El inicio habitual, alguien tocando la puerta de una casa, la cual poco después es abierta. Del otro lado, se encontraba Meow, de Space Dandy, en suéter para el frío clima que hace y un buzo ajustado por su gran bulto, del que se ve su base peluda y sudorosa. Por su apariencia, no parece que se bañe seguido, junto con varias manchas de comida. Meow: Hey, ya llegué a la cita. Hombre: ¿Cita? Que recuerde no tengo nada pendiente hoy. Meow: No, no tú, tu bebé. El felino le muestra el perfil de una página de citas que justamente tiene de foto de perfil al hijo de este hombre. Hombre: ¿Y cómo rayos un bebé de unas semanas tiene perfil de cita? Meow: No te imaginas cuántos bebés hay en esa app… Entonces, ¿puedo pasar o me quedo aquí fuera haciendo nada? Hombre: Bueno. Pasa, supongo. El andrajoso batelegusian se va a la habitación del bebé, donde cierra con llave y da comienzo a la cita bajando su pantalón, mostrando su gigantesco miembro monstruoso y grotesco. Meow baja la baranda de la cuna para meterse en esta, abarcando casi toda esta con sus bolas peludas. El bebé, por su parte, es empujado y abre la boca al tener el pene de Meow tan cerca. La penetración comienza de una embestida a su boca, poniéndose al bebé como condón viviente. Por toda la casa se escuchaban los golpes de las bolas de Meowuna y otra vez contra la cuna cuyas patas se rompieron hace mucho tiempo. Media hora usando la boca del bebé; después, Meow llega al orgasmo, inflando a este con su semen. Pero este solo es el inicio de la cita. Una vez saca su miembro, le da vuelta al bebé, le quita su pañal y continúa penetrando el gordo trasero de este lindo pequeño. Así pasó toda la semana hasta el sábado, una velada bastante larga donde Meow tuvo orgasmos sin parar dentro del bebé. Meow: Waoh. Esa fue la mejor cita que he tenido. ¿Qué te parece si volvemos a tener otra el mes que viene? El bebé no puede responder por los litros de semen saliendo de su boca. Meow: Oh bueno, te preguntaré por el chat después. Oh, espera, se me ocurre algo mejor. Sin ponerse el pantalón y con su pene aún erecto cubierto de semen, Meow sale de la habitación dejando que el ambiente pesado se extienda por la casa mientras va casualmente por esta. Hombre: Vaya, por fin saliste… ¿Por qué estás desnudo? Meow: Eso no importa ahora. Tu bebé y yo nos llevamos muy bien; deberías contratarme como niñero, así lo puedo ver todos los días. Hombre: La verdad, eso me incomodaría un poco. Ya de por sí es raro que tengas citas con él. Meow: Aaahhh, vamos, igual voy a seguir teniendo citas con él. Solo será para que sea más formal. Además, necesito el dinero. ¿No te gustaría que el novio de tu hijo sea un desempleado, o sí? El hombre suspira y responde: Está bien, ¿5 mil al día te bastan? Meow: ¿Solo eso? Mira el tamaño de mi biberón; esta es leche de calidad. Tu bebé tiene suerte de tenerme como niñero; no puedes darme tan poco. Hombre: ¿50? Meow: Más. Ni siquiera lo cambiaría por menos de 100. Hombre: Está bien, 500. Meow: Perfecto, entonces ya soy el niñero de tu hijo… Pues, entonces empezaré a trabajar ahora. Meow vuelve a la habitación, solo para continuar llenando al bebé con su semen.