Alguien tocó la puerta de la entrada y el dueño de la casa bajó a abrirla. Señor: Hola vecino. Scooby: Buenas ¿A qué se debe la visita? El furry canguro da un paso al lado mostrando que detrás de él hay una carriola con un bebé en ella. Señor: Necesito salir por unas horas, me preguntaba si podrías cuidar a mi pequeño. Scooby: Me encantaría, pero ¿Sabes que soy pedófilo verdad? Señor: Lo sé. Volveré a las 6 de la tarde. No necesita ningún cuidado especial así que cuídalo como cualquier bebé. Scooby: Perfecto, trae al sexy bebé. El empuja la carriola hasta dejarla dentro de la casa de Scooby. Ahí, el perro se asoma para ver al pequeño. Es un bebé de 3 semanas muy alegre y con nalgas tan grandes que apenas caben en la carriola. Scooby: Pero que lindura, nunca había follado un bebé canguro. Si quieres puedes volver mañana, tengo suficiente semen para darle a tu pequeño por un día entero. Señor: Muy bien, entonces lo volveré por él mañana a esta hora. Si algo pasa llámame. El canguro se va dejando a su bebé a solas con un pedófilo que tiene un pene de un metro con 80 centímetros y unas bolas casi tan grandes como el bebé en si. Scooby: No hay tiempo que perder pequeñin, usaré ese gordo culito ahora mismo. Sin más espera, el perro se sube en la carriola y empieza a olfatear el trasero del pequeño mientras le va quitando su pañal a mordidas. Una vez su ano quedó desprotegido, nada le impidió a Scooby meter su miembro por completo, abultando no solo el estómago del canguro, si no también la propia carriola. Solo se ve un bulto enorme de adelante a atrás acompañado de sonidos de bebé feliz, el nudo golpeando sus nalgas y presemen goteando por detrás. Cuando Scooby termina, la carriola quedó destrozada en el piso y el bebé lleno de semen. Este solo es el inicio. Scooby se levanta y cargando al bebé con su pene el se lo lleva a la sala de su casa donde se sienta en su sofá. Con sus patas, el can toma al bebé de sus gordas caderas y lo hace de arriba a abajo como un juguete sexual. Luego de un rato hace al bebé hacia arriba lo más que puede, lo toma de las piernitas y lo jala con fuerza metiendo su nido de un solo empujón. El bebé se sorprende al sentir el enorme nudo entrar sin piedad. Pero eso no borra su inocente sonrisa. Más semen se dispara dentro de la adorable criatura, ya hay tanto dentro de él que lo empieza a inflar. Con sus patas Scooby empieza a frotar, agarrar, nalguear y apretar las nalgas del pequeño. Continúa un buen rato disfrutando de ese culito y viendo cómo se mueve su colita. Eso le da una idea. El toma la cola del bebé y se la mete por su culo. Ahora el pequeño tiene un pene y una larga y gruesa cola por su culo. El saca al bebé y lo deja sentado sobre su cola. Se para sobre el sofá poniendo las patas a cada lado del pequeño. Toma al bebé de su cabeza y lo empieza a follar contra el respaldar haciendo qué todo el mueble se mueva hacia atrás con cada empujón. Con el último empujón logra que el sofá coche contra la pared al mismo tiempo que deja salir otro orgasmo. El semen baja por su garganta y subiendo hasta salir por los bordes aún con el nudo dentro. Para antes de las 11 de la mañana, Scooby soltó más de 20 cargas de semen. Y por suerte para el pequeño que lo está disfrutando, el no parará hasta el próximo día. Su padre tuvo bastante dificultad para llevar al pequeño a casa con tanto semen en su interior haciendo peso.