Un riolu muy confiado caminaba por el bosque orgulloso de la nueva habilidad que aprendió y buscaba alguien con quién presumirla. Un Golurk también estaba por ahí y es justo el peor oponente que podría buscar… Riolu: Oye roca gigante, apuesto que puedo derrotarte de un solo golpe. El se da un brinco en dirección al gran pokémon y lanza su movimiento, golpe roca. El Golurk ni siquiera se movió, no sintió nada. Sin embargo, eso lo molestó y respondió mandándolo a volar de un solo ataque que lanzó con todas sus fuerzas. Quien sabe cuántos kilómetros recorrió antes de caer. Y la propia caída fue bastante errática, rebotando contra el suelo y finalmente golpeando un árbol. Riolu: Maldición… Creo que… mejor duermo un rato. Con mucha dificultad, se arrastra y se esconde dentro de un arbusto cercano para descansar. Por suerte, es un pokémon así que estará bien, aunque no pueda moverse. Riolu: Aunque… ¿Por qué huele tan mal aquí? Por muy horrible que huela el lugar, ya no puede ir a otro lugar. Horas después, es despertado por el sonido de una voz. Francis: Ya casi llego. Aquí está, lo necesitaba. Un gran y gordo skuntank acercándose a él es la aterradora imagen que percibe cuando abre los ojos. Su estómago ruge y tiembla. Francis: ¿Qué rayos comí? Siento que este será el pedo más fuerte que voy a soltar en mi vida. El zorrillo da media vuelta y apunta su culo al riolu. El miedo de ser apuntado por el arma letal de un skuntank hace gritar por ayuda al canino, sin embargo, no el mismo Francis lo escucho. Francis: Espero resistir, no quiero tener que encontrar uno nuevo. Eso explica el mal olor, pero ahora, riolu no puede escapar. Solo se tapa la nariz creyendo que eso funcionará. De un solo disparo, los pedos empezaron a salir de ese enorme culo. En esta parte del bosque, no viven pokemones, fueron ahuyentados por la peste de Francis. Y esta tormenta, fue tan potente que alcanzó fuera del bosque, obligando a huir hasta un par de legendarios. La fuerza viento es simplemente destructiva, quitó la pata de la nariz del riolu, forzándolo a oler de lleno está tóxica explosión directa a su cara. Todos los árboles y plantas cercanas fueron destruidos cómo si les hubiera pasado un huracán por encima. La rancia nube penetra por la nariz del pobre, llenando sus pulmones de la ardiente peste, al igual que su estómago gracias a qué no pudo aguantar más con la boca cerrada. No parece que tenga descanso alguno. El riolu solo se pregunta "¿Cuándo va a terminar esto?". Para su mala suerte, los gases más cortos de Francis duran 10 minutos. Las horas pasan, aun con la densa niebla, riolu puede ver con dificultad algo que le esperabas de salvarse de esto. El ano de Francis se está empezando a cerrar lentamente, su pedo está llegando al final. Haciendo un último esfuerzo por aguantar lo que queda, riolu logra resistir las 2 horas de gas que faltaban. Su ano quedó humeando y ahora lo único que se escucha son jadeos de alivio y placer. Con 4 columnas de gas verde saliendo, una de la boca de riolu, dos de su nariz y la otra del agujero que originó todo este desastre natural. Francis: Que bien se siente dejarlo salir. Riolu: Aaa… Francis: ¿Qué? ¿Hay alguien aquí? Un poco asustado voltea a ver a cada lado. Riolu: Mira… abajo. Francis: ¡Ow! ¿Estás bien? Riolu: No… Lo sé. Francis: Pobrecito, te llevaré al centro pokémon más cercano y… Su estómago lo interrumpe con un fuerte ruido que avisa de otro destructivo gas igual que el anterior. Francis: Emmm. Lo siento por esto. Riolu: ¿Ah? El gordo skuntank levanta su culo, se hace más para abajo poniendo sus nalgas contra la cara del riolo y deja salir otra tormenta de pedos. Francis: Te llevaré cuando terminen mis gases, normalmente son 5 o 6… Lo siento mucho, solo espera. Luego horas de pedos sin piedad directo en su cara, el riolu finalmente quedó noqueado. Francis lo llevó al centro pokémon cómo prometió y se resistió a la tentación de conservarlo cómo reemplazo de su arbusto. Después de esto, el sabor de los pedos quedó permanente en su boca. Cada cosa que come le sabe como si Francis se hubiera tirado pedos sobre su comida. Durante meses hume verde salía humo verde de su nariz al respirar y por mucho más tiempo seguirá sintiendo el rancio y pútrido olor en sus pulmones y nariz.