Dino se encontraba cuidando al bebé de sus dueños de la forma mas responsable posible… Durmiendo en su cama. Como ya imaginarás en cualquiera de mis historias donde hay bebés, Dino tiene unas gigantescas partes entre sus piernas. Con 3 metros de largo, 80 cm de grueso de puro miembro de dinosaurio venoso y palpitante. Pero en esta ocasión, nuestro amigo no es pedofilo, lo cual para la mayoría sería difícil si el bebé con el que debe vivir tiene unas nalgas bastante grandes, prácticamente una almohada bajo su ropita hecha con mucha piel de tigre. Está criaturita de apenas 3 meses y cabello blanco, es el sueño húmedo de cualquier pedófilo. Siempre se queda viendo el enorme miembro de Dino, hipnotizado y babeando por él. Incluso tiene sueños recurrentes sobre Dino meneandolo frente a él y poniendo sus enormes bolas sobre él para que las abrace. Cada vez que puede, el bebé intenta agarrar el pene del macho, cosa que consigue fácilmente gracias al colosal tamaño de ese pedazo de carne que el pequeño cree que es el mejor biberón que existe. Y una vez que lo tiene en sus manos, juega con él, le da besitos y abrazos. Horas más tarde, mientras siguen dormidos pacíficamente, un extraño sonido despierta a Dino. Este levanta la cabeza para saber que está pasando, es un perro intentando entrar por la puerta. El dinosaurio se levanta con cuidado de no despertar al bebé y se dirige a la puerta. El perro es algo extraño, es de paje gris, va parado en 2 patas y tiene un collar verde que flota en su cuello. En cuanto el canino ve al reptil asomándose por la ventana, se alegra y toca la puerta. Dino le abre, no parece que haya venido para algo malo. Perro: Hola amigo, soy Astro. pude oler a este bebé y no pude resistirme a venir. Dino: Dino ¿Exactamente que quieres hacer con el bebé? Astro: Quiero violar a ese sexy pequeñin. Es algo que a los perros nos encanta. Los perros somos pedófilos. Mientras hablan, el can se va acercando a la cuna del bebé. Dino: ¿Violar al bebé? Astro: Sip, alimentarlo con mi leche, usar su culito, llenarlo de semen, darle mi biberón, ser su niñero, enseñarle a chupar, meterle el chupete Dino: Sigo sin entender. Astro: Solo mirá. El perro se pone al lado del bebé exhibiendo sus enormes bolas ante él, no tan grandes como las de Dino pero con un olor más fuerte. Astro ha follado tantos bebés que el pelaje de sus bolas tiene impregnado el olor a sudor de bolas, culos de bebés, saliva de bebés, semen, pañales, talco y cremas para bebés. Al sentir el olor del macho, el bebé se despierta atraído por este. Gatea sacudiendo sus nalgas hasta llegar a el. Astro: Nunca había visto un pequeño tan sexy, ese pañal no durará mucho. El perro se mete a la cuna y sin esperar empieza a olfatear su culito mientras se frota la entrepierna con ambas patas. Dino: ¿Te gusta ese olor? Astro: Por supuesto, tienes que probarlo. Dino: Okey. Gracias a su largo cuello, el dinosaurio mete su cabeza entre las nalgas del bebé. El pequeño tiene un culo tan grande que estos 2 machos pueden meter sus cabezas en el sin que de toquen. Ahora ambos inhalan el dulce olor a trasero de bebé culón. Dino: Ohhhhh…Es increíble… No puedo creer que estuve tan cerca de él tanto tiempo y nunca note este olor. Astro: Y se va poniendo mejor. Durante un rato, ambos siguen con sus narices cada vez más cerca al ano del bebé hasta que el perro saca su cabeza. Fuera de ese lugar tan agradable, Astro puede ver el panorama completo. Un enorme dinosaurio con su primera erección el cual no quiere sacar su cabeza de entre las nalgas de un bebé. Esa vista fue suficiente para que el pene de Astro también se pusiera erecto, sacando sus 2 metros con un gordo nudo y chorreando presemen en la cuna y el suelo. Astro: Tienes un biberón impresionante entre tus piernas. Estoy seguro de que este pobre bebé lleva mucho tiempo esperando a que se lo des. Dino: ¿En serio? Astro: Mira como se queda viendo tu pene. El lo desea. El dinosaurio saca su cabeza de entre las nalgas del bebé y voltea a ver abajo. Ciertamente, la criaturita no aparta la mirada del enorme miembro. Es la primera vez que el bebé ve su pene favorito completamente erecto y está enamorado a primera vista, tragando el presemen que cae sobre él. Astro: Debes darle lo que tanto quiere Dino: ¿Estás seguro? Creo que mi pene es muy grande para un bebé. Astro: No te preocupes, a ellos les encanta. Dino: Okey. Dino empuja su pene entre las barras de la cuna, rompiendolas gracia al exagerado grueso de su miembro. El bebé abre la boca para dejar que entre toda esa venosa y dura monstruosidad.Pasa fácilmente ayudado pore el succionar de la criaturita y toda la saliva al tener la boca hecha agua. Un fuerte rugido de placer se escucha, Dino acaba de descubrir el mejor placer de su vida. Ahora está desatado dando empujones sin control hasta la base chocando sus bolas contra la cuna. Astro: Muy bien, lo haces como todo un profesional ¿Estás seguro que no has follado bebés antes? El dinosaurio ni siquiera responde, su mente está completamente ida en el placer de la boca de 3 meses, estirando su cuerpecito como un condón que solo puede hacer ruiditos de bebé mientras disfruta. Astro: Bueno, también me unire a la diversión. Astro se para junto a Dino y como si un gigantesco pene de dinosaurio no fuera suficiente, ahora se suma el de un perro pedofilo. En menos de un minuto la cuna queda completamente destrozada y el bebé con el estomago inflado de presemen. Astro: No sé por cuánto planeas seguir… Pero ya le voy a dar su leche al pequeño. Un último empujón para meter su nudo marca el inicio de un fuerte chorro de semen que se dispara dentro del bebé, inflando aún más su interior con la cálida leche. Astro: AHH, este pequeñín no deja una sola gota, todo está entrando. Para cuando todo el semen termina de salir, el estómago del bebé queda al tamaño de su cuna antes de que la destrozaran y el perro cae hacia atrás cansado y satisfecho, con su pene aun dentro del bebé gracias al nudo. Astro suspira y dice: Nuevo récord, 16 bebés llenos de semen hoy… Voy a descansar un rato. Por su lado, mientras Astro toma una siesta, Dino continúa violando al bebé con la misma brutalidad que con la que había empezado. De otro rugido el también llena de semen al bebé con una carga mucho más abundante que sobrepasa la capacidad del bebé, desbordando por los bordes de su boquita. Los empujones no paran, Dino está demasiado excitado como para detenerse y por el placer que le da el liberar su carga, ahora su pene esta mas duro que antes. Al terminar la carga de semen, con toda la energía aun al máximo, Dino saca su miembro dejando al bebé con nada más que el pene de Astro en su boca. El se a la mejor parte del bebé, su gordo culito infantil. Tanto Dino como el bebé disfrutan que el primero introduzca su miembro en en el segundo más de lo que debería ser normal. Las nalgas de pequeño aplauden y tiemblan con cada embestida que poco a poco va logrando un intercambio de escencial. Ahora las bolas de Dino tendrán un olor a culo de bebé inocente, y el culito del bebé tendrá un olor a pene de dinosaurio pedófilo. Las horas pasan, cuando Astro despierta de su descanso de follar bebés se encuentra con que Dino no ha parado un solo momento. El pequeño aún sigue chupando y lamiendo su pene, todo este tiempo lo estuvo haciendo para mantenerlo erecto. Una vez se levanta (sin sacar su pene de la boca del bebé) puede ver mejor a Dino, está montado sobre el culito del bebé usando su panza inflada como apoyo. Su mente sigue igual de perdida que antes, en su cabeza solo hay espacio para follar bebés y poco más. Astro: Ese culito debe ser una maravilla si lo llevas follando tanto rato. Yo también quiero probarlo. De un solo jalón, el perro saca su nudo y todo su miembro del bebé y de nuevo acompaña al dinosaurio al agujero que está en acción. Nuevamente, están doble penetrando al bebé, inflando lo con más presemen y combinándolo con el semen que ya había. Para cuándo terminó el día, el tierno bebé era el más feliz del mundo, durmiendo plácidamente con más de 50 cargas de semen dentro de él y su ano completamente destrozado regando litros a chorros. Ambos pedófilos estan tirados en el suelo exaustos. Astro nunca había tenido tantos orgasmos con un solo bebé y Dino tuvo más placer del que hubiera soñado. Astro: Bueno amigo. *Jedeo.* Ahora ya sabes lo bien que se sienten los bebés. Dino: Sin duda. Voy a violar a todos los bebés que vea.