Margarita estaba esperando a Mordecai para una cita cuando se dió cuenta que había llegado 2 horas antes de lo planeado pues su reloj estaba muy adelantado. Ella estaba aburrida mientras esperaba así que pensó en matar el tiempo haciendo lo que más le gusta… violar bebés. Cómo ya imaginarás, hoy Margarita está un poco diferente a la de un show más. Mide 3 metros y tiene pechos enormes que dejan una marca de sudor a través de su brasier y su corta camisa amarilla, sus pezones se notan con facilidad mientras gotean chorros de leche que van dejando un rastro en el piso y si escote deja ver bastante de su brasier el cual también deja ver bastante de sus pechos tan peludos que casi tapan sus pezones de la vista de cualquiera. Sus axilas también son peludas, 2 matas de pelo negro que también gotean sudor a chorros, su abdomen también tiene algo de pelo que baja de sus pechos cubriendo su ombligo pero no se nota mucho por sus plumas rojas y blancas, además tampoco puedes verlo por lo grande de sus pechos. Su cintura es colosal, gracias a sus gordas caderas, enorme trasero y muslos carnosos, es fácil deducir que ella no puede pasar por una puerta normal, sin duda gruesas y sexys piernas están hechas para el trabajo. Y finalmente ¿Cómo va a violar bebés si no tiene un pene de futanari? Es descomunal, unos 2 metros de largo y 60 cm de grueso de un monstruoso mástil venoso hasta las bolas que siempre está duro y palpitante. El palpitar del pene de Margarita se puede escuchar si estás cerca de ella si es que el sonido de las gotas presemen callendo al piso no lo tapa. Ella se escondió en los arbustos y espero a que algún pequeño se acercará. Ella podría simplemente violar al pequeño pasar a su lado hace unos segundos pero prefiere preparar una trampa y cazar esos sexys culitos. Mientras esperaba movía sus caderas de un lado a otro dejando salir su olor corporal ya que ningún pequeño se puede resistir al varonil y dominante aroma de las enormes bolas de Margarita que casi le llegaban a sus tobillos. Y si te lo preguntas, si, el arbusto es lo suficientemente grande como para ocultar el gigantesco cuerpo de la dotada ave. Apenas, pero podía. Margarita no tuvo que esperar mucho tiempo, un bebé ya estaba gateando directo hacia ella atraído por el masculino olor a futanari recién salida del gym. El pequeño es un bebé caballo de pelaje café claro y ojos verdes, tiene unas grandes nalgas casi del mismo tamaño que las de Margarita lo cual es bastante grande para un bebé de apenas una semana o incluso menos y está completamente desnudo. Tenía que esperar, si salía ya no lo iba a sorprender. Margarita observó babeando a su presa, su saliva caía en sus pechos cosa que no se notaba mucho por todo el sudor. Margarita: Vamos pequeño, acércate. Ya quiero violarte sin piedad. Dijo en voz alta para que todos los que están por ahí la escucharán. El bebé gateaba curioso alrededor del arbusto. Se topó con el charco de sudor que caía de las bolas de la futa combinado con el presemen. Y como todo bebé curioso, se llevó lo que pudo a la boca, y como a todo bebé, le encantó el sabor. ¡Está distraído, es el momento perfecto! Margarita saltó de entre los arbustos, tirándose directamente sobre el culo del infante y empujando toda su verga hasta chocar sus bolas de un solo tirón. La primera metida ya vino sin lubricante ni condón, está ave solo quería follar brutalmente a un bebé y es lo que está haciendo. Lo tenía en 4 y no le iba a dar misericordia alguna. El pequeño no pudo reaccionar a la primera metida en su enorme culo, el miembro viril entró tan rápido que salió por su boca en el mismo instante. Los únicos ruiditos de bebé que pudo hacer fueron arcadas y atragantamientos muy felices. El caballito estaba asustado por no encontrar a su madre, pero el biberón de futanari lo puso lo más feliz que una inocente criaturita puede estar. Sin duda este potrillo es quien más lo está disfrutando. Margarita se inclina sobre el pequeño poniendo sus manos en el suelo con los antebrazos en sus hombros para empujarlo hacia atrás, dejando el peso de sus pechos sobre el pequeño dejando desde su cabeza hasta la parte posterior de su culo llena de sudor y leche. En esa posición de perrito, la plumífera violadores continuó montando al caballo sin limitarse en su fuerza, haciendo su pene para atrás hasta casi sacar la punta por su recién estrenado ano y luego embistiendo a fondo lo que hace que el cuerpo de ambos tiemble por el choque. Cada vez que el pene de Margarita pasa por dentro del pequeño, su estómago se infla de presemen y al sacarlo, escupe chorros del líquido al ser empujado desde adentro. Margarita no tuvo piedad con este bebé en su primera vez, le dió duro con todas sus fuerzas desde el principio hasta que llegó Mordecai para su cita luego de una hora y media dándole al pequeño en esa misma posición. Margarita: Oh, hola Morde, no te había visto ¿Desde hace cuánto tiempo estás ahí? Mordecai, sorprendido con la boca abierta y una erección de ver a su novia violando brutalmente a un bebé caballo responde: Acabo de llegar, como 2 minutos. Margarita se levanta sin sacar al bebé de su pene, lo baja hasta la base y le da la mano a su cita para ir al cine. Mordecai: ¿No vas a dejar al bebé? Margarita: Nah, yo lo caze y ahora es mío. Buscaré a sus padres luego de llenarlo unas cuantas veces. Fueron al cine, vieron la película, comieron en un restaurante, fueron de compras,pasearon por ahí. Lo típico que las parejas hacen en sus citas, pero con un bebé siendo penetrado sin descanso en todo momento. La cita terminó y cada quien a su casa, Margarita llega a su apartamento a las 11 de la noche con su pene al máximo y listo para dejar salir toda la leche de bebé que este pequeño estuvo ordenando durante todo el día. Margarita se tira sobre su sofá que está teñido de tanto sudor y marcado con la silueta del pesado cuerpo de la futanari. Ella toma al bebé de la cintura y lo empieza a hacer de arriba abajo con tanta fuerza que se puede escuchar en los 3 pisos de arriba y abajo, ahora sin sacar el pene por su boca, abultado su estómago en esta posición. Finalmente 2 de la mañana, Margarita sube al bebé hasta la punta de su pene, lo toma de sus piernas y lo jala hacia abajo con todas sus fuerzas para llenar al caballito de semen. La corrida de la ave inflo al pequeño como globo en cuestión de segundos. Tanta presión disparo chorros de semen por la boca del pequeño quien no podía estar más alegré y por su culo que ya nunca se volverá a cerrar y menos con una futanari follandolo cuando quiere. El semen salió en todas direcciones, llenando el suelo, paredes, techo y muebles del departamento y cubriendo a la producía este líquido de pies a cabeza Al momento correrse, Margarita gimió a gritos que se escucharon por toda la cuadra y la leche de sus pechos empezó a regarse a chorros mezclados con todo el semen en el piso que ya empezaba a inundar el departamento justo con la panza del que no paraba de inflarse de semen. Después de vaciar toda su leche dentro del pequeño, ambos quedaron exhaustos y se durmieron en el sofá en la misma posición del final. Casi todo el semen quedó dentro del bebé, su estómago quedó del tamaño de varios elefantes adultos y demostrando porque apartamentos con piso de acero reforzado son buena opción para futanaris viola bebés.