazos pero de igual manera quedó empapado, con olor a caldo y trozos de verduras dentro de su ropa. "¡Tim!" El Spinda salió de su escondite y fue con el Bagon. "¡Hahaha!" Alan ríe en voz alta asomándose por la ventana. "¡Pagarás por esto!" Gritó enojado el Spinda mientras el Bagon llora, él odia las verduras. "¡Eso les dirán cuando traten de devolver ese estúpido disfraz!" Respondió Alan con una gran sonrisa. "Suerte con eso! Idiotas!" Él dijo y cerró la ventana aún riendo. "Hahahaha!. La cara del Bagon no tuvo precio!" "Si,” El Cacturne dijo mientras intentaba calmar su risa. “¿Pero no te preocupa que intenten algo?" "Nah~ Son solo un par de mocosos. Seguramente irán directo a casa después de esto." El Zigzagoon dijo con una sonrisa de satisfacción en su rostro. Shank se ríe en voz baja, sonriendo mientras se frota un brazo. Después de unos momentos de silencio Alan habló. “Hey, ya que empezamos con esto, quieres salir a hacer maldades?” Shank eleva una ceja. “Huh… no tienes que cuidar de unos niños?” “Ellos no pueden pasar 5 minutos despiertos. Podemos salir durante una hora y volver.” El Zigzagoon dice con una sonrisa y se lleva al Cacturne para reunir algunas cosas. Ambos hombres toman un bolso y meten rollos de papel higiénico, clavos, un martillo y un cartón de huevos. Ellos salieron moviéndose entre las sombras. Ellos comienzan divirtiéndose aplastando calabazas en las aceras con el martillo dejando restos por el camino. Ellos también colocan clavos debajo de los neumáticos de los autos estacionados para pincharlos en cuanto se movieran. Lanzando huevos a niños desde los arbustos. Cubriendo árboles con papel higiénico, fue bueno que los empleadores de Alan comprarán los rollos de 80 metros, dando mucho material para trabajar a los jóvenes adultos en sus travesuras. Ellos incluso consiguieron asustar a un grupo de niños, quienes se fueron corriendo dejando sus calabazas y sacos con dulces. Alan y Shank no estaban preocupados por ser encontrados, después de todo, ninguno de ellos vive cerca de este vecindario. El Zigzagoon camina con una paleta en su boca. “Para qué preguntar por dulce o truco cuando puedes hacer el truco y conseguir los dulces?” Él dijo riendose. “Hahahaha! Tu lo has dicho!” El Cacturne dijo mientras comía una pequeña barra de chocolate. “Creo que uno de esos chicos incluso empezó a orinarse después de que salimos gritando de los arbustos.” “Hehe! Tal vez el próximo año él considere salir con un pañal!” Alan dijo para luego morder la paleta, haciéndola pedazos y arrojando el palillo a un lado. “Qué quieres hacer en siguiente lugar?” “Huh, no quisiera matar la diversión, pero creo que deberías volver para vigilar a los niños.” Shank dijo con una expresión incómoda. Si, él estaba divirtiéndose, pero una parte de él siente culpa por dejar a los niños solos. El Zigzagoon se adelanta e intencionalmente levanta la cola, moviendo su trasero ante los ojos del Cacturne. “Solo quiero ser un poco más... travieso.” El tipo siniestro trago saliva viendo el generoso trasero de Alan. “Ahora sigueme.” Alan dijo tomando la mano de Shank. Quién dijo que Seducción no funciona con pokémon del mismo género? --- El Zigzagoon llevó al Cacturne hasta un pequeño parque, hasta unos arbustos. Alan hizo sentarse a Shank, dando un beso en su mejilla. “Es una noche bastante caliente, no te parece?” Él dijo acariciando el pecho del pokémon tipo siniestro. “E-e-espera! Aquí?” Shank dijo visiblemente nervioso. “Alguien podría pasar y vernos!” Alan le susurra en el oído. “Entonces que vean...” Eso provocó un escalofrío en el Cacturne. Alan acaricia el pecho de Shank, deslizándose por su estómago para luego meterse por debajo de su sudadera acariciándole directamente. El Cacturne estaba inmovil, incapaz de adaptarse o resistir las caricias del Zigzagoon. Él definitivamente no estaba planeando esto cuando invadió la casa. Alan consiguió quitarle a Shank la sudadera y la playera dejando la mitad de su cuerpo expuesto. Ellos empezaron a besarse, el Cacturne empezó a dejarse llevar y sus manos recorrieron el cuerpo del Zigzagoon, llegando hasta esas grandes nalgas para acariciar y apretar ligeramente. Alan corta el beso y mira a Shank con una sonrisa. “Alguien se emociona rápido.” Él dijo sintiendo la erección de su compañero presionando contra su propia erección. “No es mi culpa, tu lo provocaste.” El Cacturne dijo ahora más confiado, dando una nalgada al culo del Zigzagoon sacándo le un ligero gemido de placer. “Ahora hazte responsable.” “Quieres decir algo como esto?” Alan deslizó su mano hasta la entrepierna de Shank, por encima de sus pantalones y empezó a masajear su erección. “Ahhh~” El Cacturne jadeo de placer sintiendo que el pre cum empieza a salir. “No~ Quiero algo más~” Él intenta deslizar su mano dentro de los pantalones del Zigzagoon, pero este se separa. “Qué tal si te desnudas y luego hago un pequeño show para ti?” Alan dice guiñando un ojo. Shank no lo pensó 2 veces y empezó a empujar sus pantalones y ropa interior dejando su erección libre y sintiendo la brisa de la noche, deteniéndose para quitarse sus botas y luego patear todo a un lado con el resto de su ropa. El Zigzagoon sonríe ante la vista del Cacturne desnudo frente a él. Alan se gira mostrando su trasero y agitando su cola. “Ahora quiero que cierres los ojos para una gran sorpresa.” Shank cerró los ojos imaginando lo que esta sorpresa podría ser, mientras él se estremecía por la combinación de la ligera brisa nocturna y la emoción de hacer algo como esto en un lugar público. “Estoy listo para mi sorpresa~” El Cacturne dijo abriendo las piernas mostrándo se a sí mismo sin más vergüenza a su amante y escuchando el sonido de la hierba. ... … … Shank se impaciento. “Te estas tardando.” Él abrió los ojos. Solo para ver que Alan se había ido al igual que su ropa. La sangre de Shank se congeló, su sonrisa se desvaneció lentamente, sus ojos se ampliaron y su corazón se hundió tanto que casi cae aplastando su estómago. Allí estaba el Cacturne, desnudo en un parque en medio de la noche. --- “GAWHAHAHAHAHA!! QUE GRAN IDIOTA!” Alan se reía sin control mientras camina por la calle, girando el boxer rojo de Shank en su dedo después de arrojar la demás ropa junto a un contenedor, seguramente algún vagabundo estará muy agradecido. A él ni siquiera le importaban las miradas de las pocas personas que estaban alrededor. “Sabía que él era patético cuando no hizo nada en la casa, pero obedecer hasta este punto, él simplemente es el perdedor-virgen más grande de todos los tiempos!” Esto era algo que el Zigzagoon jamás olvidaría. Alan volvió a la casa, guardando los boxers en su bolsillo y entrando por la puerta principal. “Dónde habías estado!?” El Zigzagoon saltó hacia atrás al escuchar una voz de repente. En la sala de estar se encontraba un Lucario, vistiendo un pantalón rojo y suéter naranja, que miraba molesto a Alan. “Por Arceus, Sebastian, casi haces que mi corazón salga por mi garganta.” Alan dijo reconociendo al Lucario. Él es Sebastian, es quien habitualmente cuida de los niños y le consiguió el trabajo a Alan. Aunque esta visita fue toda una sorpresa. “Qué haces aquí?” “Tengo una mejor pregunta. Por qué tu no estabas aquí?” El Lucario preguntó molesto. “Decidí pasar para ver como estabas manejando las cosas. Imagina mi sorpresa cuando llegue y los niños estaban solos.” Él dijo notablemente molesto y decepcionado de su amigo. “Un momento, como es que entraste?” Alan preguntó. Esta vez él se aseguró de cerrar todas las puertas y ventanas con seguro. En serio, solo que tan fácil es invadir una casa? “Sé dónde esconden una llave de repuesto, debajo de ese horrible gnomo de jardín.” Sebastian respondió, sin dejar de ver mal a Alan. “Calma tus aura-bolas. Solo salí unos minutos a estirar las piernas.” El Zigzagoon mintió, aunque quién creería la verdad si él la contara? “Llevo 40 minutos aquí!” El Lucario dijo molesto. “Solo en que demonios estas pensando!? Si hubiera sabido que serías un imbécil después de que te ayude a conseguir el trabajo, no te hubiera dicho nada!” Alan entrecerró los ojos. “De la misma manera en que no le dijiste nada a Sam?” El Lucario se atraganto con sus palabras y sus mejillas se tiñeron de rojo. “S-Sam estuvo aquí?” “Si. Él estaba buscándote. Parece que él sabía muy bien que tu eres el niñero de la familia.” El Zigzagoon dijo con una voz áspera y los puños cerrados. “Así que ustedes se ven con bastante frecuencia a mis espaldas?” “Ese no es asunto tuyo! Estamos hablando de que dejaste a los niños solos!” Sebastian se apresuró a exclamar y buscando volver al otro tema. Después de todo, él sabe que Alan está enamorado de Sam. Sin embargo, las cosas entre ellos solo sucedieron. “Creo que deberías irte.” Alan dijo malhumorado y caminó hasta la entrada. “No pienso salir más, así que vete y luego puedes volver a ser el niñero de la familia.” Él dijo abriendo la puerta. “Esto no se quedará así.” El Lucario dijo mientras camina y cruza la puerta, la cual el Zigzagoon azoto. “No puedo creer que él sea así.” Sebastian murmuro para si mismo mientras camina hasta la acera frente a la casa. El Lucario escuchó un sonido proveniente del otro lado de la calle, pero al levantar la mirada él solo veía la acera vacía. Lucario ignoró eso y buscó su teléfono en los bolsillos de sus pantalones. Sin saber que alguien le estaba observando. Sebastian finalmente encontró su celular y él estaba apunto de pedir un taxi, cuando un mensaje llegó haciendo sonar y vibrar el teléfono, sorprendiendo al Lucario y haciendo que se le cayera de las manos. El Lucario gruñe ligeramente, por qué todo parece salir mal esta noche? Él se agacho para recoger su teléfono y vio que el mensaje era de Alan. Mensaje: Lo lamento. Sebastian sonríe ligeramente al leer el mensaje. “Más vale que lo lamentes, trasero de burbuja.” Él bromeó para sí mismo. Una silueta se veía reflejada en la pantalla del celular. El Lucario giró su cabeza por encima de su hombro pero lo único que él logró distinguir fue un gran cuchillo elevado en el aire. “EEEEE-!” El grito de miedo del Lucario se detuvo abruptamente cuando el cuchillo fue enterrado profundamente en su cabeza. --- “EEEEEEEK!” Una mujer gritó en la película que Alan está viendo en el televisor de la sala de estar. El Zigzagoon suspiro aburrido y miro hacia un reloj en la pared. Eran más de las 1:40 AM. Se suponía que los padres volverían antes de las 1 de la mañana. La fiesta a la que ellos fueron debe ser bastante entretenida… o están ebrios en algún lugar. Los pensamientos del Zigzagoon se apagaron al igual que las luces de la casa. “Por Arceus, es en serio?” Alan dijo con un bufido y utilizó la luz de su teléfono para guiar su camino por la casa oscura. El Zigzagoon primero pasó a revisar la habitación de los niños. Ellos estaban profundamente dormidos. Alan entonces bajó hasta el sótano de la casa donde debería estar la caja de fusibles. Con cada paso las escaleras crujieron. “No me pagan lo suficiente para esto.” El Zigzagoon dice mientras camina por el sótano siendo alumbrado solo por su teléfono, viendo la variedad de cosas acumuladas reuniendo polvo en ese lugar, incluso había una estantería con cajas. Alan finalmente encontró la caja de fusibles y empezó a comprobar cada uno hasta que la luz empezó a parpadear y finalmente se mantuvo encendida. “Listo.” Él dijo para sí mismo y cerró la caja. “Desgraciado.” Una voz dijo a espaldas de Alan. El Zigzagoon se estremeció y se giró, encontrando a Shank, ahora con unos pantalones rojos, muy parecidos a los de Sebastian, y un cuchillo en mano. “Qué haces aquí?” “En verdad creías que me quedaría en ese parque o que volvería a casa, dejándote ir como si nada hubiera sucedido después de hacerme eso?” El Cacturne dijo con una voz fría y cargada de odio. Alan retrocede, solo para golpear su espalda con la pared con solo 2 pasos. “Cómo entraste aquí?” Él entonces vio una pequeña ventana en la esquina del sótano que da al exterior, el cristal estaba roto y la ventana abierta. “Me cago en todo!” Shank se lanzó con el cuchillo hacia Alan, pero este último se hizo a un lado y fue hacia la estantería. El Zigzagoon empujó la estantería para aplastar al Cacturne, pero este retrocedió y golpeó las cajas que habían caído desde la parte superior. Alan se apresuró a correr hacia la escalera en este tiempo. “No te escaparas!” El Cacturne entonces lanzó un Picotazo venenoso hacia el Zigzagoon, clavando la púa venenosa en su pierna izquierda. “GAHHH!” Alan grita de dolor y cae en los primeros escalones, apretando los dientes y empezando a gatear subiendo las escaleras antes de que Shank le alcanza. Sin embargo el Cacturne se apresuró a subir las escaleras, atrapando al Zigzagoon por una de sus piernas. “Te tengo!” Él dijo elevando el cuchillo, pero la cola del Zigzagoon se endureció como el acero y golpeó su rostro. “Bluhh!” El pokémon planta/siniestro cayó rodando por la escalera hasta golpear el suelo del sótano. Alan volvió a ponerse de pie y cerró la puerta del sótano y le puso seguro. “Ahh… él no subirá por aquí… Ahh…” Alan dijo respirando pesadamente y estuvo apunto de llamar a la policía. Solo para darse cuenta que él ya no tiene su celular, debió haberse caído antes. “Mierda.” Él se apresura hacia la cocina y utiliza el teléfono del hogar para llamar. Mientras tanto, en la estación de policía, un Arcanine estaba sirviendo una taza de café cuando el teléfono empezó a sonar. “Juro que si es otra llamada de broma…” El canino de fuego gruño, hoy habían recibido varias llamadas falsas y él no está del mejor humor gracias a eso. “Estación de policía 13. Cual es su emergencia?” El Arcanine dijo al teléfono. “Un Cacturne ha entrado en casa e intentó atacarme con un cuchillo!” Alan grito en el teléfono. El Arcanine rueda los ojos. “Y dondé está el intruso ahora?” “Él está en el sótano! Pero él había roto la ventana para entrar! Él debe haber salido!” El Zigzagoon se apresuró a decir. El oficial cierra los ojos y acaricia su frente después de enviar a al menos una docena de patrullas a revisar las llamadas falsas. “Entonces, si este supuesto Cacturne ya no está allí, usted ya no necesita de la policía, correcto?” “NO ME ESTÁ ESCUCHANDO!? ÉL TIENE UN CUCHILLO!” Alan grito en el teléfono. El ruido del cristal rompiéndose se escuchó con fuerza, parecía venir de arriba.. “ESTÁ ENTRANDO DE NUEVO!” Entonces Alan se dio cuenta de algo. “LOS NIÑOS!” Él dejó el teléfono descolgado sin cortar la llamada. El Arcanine llamó a uno de sus compañeros en la comisaría para rastrear la llamada. Esto había sonado muy genuino para ser una broma. Alan subió las escaleras tan rápido como pudo con su pierna herida, deteniéndose frente a la puerta de la habitación de los niños, mirando el picaporte. El Zigzagoon respiró profundamente para prepararse y entró en la habitación. Encontrando que los niños… seguían en cama y dormidos profundamente. Alas soltó el aliento que estaba conteniendo y cerró la puerta. El Zigzagoon entonces se preparó y revisó en la habitación de invitados de al lado encontrando una piedra en el suelo rodeada de cristales rotos. La ventana sigue cerrada y no hay señales de que nadie entrara. --- Otra piedra rompió otro de los cristales en una ventana del lado opuesto de la casa. Quien estaba lanzando las piedras era el Spinda de hace unas horas, quien estaba molesto por lo sucedido con su pequeño amigo que fue bañado en sopa. “Esto es lo que obtienes por meterte conmigo y mis amigos.” El Spinda rompió otra ventana y luego se dirigió a la parte trasera de la casa para ver que otros daños puede hacer. Cuando el Spinda llegó al patio trasero vio un cobertizo ligeramente abierto. Él sonríe pensando que lo dejaron abierto y que él podría tomar unas cuantas herramientas o algo para más destrozos. El pokémon se aproximó, notando algo en la puerta entreabierta. “Esto es… pintura roja?” Él empujó la puerta para abrirla y buscó por la pared hasta encontrar el interruptor de la luz y activarlo. “AAAAAHHHHHHHHH!!!” El cuerpo de un Lucario estaba en el suelo rodeado de un gran charco de sangre y junto a un serrucho. Encima de una mesa de trabajo se encontraba la cabeza de ese Lucario, le habían sacado los ojos y los sesos por el cuello dejando su cabeza vacía, preparada para ser usada como una calabaza de halloween. El Spinda salió corriendo y llorando después de ver aquella escena. --- De regreso en el sótano Shank empezó a despertar. Resulta que él había golpeado su cabeza al caer y se había quedado inconsciente en el suelo. La luz del sótano molestaba sus ojos y le costaba abrirlos, fue peor cuando la puerta hasta arriba de la escalera también se abrió haciendo que más luz entrará. “Aquí estás, desgraciado…” Una voz dijo. Shank intentó abrir los ojos pero entre la luz y el dolor de cabeza él apenas abrió suficiente los ojos para ver una silueta bajando las escaleras. La silueta se estaba acercando cada vez más a él. (Entiendo… Debe ser la policía… debo haber “dormido” por demasiado tiempo… y ahora… pasaré varios años en prisión…) El pokémon siniestro pensó dando un suspiro de derrota. Él luego soltó un gruñido al sentir un gran peso caer sobre su pecho. La luz que quemaba los ojos del Cacturne fue bloqueada, permitiéndole abrir los ojos y ver que al Zigzagoon sentado sobre su pecho, con una mirada condescendiente. “Ala-gahh!” Shank fue interrumpido cuando un cuchillo fue enterrado en su cuello. Ese frio metal pronto se calentó con la sangre que empezó a derramarse por la herida. “... gahh…” El Cacturne intentó preguntar ‘Por qué?’ pero él no pudo hacerlo, por obvias razones. Sus ojos tiemblan de confusión y miedo a morir. “Me gusta esa mirada en tus ojos…” Alan dijo sonriendo ligeramente e inclinándose para empezar a susurrar con un tono alegre en el oído del morivundo Shank. “Gracias por volver por mí. Ahora puedo decir que fuiste tú quien asesinó a Sebastian.” La vida en los ojos del Cacturne desapareció y soltó su último aliento dejando solo un cuerpo sin vida --- Minutos después Alan estaba sentado en la parte trasera de una ambulancia, cubierto con una manta, temblando y sollozando. La herida en su pierna había sido tratada y un policía estaba de pie frente a él tomando su testimonio. El testimonio de cómo un Cacturne entró en la casa, le había atacado y que en medio de la pelea él no tuvo otra opción. Como un Zigzagoon normal tuvo su vida amenazada y en medio del terror provocó una herida mortal a su atacante. Alan también dijo no saber lo que sucedió con su amigo Sebastian, el Lucario, después de que él viniera para comprobar las cosas. El policía asumió casi de inmediato que lo que sucedió fue que el Lucario tuvo la desgracia de encontrarse con el asesino y convertirse en una víctima. Después de agradecerle a Alan por su colaboración y darle una tarjeta el policía se alejó para comunicar estas cosas a sus superiores. Un Combusken llegó en bicicleta, viendo la casa rodeada de patrullas con policías entrando y saliendo. A un lado se podía ver a una pareja de Slaking que cargan a sus hijos en brazos mientras hablan con la policía. “Alan!” El Combusken luego ve al Zigzagoon en la ambulancia y se apresura a ir con él. “Estas bien? Qué sucedió?” Alan tembló ligeramente, sin responder. El Combusken se sentó junto a él. El Zigzagoon no dudó en abrazarlo a él con fuerza. “Sam!” Sam inmediatamente abrazó al Zigzagoon, frotando su espalda. “Ha terminado… todo ha terminado…” Él dijo siendo lo único que se le ocurrió en esta situación. Solo qué le había pasado al pequeño Zigzagoon esta noche? “Sam…” Alan susurró aferrándose al Combusken. “Por favor… no quiero estar solo esta noche… por favor…” Sam acarició la espalda de Alan gentilmente. “No… no estarás solo… yo te acompañaré todo el tiempo que necesites…” El Combusken dijo sin tener idea de que está hablando con el verdadero asesino de su amante o lo que sucedió con él después de que ‘Sebastian’ terminara con él por un mensaje de celular.