Tu y tus amigos van de campamento aprovechando las vacaciones de principio de año. Había planeado esto unas semanas antes y finalmente luego de un viaje de 4 horas en auto, están los 6 en el bosque, lejos de la civilización. Fue un largo día andando entre los árboles y el sendero, vieron vistas hermosas, almorzaron a la par del río, hablaron de muchas cosas y vieron unos cuantos animales. Aunque todos notaron algo extraño, y es que no hay tantos animales como cualquiera esperaría que hubiera por ahí. En algunos momentos vieron una especie de marcas en los árboles, como las garras de algún animal, una sola zarpa dejando los árboles cortados hasta la mitad. Cuando llegan a un claro, dejan las cosas en el suelo y empiezan a preparar las cosas para pasar ahí la noche. Fogata encendida, la luna en lo alto, tiendas puestas, protección de animales armada y todos sentados alrededor de un acogedor fuego que calienta las salchichas para algunos y malvaviscos para otros. A lo lejos se escucha el aullido de un lobo y eso le da la idea a uno de tus amigos de contar una historia de terror. Mike: En este bosque desaparece gente y nunca es vuelta a ver. Se han intentado buscar de todas las formas posibles sin embargo incluso los grupos de búsqueda no vuelven. Suri: Ya cállate, tuve suficiente terror con el señor que nos vendió las cosas para acampar. Mike: ¿Espera que? Pit: oh cierto, estabas en el baño cuando pasó eso. Resulta que el tipo de la tienda nos contó algo bastante similar. Jason: Osea que la leyenda es cierta. Suri: ¿q-q-que que leyenda? Mike: Los que viven cerca de acá mencionan ver una gran sombra moverse por la oscuridad. Garras, aullidos, mordiscos y gruñidos son lo único que se escucha, dónde quiera que pasa deja el olor de la misma muerte. Olaf: gracias, ahora Suri tendrá pesadillas. Suri: Oye! Tampoco es para tanto… solo me costará dormir pero no tendré pesadillas. Tú sólo puedes sentir lástima por la tolerancia 0 al miedo de tu amigo que tiembla de cuerpo completo hasta la cola, aunque estamos en halloween, después de todo es algo normal. La historia de Mike continúa. No es como un creepypasta de internet o algún vídeo de algo relacionado a Trébol Henderson pero sigue siendo una historia de terror. Finalmente la velada, la cena se acabó al igual que la energía, todos están cansados y listos para dormir luego de este largo día. Ninguno puede evitar pensar en la historia de Mike, incluso él mismo. Había muchas cosas que se parecían a la vida real; los pocos animales, el extraño aullido de un solo lobo, las marcas en los árboles y sobre todo ese olor a "muerte". No creen que se haya inventado esta historia, pues hace unos años ya la había contado cuando eran solo 3. Al principio habían bromeado con que un oso había cagado cerca, pero el olor iba empeorando más y más. Igualmente se acuestan despreocupados dentro de la carpas ya no se nota tanto. La luna está en lo más alto, solo pudiste dormir un par de horas antes de que un extraño sonido te despertara. Sales de la tienda y alumbras alrededor con tu linterna. Nada raro a la vista, pero al olfato es otra historia, huele horrible hasta el punto de que sientes como te arde la nariz. Despiertas a los demás preocupado por lo que está pasando, 2 de ellos ya estaban despiertos. Hay que explorar en los alrededores, sea lo que sea que esté causando este olor no los dejará dormir. Cómo en las películas de terror, toman la mala decisión de separarse, de a grupos de a 2, cada uno investiga una parte. Tu tomas un palo de la fogata a modo de antorcha y los demás hacen lo mismo, quedaron de volver en media hora y si ninguno encuentra lo que está causando está peste, se irán de ahí de inmediato. Caminas en la oscuridad con nada más que la luz de esta luna llena, el fuego y las linternas. Piensas en qué diablos harás si ves algo como un oso o un lobo, ves las mismas marcas de antes pero más recientes, y escuchas movimientos esporádicos entre los árboles que esperas, o mejor dicho, ruegas por qué sean de animales. Tu y Pit hablan casualmente para calmarse un poco, pero no pueden ignorar todo lo que ven. A medida que avanzan la intensidad del olor va cambiando, definitivamente lo que sea que lo esté causando se está moviendo. Las marcas cambian un poco, algunas empiezan a tener manchas de algo negro cerca de ellas. Al alumbrar a estas, siguen siendo negras, como si absorbiera la luz. Escuchas rugidos, pero un tanto diferente, no suena a que vengan del hocico de cualquier ser vivo, se escuchan muy húmedos, largos y con un eco visceral. Apuntas a todos lados con la linterna y la antorcha… Nada, solo el mismo bosque que se halla cada vez más tétrico gracias a las zarpas y manchas. Se devuelven apenas ven que uno de los árboles al frente ha perdido la mitad superior, son una especie de líquido transparente cayendo. Como si hubiera sido cortado de un mordisco. La vuelta es más tranquila, dejaste de escuchar los rugidos y ya no te sientes observado ¿Acaso la criatura estaba en esa dirección? No, la sensación y los ruidos desaparecieron antes de que te devolvieras. Esa cosa tomó otro camino. Andando, ves que hay más manchas en los árboles que antes, algunas más grandes que otras, con un olor notable y que marchita las plantas sobre las que está, pudriendo el tronco poco a poco. Una vez llegas al campamento, esperas a los demás sin soltar la antorcha. Es lo único que te hace sentir seguro en este momento. Uno por uno llegan los 3, todos dicen haber visto lo mismo que tú, más marcas de esa extraña garra, manchas negras y el terrible olor acercándose y alejándose. Olaf: Oigan ¿Dónde está Suri? Tu: Pensé que iba contigo. Olaf: Así es, lo perdí de vista unos segundos y pensé que se habría adelantado para acá ya que estaba delante de mí. Pit: Okey, esto me está poniendo el pelaje de gallina, busquémoslo y cuando lo encontremos nos largamos de este bosque. Mike: Estoy de acuerdo. Los 5 van a buscar a su amigo desaparecido. Nuevamente se adentran en el bosque pero no se ve ni similar a lo que era antes. Las garras masacraron los árboles como si un leñador se hubiera vuelto loco golpeando al azar pero sin tirar ni uno solo de ellos, las manchas lo cubren todo con olor nauseabundo y un calor que no habían notado antes. 3 de las antorchas se apagan al igual que una de las linternas, las nubes empiezan a cubrir la luna y los aullidos se escuchan más fuertes. El olor es mucho peor, uno de tus amigos se siente mareado y los 4 directamente están aguantando las ganas de vomitar. Ya casi ha pasado una hora y todavía no hay rastro de Suri, Pit está cargando a Jason, quien ya no puede pararse por sí solo, pues sus pulmones arden y la cabeza le da vueltas. Los otros 2 están a pocos minutos de terminar igual pero extrañamente tu no están tan mal como ellos. Solo una que otra tos por la peste que penetra tus pulmones. Escuchan un bajo quejido, “¡ES SURI!” Grita Olaf quien va por él lo más rápido que puede, seguido tu y los demás con un segundo aire por el alivio de encontrarlo. Pero la alegría no dura mucho. Suri está tirando en el suelo, con los ojos en blanco, todo su cuerpo cubierto por la misma cosa negra de antes, con un humo verde saliendo de su nariz cada vez que respira, la boca abierta sin poder cerrarla por esa cosa negra y el estómago tan inflado que tiene el mismo tamaño de los árboles de al lado. Es una imagen aterradora que hace gritar a Mike, el que más aguanta el terror de todos los presentes. Ahora no saben qué hacer, pueden cargarlo de vuelta pero eso llevaría tiempo, tampoco lo pueden dejar ahí así que no hay más opción. Y no solo eso, al voltear vez que Pit y Jason tampoco están. Inmediatamente Mike, Olaf y tú toman a Suri a cómo pueden y lo arrastran. Pese a que Olaf es bastante musculoso, no son capaces de moverlo un solo centímetro. Sea lo que sea que esa cría puso dentro de su amigo, pesa varias toneladas. Olaf: ¿¡Qué putas hacemos!? Mike: ¡Llama a la condenada policía! Olaf: ¡Ya lo intente, No hay señal! Tu: ¡CALMENSE! Olaf, quédate con tu novio, Mike y yo veremos que paso con los otros 2. Olaf: Okey, pero Suri no es mi novio. Mike: oh, todos pensábamos que sí. Tu: Esas son buenas noticias para Jason… ¿¡De qué estamos hablando!? No es momento para pensar en tonterías. Dejan a Olaf con la última antorcha y se van rápidamente. A unos pocos pasos de perderse de la vista mutuamente, tu linterna se apaga. Solo queda la de Mike, la cual apenas alumbra un poco más que la de un teléfono. Por el miedo y los nervios, ni siquiera piensan en sacar el tuyo para también alumbrar aunque sea un poco. Otros pocos pasos más, se encuentran otra vez con el mismo turbio panorama de antes. Pit y Jason cubiertos e inflados por la misma materia negra, uno en el suelo y el otro recostado contra contra un árbol. Sus estómagos no están tan grandes, apenas del tamaño de un arbusto. Cuando Jason los ve, hace un gemido para llamar su atención. Van con él de inmediato, parece que aún sigue consciente. Mike: ¿Qué diablos les paso? Con mucho esfuerzo, el traga lo que tiene en la boca. Gracias al silencio del bosque se puede escuchar como la pesada masa negra cae dentro de su estómago. Jason: Huyan…rápido. El cae desmayado apenas termina de hablar. No tienen tiempo para reaccionar, a lo lejos escuchan los gritos de Olaf, parece que está peleando ¿Pero con qué? Preocupados, corren de vuelta, sin embargo es demasiado tarde. Olaf está en el suelo, al lado de Suri, inflado e inconsciente. Mike: Mierda mierda mierda, estamos muertos, esa cosa va a seguir con nosotros. Ya ni siquiera puedo correr más. En algo tenía razón, ahora que solo quedan ustedes 2, con nada más que una linterna chafa y una antorcha, la criatura camina hacia ustedes dejando ver sólo su cabeza. Es una especie de lobo gigante, como 2 metros de alto, pelaje café oscuro, grandes ojos negros con claras amarillas que los miran directamente, orejas puntiagudas y colmillos enormes y afilados en una sonrisa diabólica con saliva goteando por doquier y pedazos de madera y plantas que ha devorado. Nunca en su vida habían gritado tan fuerte, ambos salieron corriendo llenos de pánico y terror mientras lo único que escuchaban era al lobo riendo cada vez más lejos. El instinto de supervivencia más básico les impide parar de correr, sienten que esa cosa los está siguiendo aun si no saben si eso es cierto o no. Rápidamente, Mike se queda sin aire, la peste del lugar ha llenado sus pulmones, en esta condición difícil respirar incluso para ti. El cae al piso cansado, intentando pararse de nuevo con tu ayuda. Pero antes de que se ponga de pie, vez como una cola lo toma del tobillo y lo arrastra en la oscuridad hasta que desaparece de tu vista. No tienen más opción, sigues corriendo esperando que puedas ser el único que se salve y poder llamar a la policía apenas salgas de esta pesadilla. Unos minutos después, ya no puedes más, tus piernas se cansan y reduces el paso. A la antorcha solo le quedan unos pocos momentos de fuego mientras que con la otra mano intentas encender tu linterna. ¿Qué era esa cosa? ¿Nos quería matar? ¿Por qué tuvieron que venir aquí? ¿Por qué no fueron al cine como dijiste? ¿Estás a salvo? ¿Ellos estarán bien? ¿Si Olaf no pudo pelear contra eso tú que podrías hacer? Estos pensamientos giran por tu cabeza mientras te sigues alejando, definitivamente esta será una experiencia que nunca olvidarás. Ves la luz de la fogata a lo lejos, todavía hay una esperanza, puedes tomar las llaves del carro y escapar. Te metes en la tienda de campaña dejando la antorcha afuera y las buscas, ahí están, ya solo queda devolverte a donde lo dejaron estacionado y todo esto habrá acabado para ti. Sin embargo, de repente, todo se oscurece. La fogata se apagó de la nada. Al salir lo ves, el lobo está sentado devorando toda la comida que trajeron. Habían traído suficiente para 5 días y el la acabo en menos de 10 segundos. Con la poca luz de la antorcha puedes ver su cuerpo completo. 3 dedos con garras del tamaño de tu cabeza, fuertes patas, trampas de oso atoradas en su pelaje y una gran cicatriz en su hombro. Tiene una apariencia aterradora pero cuando bajas la mirada notas algo un tanto extraño. Esta cosa tiene bolas enormes, una vaina igual de grande, un culo tan monstruoso en tamaño como su dueño y muslos y caderas uniformes. En cuanto termina de comer se acerca a ti y reaccionas. Tomas la antorcha y le apuntas con ella en un último empujón de valentía aunque tus piernas no paran de temblar. Tu: ¡ATRAS! Lobo: Mejor baja eso, ninguno de los 2 queremos que este sitio estalle en mil pedazos. El lobo sopla apagando la antorcha y dándote una brisa de su pútrido aliento. Lobo: Te aconsejo que… Sales corriendo de nuevo ignorando lo que tenga que decir. Sin embargo, ya no tienes nada para ver y chocas con algo suave y cálido que te hace caer al piso. Desesperadamente tomas la linterna y la intentas encender por última vez. Finalmente hay luz, pero la vista no es tan agradable. Chocaste de cara contra las bolas de la criatura, y peor aún, está apuntando su extremadamente apestoso culo cubierto de la cosa negra hacia ti con la cola levantada. Lobo: Que no corras, porque te voy a alcanzar igualmente. La criatura deja caer el peso de sus desechos sobre. Ahora sabes que esa cosa negra no es más que la caca del lobo. Con un olor nauseabundo, cálida y dura. Luego de dejarte enterrado de estómago para abajo, ya no puedes escapar. Él te rodea y se acuesta detrás de ti poniendo su cabeza a pocos centímetros de la tuya. Sientes su cálida respiración por la boca y su terrible aliento salir directo. Tu: ¿Q-q-q-qué rayos quieres? Lobo: Nada en especial, solo me encanta usar como baño a cualquiera que se meta en MI bosque. Tu: Entonces no vas a matarnos ¿verdad? Lobo: No lo sé, aun no estoy cagando sobre ti porque quiero que hagamos un trato primero. Tu: ¿Trato? Lobo: Vi que aguantas mucho más que los demás, normalmente vacío mis intestinos en los intrusos y luego me voy, pero si aceptas ser mi inodoro por… mmmmmmm… 2 semanas me parece bien. Si aceptas serlo por 2 semanas no comeré a tus amigos. Tu: Acepto. No creo que tenga otra opción. Lobo: ¡Perfecto! Te diré las reglas pero primero… El lobo se levanta feliz y da media vuelta apuntando su culo a tu cara, lo abre con sus patas delanteras dejando ver su dona oscura que apenas se puede distinguir por la caca alrededor. Una vez puesto en posición, no se deja esperar y se sienta sobre tu cara empezando a cagar sin control. Sus nalgas son muy suaves, como 2 grandes almohadas sobre ti. Lobo: Wow, tu boca se siente muy bien allá atrás. Asegúrate de no despegarla ni un segundo. Su caca tiene un sabor repugnante con muy ligero frescor a menta, pues sus intestinos están hechos para hacer los desechos más repulsivos y asquerosos que podrían existir. Son duros, sólidos y bien formados, sin una sola separación o imperfección, tan apestosos que las plantas cercanas se marchitan y las hojas de los árboles caen, cálidos, tan gruesos te estiran la boca y cubiertos con una viscosa capa de lubricante natural para salgan más fácilmente del lobo y a la vez que así puedan entrar con más facilidad dentro de ti. A medida que pasan los minutos sientes como tu estómago creció tanto que rompió la camisa. Estás pesado por toda la caca que has tragado, no te podrías levantar aun si quisieras y la pila que ahora solo está sobre tus piernas se ve como una pequeñez comparada con lo que tienes dentro. Lobo: Voy a parar un segundo, usa tu lengua como papel higiénico y límpiame. El dispensador se detiene, no puedes tragar la caca que quedó en tu boca y garganta por lo grande y pesada que es. no estás muy lejos de desmayarte, la cabeza te da vueltas, te sientes pesado y sin energía. Lobo: Oh, cierto, deja te ayudo con eso. Un corto pedo directo a tu boca hace que todo el viento empuje la caca hasta tu estómago con un gas tóxico tan pútrido del que puedes sentir su sabor y ardor de lo denso que es. Jadeas un poco, tomas fuerza y sacas tu lengua para continuar el trabajo. Toma unos minutos gracias a lo grande de sus partes, pero por primera vez en mucho tiempo el lobo tiene su trasero sin una sola mancha negra. Lobo: Ya había olvidado lo que se sentía tener allá atrás limpio, aunque te falto un poco aquí jeje. El lobo vuelve a soltar en tu boca una rápida carga volviendo a “ensuciar” su ano y llenando tu boca. Y digo ensuciar entre comillas porque su caca es perfecta, sale dejando nada más que el lubricante por detrás. Y pese a que fue un tronco rápido y pequeño, sigue siendo más caca de la que soltaría un mamut. Usas tu lengua para volver a limpiar su agujero, pero en cuanto lames por segunda vez suelta otro corto pedo directo a tu boca que infla tus cachetes y llena tu garganta y estómago del gas que apenas sale un poco. Una vez limpio nuevamente, el camino apunta su culo un poco más arriba y se vuelve a sentar. Tiene su ano directo sobre tu nariz y luego de que su estómago haga ese rugido que ya habías escuchado antes, una tormenta de flatulencias se decreta con el claro objetivo de tus pulmones. Puso su ano a la perfección, todo el gas entra por los agujeros de tu nariz sin que se escape ni un poco por los bordes. Tus pulmones arden calentando tu cuerpo en esta fría noche, sientes que tu nariz se despeja pudiendo oler la nauseabunda esencia al 100% y no parece que este huracán se vaya detener pronto. Todo este gas te despierta y enciende tu cerebro, agudizando tus sentidos permitiendo captar mejor la peste y sabor de esta criatura. El gas continúa unos minutos hasta que el lobo se detiene en seco, se levanta un poco y se vuelve a sentar en tu boca para seguir con los pedos por esta vía. Luego de otra ventisca el doble de larga, el gas es seguido de otra torrente de excremento con un sabor peor que el de antes. Pese al sonido de los gases y ahora de la caca saliendo, puedes escuchar que el lobo empezó a gemir de placer y sobre todo alivio. Pero tan rápido como empezó a salir la caca, tan rápido se detiene. Lobo: Hey, cada vez que termine de cagar y me levante tendrás que limpiar sin que yo te diga que lo hagas. Y eso es un problema para mí, porque no me gusta tenerlo limpio, así que lo volveré a ensuciar una y otra y otra vez. Lames para limpiar, pero apenas queda limpio vuelve a hacerte tragar más caca. Se vuelve a levantar, lames, queda limpio y vuelve a cagar por casi una hora. El lobo ríe de forma malvada y burlona mientras vuelve a cagar en tu boca. Lobo: ¿¡QUE PASA!? Dije que usaras tu lengua para limpiar mi caca pero yo sigo sintiendo que mi hoyo está sucio ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJA! Cuando nuevamente terminas de chupar y tragar la caca de su salida, sienta sus suaves, pesadas y apestosas nalgas sobre ti y las sacude y frota de un lado a otro hasta que termina de reír. Lobo: Ahora olfatea mi culo. Huélelo como si te encantara hacerlo. Pones tu nariz contra ese suave pelaje empezando a oler esa fuerte peste nauseabunda. Y como no podía faltar, el lobo suelta pedos directo a tu nariz cuando olfateas, llenando tus pulmones cada vez que quieres. Lobo: Ahora inhala profundamente, quiero que respires mi gas a fondo. Y no hagas trampa, me daré cuenta si no lo haces. El lobo apunta su culo a tu nariz y se prepara para soltar su densa niebla tóxica, tú empiezas a inhalar lo más que puedes al momento que sale pero su aroma es demasiado fuerte y nauseabundo que te hace toser a los pocos segundos. Lobo: Nada para el primer intento, vas a seguir practicando para que puedas hacerlo sin problema. Se vuelve a sentir y continua cagando y haciéndote limpiar, pero ahora no espera a que termines de limpiar. Ahora caga apenas siente tu lengua tocar su hueco. Lobo: Por cierto, cada vez que se te olvide limpiarme te ganas una hora más de ser mi inodoro. Y no te preocupes, no contaré las veces que cago mientras limpias. También te quitare minutos si dices que te gusta mi caca y que quieres comer más. El termina de cagar, le limpias y se levanta lo suficiente para que se vean por debajo de sus grandes bolas. Se te queda viendo esperando a que digas algo. Tu: Eso… Me gustó…Quiero comer más. El lobo mueve la cola y dice: ¿En serio? Sabía que te iba a gustar mi caca, toma más de tu comida favorita. Dando un sentón, te vuelve a alimentar con troncos un poco más gruesos que antes. Lobo: Aunque no te voy a quitar tiempo por eso. Si quieres salir de esto antes deberás actuar mejor. Las horas siguen pasando, durante unos últimos minutos el lobo se acomoda y hace más fuerza, sacando su torrente de desechos a presión, inflando tu estómago con más velocidad. El ruje y aúlla con placer y al acabar su aullido, la caca también acaba. Al final tu estómago termina tan inflado que se puede ver por encima de los árboles. Lobo: Aaaahhhhhh. Finalmente estoy vacío, fuiste un inodoro excelente. *El can bosteza.* Son como las 4 de la mañana, voy a dormir un rato. Cuando despierte comeré algo para recargar el tanque y que puedas seguir comiendo. Sin quitar su ano de tu boca, el lobo se acuesta en el suelo y rápidamente se queda dormido con su gran culo sobre ti. Cierras los ojos intentando dormir también pero no es posible, otra fuerte flatulencia te llena la garganta. Al parecer este animal se tira pedos dormido, y no pocos por lo que puedes comprobar. A las 7 de la mañana, el lobo se despierta y se levanta, dejándome dormir por una vez. A las 11, eres despertado por otro corto y potente gas directo en la nariz. Lobo: Buenos días dormilón, ya estoy listo para seguir. Vez al lobo un tanto diferente, como acababas de despertar no lo notas de inmediato pero cuando te das cuenta sientes un escalofrío. El estómago del lobo está tocando el piso gracias a todo lo que comió. Lobo: Dime ¿Quieres tu desayuno directo a la cama? Tomas algo de aire fresco antes de responder como le gustaría al lobo: Claro que si, podría comer tu caca para el almuerzo y cena también. Lobo: Ese me gusto más, te ganaste 10 minutos menos. Toma. Él te da una manzana, al principio estás confundido pero la tomas y la llevas a tu boca. Pero antes de que tus labios toquen la fruta, el lobo rápidamente se sienta otra vez sobre ti y empieza a soltar tu verdadero desayuno mientras te quita la manzana. Lobo: Caíste jajajaja. Siendo mi inodoro solo podrás comer caca y nada más. Es la más deliciosa y mi intestino la hace super nutritiva. Además tampoco te preocupes por el agua, mi lubricante anal te hidratara más que suficiente. *El lobo se come la manzana de un bocado.* Y si quieres esa manzana, tendrás que comerla de mi caca jajaja. Los días pasan, el lobo continúa con su placer al usarte como quiere. Se queda dormido sobre ti a las 10 de la noche, se tira pedos mientras duerme y despierta a las 6 de la mañana para volver a seguir con su diversión. Ya este es el último día, solo aguantas hasta esta noche y te podrás ir. Lobo: Oye, si logras pedir que me detenga te dejaré ir ahora mismo. Tu: Dete… El lobo te interrumpe llenando tu boca con su caca. Tu: De…ten… Ahora te interrumpe con un pedo de 2 minutos seguidos. Continuas intentando terminar esa palabra pero el lobo no te deja, cargas de desechos o tormentas de flatulencias te lo impide siempre que abres la boca. Tu: De…ten…te, por favor… Lo hice, lo dije… ya puedo irme. El lobo se vuelve a sentar en tu boca y haciendo fuerza caga un tronco más grueso de lo normal a una velocidad exagerada. Esta potente carga rompe con la ilusión de poder escapar antes de la forma más brutal posible. Lobo: Mentí, no te dejaré ir antes de tiempo. De hecho, cambié de opinión, serás mi inodoro por un mes más. Él se levanta un segundo. Tu: ¿Por qué? Teníamos un trato. Lobo: Lo sé, pero resulta que no debes confiar en la palabra de un monstruo del bosque. Más bien, te podría hacer mi inodoro permanente, así que agradece que solo te usare un mes más. Tu: Gracias. Lobo: Con gusto, ahora ¿Quieres pedos en tu nariz o en tu boca? Te dejaré escoger esta vez. Y así continúa el lobo. Cuando pasó el mes, te quiso conservar por más tiempo. Unos meses después ya no sabes si va a poder salir de esto.