Experiencia A hombros de un brillante mañana avanza decidido el que es pero ya no, contra la fatiga ha de enfrentarse sin descanso y a punta de puñal lustra la gran señal carbonizada. Sin pensarlo demasiado anuncias el albor de una nueva era Y el misticismo que te envuelve desvelando la oscuridad que en tus ojos arde, sentenciando a los culpables sin olvidar el consuelo a los inocente ya heridos Todos sentimos sus pasos, pisadas del que siempre vuela Y respira, exhalando olvido de su interior. Engulliendo al hombre desde su negra alma para luego escupir su verdadera naturaleza. Pues de pie estas ante el barranco del abismo que hace caer al más fuerte y al más valiente. Lo desafías sin temor, ya que eres inmensamente débil aprovechas la terrible paradoja que en todas las cosas habita. Con un manto de tristeza cubre al mundo y sus garras son el juicio perenne que nunca olvida, adjudica dolor desde las entrañas mismas de la Tierra para llenar de cicatrices nuestros cuerpos. Hasta el fin de los días tu sollozo nos llega, engañándonos sin mentir para alzar nuestras almas y volar sobre el infinito océano de la vida, purificando nuestra caótica existencia que ahí cobra sentido.