Cuenta la historia que en un pueblo llamado Cubtown, muy lejos de todo el mundo en alguna parte de América, rodeado de un gran bosque, suceden cosas muy extrañas durante todo el mes de Halloween. Por el resto del año el sitio es bastante curioso pero se pone peor en esa época del año. Las historias cuentan de que los niños desaparecen y vuelven a parecer mucho tiempo después, los adultos se comportan extraño y los animales de vez en cuando se van por horas o días y regresan sumamente cansados. Sus habitantes raramente salen de la ciudad y quienes quieren ir a ella se pierden constantemente, pero si intentan volver lo harán sin ningún problema. Las imágenes aéreas se ven borrosas y las satelitales tienen el mismo resultado. Y antes de que te lo preguntes, si, las historias de este sitio son reales y todas se deben a una sola y solo una criatura llamada Pinky. El es una gran oso antropomórfico de 3 metros, musculoso y peludo, siempre esta desnudo sin mas que una mascara negra con lentes que solo deja afuera sus orejas y nariz, guantes negros y mayas en sus brazos y piernas, con pelo abundante en sus pectorales y sobre la base de su pene increíblemente largo, grueso y venoso que casi toca el piso. O no, el puede controlar el tamaño de sus partes para esconderlas cuando está en publico. Durante todo el año Pinky pasa en los bosques, de vez en cuando los niños dicen verlo a lo lejos, observándolos mientras su brazo se mueve rápido debajo de los arbustos o cargando a otro niño con algo blanco encima, pero estos sienten algo húmedo pasando por su cuerpo, esto los despista y cuando volvean Pinky ya no está. Los adultos no lo recuerdan bien, solo mencionan una especie de mancha rosa y negra. Dentro del pueblo los niños son más sumisos y cariñosos de lo normal, muchos adultos de este pueblo son pedófilos y por alguna razón nadie lo nota ni le importa a los pocos que si lo notan, esto por causa de Pinky, cualquier adulto que lo ve se vuelve un poco mas pedófilo y olvidan un poco que lo vieron. Y si alguno se lo topa de cerca cara a cara, Pinky lo toma de los hombros y lo hipnotiza a través del cristal de su máscara dejándolos en un trance profundo del que despiertan unas horas después, rodeados de niños y bebés llenos de semen que violaron durante el trance. Durante el mes de octubre, del primero al 24 de octubre, Pinky comienza a rondar las por las calles con sus genitales escondidos entre su pelaje, observando a los niños más de cerca, a veces él habla con ellos, los manosea, les da dulces que saca de dentro del pelo de su entrepierna, les cuenta historias de miedo o les regala juguetes. El hipnotiza a todos los padres de la ciudad para hacer ciertos "arreglos" en los trajes de Halloween de sus hijos. Durante las noches Pinky se mete en la casa de un niño, lo hipnotiza para que no se de cuenta de que él está ahí y duerme abrazado a él, oliendo su pelo por debajo de la máscara, con la pierna encima de ellos y su entrepierna pegada al trasero del niño. Pinky no necesita dormir realmente, solo lo hace por que le gusta, y cuando lo hace, muchas veces es sonámbulo, se masturba con los niños al lado y despiertan llenos de semen de pies a cabeza. Y obviamente, sueña que se está cojiendo al niño con el que está durmiendo. Durante este mes los pedófilos del pueblo también se comportan más extraño. Las camionetas con "dulces gratis" abundan en las calles, dibujan y pegan carteles de niños y bebés desnudos, ponen dulces debajo de cajas con un palo atado a una cuerda y las escuelas se vuelven más concurridas. Los pedófilos con hijos menores de edad son aún más afectados, les compran dildos a sus niños y se los meten sin preguntar, se masturban frente a ellos, se bañan a sus hijos o llenan de semen su comida. Una vez llega el 25 de octubre, la semana de Halloween, es cuando todos los días los niños salen a pedir dulces en sus lindos disfraces hasta el 31. Durante esta semana Pinky rapta a los 10 menores que más le gusten, cosa que es una difícil decisión porque todos los niños de Cubtown son muy sexys. Desde el primer día Pinky ya sabía por quienes ir. Su primer objetivo es Doc, un niño conejo de 9 años, pelaje azul, orejas largas, nariz negra, ojos negros, gafas y siempre lleva puesto una ropa de profesor de color rojo todo el año por lo que para Halloween usa una version mas apretada y pequeña que la ropa de costumbre. Doc empieza a pedir dulces desde temprano, a las 6 de la mañana ya se ven muchos niños por las calles con sus lindos disfraces, Doc entre ellos (en Cubtown celebran el Halloween las 24 horas del día desde que comienza). Cuando Doc va por su cuarta cuadra pidiendo dulces, un ruido extraño que solo él pudo escuchar por sus orejas le llama la atención y como todo niño inocente y curioso, no puede evitar ir a ver de qué se trata. Cuando Doc se encontró en un callejón sin salida, escuchó unas pisadas acercándose a él junto a un sonido de palpitar y algo carnoso y pesado chocando contra algo duro. Cuando Doc voltea solo puede ver una mancha rosada frente a su cura, son las peludas y grandes bolas de Pinky, tan cerca que incluso puede sentir su calor y su increíble olor a hombría y testosterona pura. Esa agradable vista no duró mucho antes de que Pinky tomara al niño del hombro con una mano y de la cintura con la otra y lo levantara hasta la altura de su cabeza, donde puede ver la máscara de Pinky directamente. Pese a la gruesa máscara, Doc sabe perfectamente que Pinky lo está viendo con deseo por debajo de ese vidrio que tapa sus ojos y con una expresión de un auténtico pervertido babeando por el pequeño en su agarre fuerte y firme pero sin lastimarlo. Sin duda Doc se dio cuenta que ese gran oso quiere hacer cosas pervertidas con él, lo que aún no sabe es que le hará, pero tampoco tendrá que esperar mucho para descubrirlo. Como si fuera una serpiente saliendo de su nido, la gran verga de Pinky sale lentamente de entre su pelo de la entrepierna hasta llegar a la espalda de Doc donde lo siente de hombro a hombro, es de un grosor bastante irreal, pero si, un miembro viril fácilmente confundible con un árbol está a punto de entrar por el joven, apretado, suave y virgen trasero del pequeño roedor azul que ya se enamoró de este macho pese a que ni siquiera lo conoce. Con su mano Pinky baja el pantalón de Doc revelando su adorable colita de conejo que es incapaz de tapar siquiera un poco el trasero de su dueño. Doc está algo nervioso de estar en esa situación. Una vez la ropa del conejito se encuentra en el piso, Pinky no hace esperar a su infantil victima y le mete su pene sin aviso ni preparación haciendo al niño gemir de una forma muy adorable, dando comienzo a una linda violación de un niño a plena luz del día. Sujetando a Doc de la cintura con ambas manos, Pinky lo hace de arriba a abajo permitiendo que el niño sienta desde la punta hasta la base de su pene moviéndose desde la entrada de su ano hasta su estómago más que expandido una y otra vez como si se masturbara usando al niño. Desde la vista de Doc, solo ve como todo su mundo se mueve bruscamente con el bulto de su estómago tapando su visión cada vez que lo hacen para abajo hasta que su culo choque contra el enorme monstruo y volviendo a ver su pedofio oso cuando vuelve a arriba. Las bolas y el pene del pequeño chocan contra Pinky haciendo un ruido adorable que Doc no es capaz de escuchar pese a su buen sentido del oído ¿Porque? Porque el sonido de las bolas de Pinky golpeando el culo del joven conejo, el presemen golpeando su interior y el viento por la velocidad a la que es follado, son mucho más fuertes. Doc: que... ah.... aaahh. El pene de Pinky le impedía hablar, es mucha acción para un pequeño en su primera vez, apenas es capaz de pensar bien pues, el fuerte oso rosa no está teniendo la mas mínima piedad con su empujones. Pinky da un empujón dejando su pene dentro para darle un “descanso” a Doc y que pueda hablar sin problemas. Doc: que juego *Doc jadea por unos segundos* es este? Pinky: violar al niño, es mi juego favorito. Tu y yo vamos a jugarlo por mucho tiempo y muchas veces. La voz de Pinky era profunda y muy dulce, una voz que a todo niño le gustaría oír antes de dormir. Doc: oh *Doc se queda unos segundos en silencio tomando aire* me gusta este juego. Pinky: nunca he conocido un pequeño que no le guste ser violado por mi gran biberón. Pinky volvió a penetrar al niño en cuanto terminó su oración. 3 horas pasaron desde que el rosado familiar lejano de los pedobears empezó a follar al niño, cambiándolo al revés luego de la primera hora, ahora Doc se encuentra viendo la pared del callejón mientras siente al oso levantándolo de arriba a abajo. Unos momentos antes de que Pinky llegara al orgasmo, otro niño llamado Clap entra al mismo callejón intrigado por lo que ve. El chico de 11 años reconoció las orejas de su amigo saltando de un lado para otro y se preguntaba inocentemente "Que le está haciendo ese oso rosa a mi amigo Doc?". Clap es un cachorro de león, con ojos negros y pelaje amarillo que lleva puesto un disfraz de payaso con su nariz roja, una peluca roja con brillitos, guantes blancos, camisa blanca, sin zapatos y unos ajustados pantalones que marcan un poco sus nalgas y su pequeño paquete que apenas esta empezando a crece. Clap: disculpe señor. Pinky reconoce la inocente voz y voltea con una gran sonrisa debajo de su máscara mientras sigue agitando a Doc de un lado a otro de forma casual y brutal. La cara de Clap al ver al conejo siendo penetrado fue algo que puso aún más duro el pene de Pinky, cosa que no se noto mucho porque ya estaba muy duro, la boca del pequeño se abrió de asombro con los ojos bien abiertos (no serán las únicas partes de su cuerpos que se abran :D), una cara que solo pondría un niño al entrar a una dulcería por primera vez. Doc no pudo decir una palabra, los constantes empujones lo dejaron incapaz de hacer algo con su boca que no sean gemidos, ni siquiera se dio cuenta que Clap estaba ahí viéndolo. Pinky camina hacia Clap con su mano aun usando al niño como juguete sexual. Clap: que están haciendo? Pinky: lo mismo que vamos hacer tu y yo dentro de poco. Usando su otra mano Pinky toma a Clap de la cintura, se lo lleva al hombro para cargarlo y se va caminando en dirección al bosque como si nada. Clap: oh, señor oso, tengo que volver a mi casa a las 10, podemos jugar hasta entonces. Clap se dejó llevar sin problemas, ronronea como gato al sentir la mano de Pinky sujetándolo del trasero pues no era la primera vez que lo secuestraban para violarlo, pero si la primera donde su captor tiene un pene más grande que todo su cuerpo. La primera vez que Clap fue secuestrado tenia 3 años, un furry cebra lo mantuvo en su casa por 2 semanas teniendo sexo con el hasta que se quedo dormido y Clap se fue el solo a su casa. Pinky se llevó a ambos niños hacia el bosque donde se perdieron ante la vista de 2 hombres que bebían alcohol en una azotea, "Creo que ya tomamos mucho" fue lo que pensaron al ver un gigantesco oso rosa cargando a 2 menores mientras penetra a uno de ellos. Luego de una caminata llegan a un claro por ahí de las 9 am, durante el camino Pinky no paraba de meter su dedo en ano de Clap hundiendo su pantalón hacia dentro apretando aún más. En el medio Pinky deja a Clap en el suelo con su ano bien abierto, tan solo el dedo de Pinky le ha abierto más el ano que cualquier otro hombre lo que haya follado y vuelve a tomar a Doc con ambas manos. Pinky rápidamente vuelve a follar a Doc con más fuerza y en pocos segundos de haber empezado consigue su primera corrida de su decena de secuestros infantiles. El estómago de Doc se infla en cuestión de pocos segundos. Cualquiera diría que parece que le metieron una manguera por el culo al niño y lo dejaron inflándose, pero en este caso,no solo es una, son 10 como mínimo. Clap: wow, parece un globo de agua. Clap observa sentado todo lo que ocurre muy asombrado de lo que sucede, al tener el ano abierto siente algo raro el estar sentado y le gusta esa sensación. Su gran culo húmedo por el lubricante natural no para de mojar su pantalón. El semen sale disparado por la boca del conejo azul como si fuera un tubo de pasta apretado con mucha fuerza, ni siquiera llega a tocar su cuerpo por la presión de los chorros. Al principio el estómago del niño se infla rápidamente pero cuando llegó a cierto tamaño continuó creciendo más lento, el pequeño llegó a su máxima capacidad de semen rápidamente logrando que el líquido se dispare por los bordes de su ano, regándose por sus nalgas hasta sus pies. Pinky: oye niño, qué tan largo ha sido el pene mas grande con quien has estado? Clap se mira el culo y pone su mano cerca de su ano y la otra a unos centímetros de su boca, luego dejando las manos a esa distancia las pone a los lados para marcar ese tamaño, mas o menos 80 cm, baja las manos y dice: salió por mi boca luego de meterla toda, aunque yo era más pequeño cuando paso. Me gustó mucho. Pinky toma con una mano a Doc de la espalda desde atrás por debajo de las axilas y lo levanta como si se estuviera quitando un condón, lentamente dejando que todo el semen escurra por su pene a medida que sale. Una vez fuera del oso pedófilo, el ano del niño se medio cierra un poco al no tener un enorme monstruo rosado dentro, pero solo un poco por el cual cae el semen a chorros como si el niño fuera una pequeña fuente de 2 direcciones. Pinky: el mío mide 2 metros, eso es mucho para un pequeñín como tu... y eso es lo que más me gusta. Pinky deja acostado boca arriba a Doc en el piso con cuidado, se dirige a Clap y dice: dame un momento. Pinky aplaude y un par de zorros salen de entre los arbustos y se montan sobre Doc empezando a penetrarlo, el que la tiene más grande en su boca y el otro en su culo luego de lamerlo para tragar el semen. Zorro: gracias por dejarlo bien lubricado para nosotros. Otro par de zorros salen por otro arbusto, uno se masturba lamiendo la mano de Doc y el otro igual con su nalga derecha. Pinky: y me avisan cuando se les acaba para llenarlo de nuevo. Más zorros siguen llegando poniéndose alrededor de Doc mientras Pinky vuelve a caminar hacia Clap quien esperó paciente como el buen niño que es. No hay palabras, Clap ya sabe lo que le harán, solo ronronea feliz mientras ve su próximo pene que chupar, lo que no sabe es que su dueño no se anda con pequeñeces, se lo follara brutalmente de una forma completamente nueva para él. Sin piedad pero sí con cariño y amor. La luz del sol es tapada por el gran oso desde la perspectiva de Clap y el semen cae sobre sus piernas, el cachorro de león con algo de nervios toma el imponente mástil con ambas manos lo que lo hacía lucir aún más grande a comparación. Clap ya sabe lo que debe hacer, al menos eso cree, pero la cosa tan enorme lo enloqueció rápidamente en cuanto la vio de cerca y sintió su olor. Pinky la da los ánimos que necesita para empezar con su trabajo a su manera tan peculiar, tomando la cabeza del niño y empujándola contra la punta de su miembro forzándolo a tragar a fondo hasta que su nariz toca el pelo de la entrepierna de su nuevo brindador de leche. El olor es simplemente magnífico, su pelaje acumula todo el sudor logrando el hedor que solo un puñado de machos podrían conseguir después de horas de gimnasio, hasta se podía notar el olor a traseros de niños y bebés impregnado de tantos que ha follado. El niño quedó simplemente atónito, con sus ojos en blanco, su lengua saboreando las jugosas bolas sudorosas y su estómago abultado a casi el doble de su tamaño. Pinky quería probar qué tanto aprendió Clap con los otros pedófilos, se acostó boca arriba levantando a Clap con su erección dejándolo levantado quedando en una forma de T invertida y dejó que el pequeño se encargará del resto. Unos segundo tratando de recuperar el control de su cuerpo después, Clap pudo poner las manos en el musculoso abdomen de Pinky mojando sus guantes con el sudor y semen que se encontraba sobre de este a causa de que no lo podía retener todo con su boca, y sus pies sobre las piernas de Pinky estirándose al máximo para llegar a ellas dando como resultado una maravillosa vista de su pantalón mojado apretado a más no poder mientras el bulto en su estómago palpitaba llenándolo de presemen. Clap logra hacer el pene de Pinky para abajo con toda su fuerza usando el peso de su cuerpo (casi todo el trabajo lo hizo su culo) para esta difícil tarea de mover uno de los penes más duros y firmes del mundo. Ahora se encuentra a 4 patas en el suelo con 60 cm de los 2 metros fuera de su boca pero aun empalado en el grueso miembro que lo tiene a su límite cuando esto apenas está empezando. Pinky: ¿No puedes con este gran macho? quizás elegí mal ¿Es mucho para ti? tal vez debería sacarlo y meterlo en otro niño. Los ojos de Clap se tornaron con una expresión de terror, asustado como nunca antes, sus garras se mostraron, su pelo se erizó y su cola se alzó, su mirada cambió de la de un niño cansado a la de un auténtico depredador luchando por su vida. El pequeño se lanzó hasta el fondo de nuevo chocando bruscamente su cabeza contra Pinky, enterrando sus garras en las caderas del oso que ni siquiera lo noto y empezó a hacer su cabeza para delante y atrás con todas sus fuerzas, chupando con su lengua y tragando, logrando dominar el suculento pedazo de carne, invirtiendo el rol de quien tenía a quien. El miedo de perder su trofeo fue suficiente para hacer que la pequeña criatura se volviera loca, dejando salir sus instintos de carnívoro, hambriento por un jugoso manjar. Pinky: jaja, ¡Sabia que funcionaria! Chupa gatito, ya pronto tendrás tu leche. Clap no prestó atención a sus palabras o cualquier otra cosa, se encontraba en una visión de túnel de la que ya no podía salir. Todos en lo que puede pensar la cría es en chupar, lamer y tragar, al punto en el que sería peligroso para todos si se intenta quitarle el pene de la boca en este momento. Simplemente es su deseo infantil y natural lo que está impulsando este desenfreno tan agresivo y por suerte el pequeño hace deporte frecuentemente porque de no ser así mañana despertaría arratonado por este exceso a su cuerpecito. Unas 4 horas después de que haya empezado este frenesí, el cachorro destrozó todo su disfraz por la furia de sus succiones, un charco de saliva, presemen y sudor se encontraba a su alrededor. Cada vez requería más fuerza chupar ese magnífico bocado, el cansancio de su cuerpo más el peso que aumenta en su estómago por todo el presemen que traga pero la adrenalina le prohíbe parar ni por un segundo. Por fin logró conseguir su premio tan ansiado en una sola descarga que infló su estómago, satisfaciendo a la pequeña bestia al principio pero rápidamente se vio superada por la cantidad de recompensa y terminando completamente sometida. Su arduo trabajo fue premiado con más de lo que podía soportar. Pinky se levanta y da unos pasas atrás sacando pene aun erecto del león dejando que todo el semen saliera regándose de su boca. El logro que el pequeño se dejará exhausto y destrozado a si mismo, sin duda este fue un momento que nunca olvidará como el más feliz de todos. En un futuro el niño aprenderá a dominar este instinto y ser un fiero cazador de una presa un tanto distinta, pero por ahora, solo es un tierno minino rendido en el piso con los ojos en blanco jadeando, ronroneando y chorreando leche por la boca con su estomago inflado al doble de su tamaño (tamaño de su cuerpo, no de su estómago 7w7). Pinky se fue del sitio dejando un rastro que goteaba de su pene que empezaba en los 2 amigos que compartían el calor de un mismo macho dentro de ellos, al cuidado de los zorros que se los iban a estar follando día y noche incluso mientras duermen pacíficamente. Tercera victima, Beary, un osezno de 3 años casi 4, pelaje azul, nariz igual, ojos negros y algo gordo, pesando unos 30 kilos si no cuentas su aun mas gordo culo con el que logra unos 80 kilos. Su disfraz es una ajustada pijama azul con varios bolsillos en sus nalgas (hay mucho espacio para poner varios de estos) donde guarda sus dulces y como parte de su disfraz, un largo y grueso dildo pintado de forma que parezca regaliz justo en medio de sus nalgas, las cuales lo sostienen firmemente de modo que no necesita pegamento o algo similar. El siempre lleva consigo una bolsa de galletas. Pinky armó el cebo perfecto para atraer a este lindo culo formado por comer tantos dulces. Compró una caja de sus galletas favoritas, de chocolate, las puso todas en sus sudorosas axilas peludas, se acostó en el pasto fuera de su casa con sus brazos arriba detrás de su cabeza y dejó que el viento esparciera el olor por el área esperando al bebé. A las 6:30 pm del día siguiente, cuando el pequeño regresaba de pedir dulces gateando solo con sus bolsillos llenos con la marca de varias nalgadas y su bolsa de galletas reemplazada por dulces. El chiquitín llora constantemente por casi todo, esta vez fue porque se le acabaron sus galletas favoritas, pero no te preocupes por él, Pinky se encargará de hacerlo muy feliz. Cuando el osito sintió el olor a galletas y virilidad fue gateando rápidamente a la fuente y empezó a escarbar entre el pelo buscando su comida entre las matas de pelo húmedas ignorando al gigantesco oso rosa del cual provienen. Está perfecto para tomarlo en este momento, pero lo mejor será dejarlo comer sus galletas tranquilo para no hacerlo llorar y cuando termine. Toma un rato gracias a las abundantes matas de pelo pero al final Beary terminó sus galletas condimentadas sin tiempo para terminar de tragar el último bocado antes de que Pinky lo tomara y lo sentara sobre su cabeza. El pequeño osito estaba a punto de llorar (de nuevo) pero sentir una húmeda y cálida lengua entrando entre sus nalgas lo detuvo al instante, cambiando su cara a una sonrisa. Con su lengua, Pinky envuelve el dildo en el culo del osezno y se lo saca de un solo tirón dejando sus grandes nalgas temblando. El dildo tiene un ligero sabor al culo del lindo osito. Ahora que está libre, Pinky empieza a empujar su lengua contra el ano cubierto por su pijama/disfraz hasta meterlo dentro del pequeño, apretando aún más el ya apretado disfraz. Su lengua no para, ya ha metido unos 20 cm en el bebé, se puede empezar a escuchar como la tela se está a punto de rasgar. Pinky no quiere romper este lindo traje así que con sus manos libres, manosea al pequeño por todo su cuerpo quitándoselo poco a poco hasta dejarlo desnudo. Ahora debe guardarlo ¿Y qué mejor lugar que dentro de su dueño? Pinky da media vuelta acostándose boca abajo apoyado en su hombros y con el bebé acostado debajo de él con su lengua aun dentro. Primero Pinky saca su lengua, quita los dulces de los bolsillos de la pijama, la pone sobre Beary tapando su culito como si fuera una manta, admira la vista por unos segundo, no muchos porque parece que Beary va a empezara llorar de nuevo por no sentir la lengua de Pinky dentro de él y para impedir eso, el varonil oso adulto vuelve a meter su lengua dentro del tierno oso bebé empujando la pijama. Con algo de fuerza y mucha saliva, Pinky logra guardar el pijama en el recto del pequeñín sin mucha dificultad, solo usando su lengua para este trabajo. El bebé está lleno, la pijama ocupa todo el espacio dentro junto a los dulces y galletas que comió antes y la saliva que Pinky dejó correr dentro de él como efecto secundario de meter la pijama usando su lengua. Beary adora comer pero ahora se encuentra demasiado satisfecho como para meterse más cosas por cualquier lado. A Pinky no le importa eso y procede a tomar un dulce, quitarle el envoltorio, meter el envoltorio por el culo de Beary como si fuera un basurero, luego le mete su dedo medio completo para empujarlo y se lame el dedo para saborear el jugoso sabor del culo del bebé. Luego de eso, le da media vuelta al osezno. El bebé ve como Pinky toma el dulce que abrió y lo empuja contra su máscara, al quitar la mano el dulce desaparece y luego lo vuelve a sacar lleno de saliva. Con su otra mano, Pinky mete el índice y el pulgar en la boca de Beary y se la abre para meter el el dulce en ella, se hace para abajo y se lo empuja hasta el estómago con un profundo beso de lengua que dura el tiempo que tarda su lengua en llegar al final y volver. Vuelve a poner al bebé boca abajo con su culito a su perversa disposición y toma otro dulce para repetir hasta que se acaben los dulces, cosa que no será pronto. Aqui en Cubtown le dan más dulces a los niños y bebés mientras más lindos son, con esas jugosas nalguitas tan grandes y ese disfraz tan seductor, Beary logró llenar sus bolsillos y su bolsa con muuuuuchos caramelos. 2 horas para acabar con los dulces, con varias nalgadas, algunas veces Pinky usaba 2, 3 o 4 dedos para meter la envoltura, algunos besos más largos con mucha más lengua y saliva y algunos dulces eran bastantes grandes. Su estómago ya se ve bastante inflado por todo lo que tiene dentro, los dulces separados de los envoltorios por la pijama y tanta saliva dejaron su estómago del tamaño de una cabra adulta. Y para impedir que todo eso salga por atrás, Pinky tomó el dildo pintado de regaliz y se lo metió hasta el fondo. Ahora el pequeño pesa unos 200 kilos con todo lo que tiene dentro. Pinky observa al pequeño exhausto y destrozado en el piso y se queda pensando. Pinky: creo que falta algo…. ¡cierto! La bolsa en la que Beary llevaba sus galletas, él la toma y de un solo empujón con la mano la mete completa dentro del trasero del bebé empujando más adentro del pequeño que apenas pudo gemir un poco. Pinky: ahora sí, podemos irnos. Pinky mete su brazo hasta el codo dentro del bebé, se levanta y se va caminando restregando a Beary contra sus bolas mientras camina. A las 11 de la noche, llegan a una cueva a oscuras. Solo se escucha las respiraciones de varios machos, las gotas de sudor cayendo por todo el cuerpo de Beary por parte de las bolas de Pinky y los pasos del mismo. El saca el brazo del pequeño y lo deja con cuidado en el suelo. Pinky: bueno bebé, como eres un osito te prepare un regalito especial para ti. Se escucha un switch y una tenue luz azul revela toda una manada de osos, tantos que la luz no revela ni la mitad. Pinky: cuando termine contigo vivirás con ellos. Inmediatamente Pinky voltea al pequeño y se lanza a besar su boca de nuevo, pero esta vez metiendo toda su lengua escurriéndose entre los dulces, la pijama y los envoltorios hasta salir por el culo del pequeño donde es vuelta a meter por la punta de la verga del el enorme macho. La lengua de Pinky es igual de destructiva que su pene, un beso de lenga de su parte es muy similar al sexo oral, llenando al pequeño bebé con su saliba y penetrandolo con movimientos erraticos en todo su interior, saboreando cada parte del pequeño. Pero eso no significa que no pueda usar su pene también. Pinky mete unos 50 cm dentro del pequeño y se empieza a masturbar sintiendo el suave, húmedo y apretado ano palpitante. Todos los osos observan masturbandose con la maravillosa escena del gordito bebé siendo penetrado por ambos lados por el mismo macho gigantesco. Algunos ya se corrieron y otros esperan a que el bebé esté libre para hacerlo dentro de ellos. 12 en punto, justo en el cambio al tercer día, la tercera corrida carga de semen a la pequeña criaturita dando por terminada esta ronda de muchas más que se le vendrán encima. Luego de dejar completamente lleno al jugoso, nalgon y panzón bebé, Pinky no pierde el tiempo sacando su pene de un tirón dejando abierto el compartimiento de descarga de Bearly, pero de este cae un producto un tanto diferente. Como un río en un camino nuevo, el “agua” fluye llevando toda la basura a su paso. Primero caen las envolturas hasta que la presa se detiene a causa de una tela que sale disparada por la presión en el estómago del pequeñín, echándola al suelo cubierta de semen. La pijama absorbió una buena cantidad de pero ningún material es capaz de resistir la potente carga de Pinky, tal y como se puede ver con el pequeño a su lado. Pinky se va dejando a Beary a merced de los que se lanzan sobre él apenas tienen oportunidad como si fuera un pedazo de carne deteniendo el flujo de semen con 4 penes a la vez. Y no fueron más ya que los osos se quieren follar al bebé sin pensar, no tienen tiempo para acomodarse y que quepan mas, solo quiren sexo brusco y amoroso con un bebé. Cuarto niño, durmiendo felizmente en su casa al borde de la ciudad, en su cuarto en el segundo piso, en su suave cama, en su disfraz de super héroe. Ichi, un niño gato de 10 años descansa plácidamente en su cama de carro, debajo de unas grandes cobijas que llevan tejidas una imagen de uno bastante parecido a Pinky tienendo sexo con bebés muy parecidos a los que ya ha follado antes. Ichi tiene un pelaje blanco celeste claro, largas orejas puntiagudas celestes por dentro y la punta de su cola termina en una mancha celeste. Su disfraz está bastante equipado gracias al dinero de sus padres; un casco rojo hecho a su medida con una línea blanca en medio y un número uno pintado en azul, una gafas cafés que cubren sus ojos y un par de huecos para que salgan sus orejas. De cuello para abajo un ajustado disfraz de seda fina color rojo con otro número uno en su pechos, 2 huevos, uno para su colita y el otro directo en su gran culo para que cualquiera pueda meterle lo que quiera, unos guantes blancos con un botón para dispersar lubricante de la punta de su dedo índice como si fuera una pistola de agua y unas botas del mismo color. Las nalgas de este niño son del tamaño de 2 sandías. Pinky entra por la puerta principal, sube las escaleras golpeando su pene contra cada escalón para hacer notar su presencia con el imponente sonido de la madera rompiéndose por el peso de su miembro. Al entrar a la habitación, ve al pequeño dormir boca abajo, con su culo hacía arriba disponible para todos y la boca abierta. Parece que Ichi no es el único pequeño aquí, su mascota se encontraba al lado, durmiendo boca arriba moviendo un poco la cola y su ano visible en su posición pene a su gran trasero, no tanto como el de un niño o bebé pero si grande para un perrito tan pequeño. Es un pequeño perro salchicha de a lo mucho 2 días o menos, un cachorro perfecto para formar parte de la diversión. Pinky se sube sobre la cama del niño y hunde su cara entre sus nalgas por encima de las cobijas y empieza a olfatear al pequeño, no huele nada mal, virgen, apretado, lubricado de forma natural y varios dildos ya pasaron por este hoyo pero ya es hora de que un verdadero macho le enseñe la diferencia entre el frío plástico y la cálida carne palpitante. Luego de terminar de oler el culo del pequeño, nuestro pedófilo oso quita las sábanas para ver el culo húmedo del pequeño minino. El estaba durmiendo con su dedo metido mientras que el propio peso de sus nalgas presionaba el botón para disparar el lubricante. Esto es mejor de lo que esperaba, el culo del niño ya viene lubricado. Pinky se hizo para atrás levantando sus caderas y apuntando su arma a la diana y acertó el disparo con una potencia que ni una bazooka podría igualar, despertando al chico de un maullido agudo y fuerte que despertó al cachorro y a los padres. El perrito, como buen guardián estaba a punto de morder a Pinky para proteger a su dueño, pero también es un bebé y como tal, lo único que pudo hacer con su boca fue detenerse a lamer las bolas de Pinky. No lo culpes por seguir sus instintos, el pequeño solo quiere algo de la leche que hay ahí adentro. Pinky: ¿Así que el pequeño también quiere unirse a la diversión? no acostumbro a usar condón cuando violó a menores pero así me encargo de los 2 a la vez. Pinky saca su mástil del gatito dejando su ano abierto y palpitante, regando presemen en la cama. Ichi: señor oso…… Ichi se sonroja al intentar terminar su frase. Pinky ¿Quieres que la vuelva a meter, verdad?. El pequeño solo se sonroja mas y asiente tapando su cara con la almohada. Pinky: tranquilo, nunca más tendrás que pedir verga de pedófilos como yo cuando termine contigo. El oso toma al perro salchicha y al igual que el anterior bebé, lo penetra con largo miembro expandiendo su estómago el cual queda tan apretado que hasta se pueden ver las venas del pene marcadas en él. Pinky baja al pequeño cachorro hasta sus bolas, llevándolo a su límite casi haciendo que se desmaye por la brutalidad en la diferencia de tamaño, pues, si el perrito ya es pequeño para Ichi ahora imagina que tan pequeño es para Pinky. Con el “condón” puesto Pinky estaba listo para volver con Ichi, le dio una nalgada a ambos pequeños y masturbandose con el perrito dice: niño, ponte en 4, igual a como anda este bebé que estoy penetrando. Haciendo caso a su macho, Ichi se pone de rodillas con el culo hacia arriba levantando la cola y con las manos en la almohada. De nuevo y con el culo lubricado, el minino vuelve a dejarse violar por el increiblemente dotado, pervertido y desenfrenado estrechador de menores. Pocos minutos el padre del pequeño entra rápidamente preocupado por razones diferentes a las que crees, no solo porque escuche a su hijo y mascota gimiendo, por el maullido de hacer rato y por el constante golpeo de la cama contra pared, si no también porque el movimiento tan fuerte de las caderas de Pinky es suficiente para hacerlo pensar que es un temblor en marcha. Los juguetes en el piso pues, se cayeron de sus estanterías, la pared agrietandose por los empujones, el suelo raspado por la fricción y un charco de presemen y sudor es lo que ve el señor al entrar a la habitación ¿Y como no notarlo? Un gigantesco oso rosa y musculoso violando brutalmente a sus 2 cachorros usando a uno de ellos como condón viviente para penetrar al otro. Padre: ¿¡QUÉ DIABLOS PASA AQUÍ!? Pinky: me estoy cogiendo a su lindo hijo. Pinky voltea a ver al padre para hipnotizarlo. Padre: oh, en ese caso destrozalo, no dejes que se siente en meses. El padre se va y Pinky se detiene un momento para susurrarle al pequeño al oído: tu padre se equivoca, no podrás por años. Y los empujones siguen hasta que el sol sale, ambos pequeños ya habían perdido todo sentido de la razón a los pocos minutos de empezar, todas esas horas de sexo continuo simplemente ya son mucho para los 2 infantes ¿Pero de verdad crees que eso le importa a Pinky? darse cuenta de eso a los 5 minutos solo lo motivó a darle más duro a esta pareja. Ambos inflados por tanto presemen creen que todos se detuvo cuando Pinky se hizo para atrás pero ese fue solo el impulso para el último empujón que puso el estómago del cachorro de salchicha 10 veces más grande que antes. Y como es tan pequeño, casi todo se escapó por su boca bañando de semen a Ichi desde atrás desde su cola hasta su cabeza metiéndose por todo su traje y siendo absorbido por la tela. Al terminar su intenso cuarto orgasmo en este 2 por 1, Pinky se puso a contar: 3, 2… La pared se derrumba a la cuenta de 1, todos esos empujones son capaces de derribar edificios, pero Pinky sabe controlar sus movimientos para que toda esta fuerza descomunal la sientan los pequeños por completo. Sin sacar a este par salta afuera de casa y camina unos pocos pasos antes de llegara a una parte del bosque donde hay muchos perros adultos, viriles y cachondos esperando a que el niño esté libre, porque en cuanto lo haga, sabrá cómo se siente tener 6 nudos en su boca a la vez y muy seguramente muchas otras cosas más. Uno de los perros en la multitud: hey, ese es mi hijo, que buen uso le diste, estoy orgulloso de que mi chiquitín calce tan bien en ti. Pinky: yo me aseguro de que todos calcen conmigo. Tu bebito es un condón excelente, aguantó mucho más de lo que imagine. Pinky se quita a ambos globos inflados y los lanza a los perros como si fuera un premio y estos nunca llegaron a caer. Los perros los atraparon y violaron sin siquiera dejarlos tocar el piso. Pinky: perros calientes, les deje sus culitos tan abiertos que no podrán atorarse. Antes del siguiente que tiene una muy buena rima, Pinky tiene que preparar el lugar. Una casa abandonada será perfecta, una cuerda, cinta, almohadas para que el bebé esté cómodo, una gran maquinaria, un cronómetro y una catapulta improvisada son los materiales que recogió durante la mañana y preparó en el lugar. Hay que reconocer que Pinky es creativo a la hora de follar. Cole, un bebé conejo de 2 años bastante asustadizo, será quien experimente este mecanismo del caos. Pelaje café muy oscuro que se torna blanco en sus manos y pies, largas orejas redondas, grandes ojos azules y dientes de conejo visibles. El estaba en la calle pidiendo dulces, no había tenido mucha suerte porque le daba miedo acercarse en la mayoría de las casas incluso si su decoración era tan aterradora pero igualmente se la estaba pasando bien con sus amigos. Pero aun así, era quien más dulces tenía ya que su sexy cuerpo es irresistible en su traje. A las 7 de la mañana del cuarto día el oso rosa con sus partes escondidas entre su pelo, sigue al grupo de pequeños de casa en casa, mirando los chicos menean su traseros al caminar, haciendo lucir sus apretados y sexys disfraces con Cole, el más sexy de ellos, en medio resaltando entre todos con ese enorme trasero de bebé casi tan grande como el Beary y su disfraz de marinero. Las personas que vean a Pinky pensando que era un adulto que iba con ellos, siguiéndolos para que no se metan en problemas. Lo que no sabían era que realmente él cargaba el pesado problema para uno de ellos. Los amigos de Cole se van yendo a sus casas y luego de la última de la cuadra, Cole también dio media vuelta para devolverse a comer sus dulces pero como ya te podrás imaginar, eso no va terminar como él esperaba. Pinky se agacha para ver mejor el sexy disfraz que lleva, una gorra de marinero que deja sus orejas afuera con una ancla dibujada, una camisa de botones blancos que le llega hasta un poco más abajo del ombligo con bordes azules y un barco dibujado al lado, y un pantalón blanco que definitivamente no le queda, cubriendo la mitad de su trasero, su padre esto aprovechó para poner un dildo que en la base parece un ancla justo en medio de sus nalgas como parte del disfraz. Pinky: hola capital, espero que estés listo para navegar en un mar de semen. El bebé, entendiendo a medias a medias lo que Pinky le dijo, Cole lo abraza pegando su cara contra su peluda entrepierna sudorosa y con un olor a macho que incluso si quitara la cabeza de inmediato igual lo tendría encima por horas. Pinky: tomaré eso como un si. Pinky toma al bebé y se lo lleva a la casa abandonada tapándole los ojos al ponerlo contra sus pectorales para que además sienta los músculos de un poderoso macho de cerca. Al llegar Cole empieza a temblar por el tétrico lugar, mira cada rincón aterrado de que algo salga de la nada y así fue, la dura erección de Pinky salió rápidamente de entre su pelo con un cordón blanco puesto pintado con una cara para que parezca un fantasma. Esto asustó a Cole, haciéndolo correr en dirección contraria al enorme macho, siendo de las pocas veces que un menor se aleja de él. A los pocos pasos, Cole pisa la trampa que Pinky preparó para él, es lanzado hacia arriba, sostenido con las cuerdas sobre la almohada y con las piernas abiertas. Una pesada maquinaria cae detrás del pequeño, rechinando y golpeando por dentro con ruidos metálicos y de vapor. Pinky: Unas 20 horas deberían ser suficientes. Ese es el tiempo que pone en cronómetro, la máquina saca un gigantesco dildo de casi el mismo tamaño y grueso del pene de Pinky, suena una campana y el mecanismo empieza lento, llevando de la punta a las bolas del dildo contra el culo del niño cada 3 segundos sin detenerse mientras se llena del lubricante natural en el ano de Cole y la velocidad sube de vez en cuando. Hasta entonces el pobre pequeño estaba asustado, pero sentir esa enorme cosa entrando por su trasero lo relajo bastante, incluso empezó a sonreír poco a poco. Y por su lado, Pinky no se queda fuera de la acción, se quita el condón, pone la punta sobre los labios del pequeño quien abre la boca sin dudar apenas lo siente y antes de que pudiera parpadear su estómago ya se abultó al triple de su tamaño hacia ambos lados. Sin duda el pene que más está disfrutando es el de Pinky pero la máquina tampoco lo hace nada mal, después de todo, Pinky la construyó especialmente para follarlo a él. Sin saberlo, Cole tiene la dildomachine mas rapida y potente del mundo dentro de él. Los ojos en blanco, tragando cada vez que puede, agitado, sudando, destrozado y en su límite, como lo estaría cualquier menor siendo follado por Pinky. Cole no tarda ni 3 minutos en llegar a ese punto, encima con 2 a la vez es simplemente una bestialidad el ver como no se tiene compacion con ninguno de los pequeños. En fin, lo que le gusta a los menores es rudo y con fuerza. Los empujones siguen por 5 horas hasta que una vez más, Pinky termina llenando de semen a este dulce bebé, inflando otro estómago mientras el semen sigue saliendo por su culito cada vez que el dildo se hacía para atrás. Pinky saca lentamente su pene dejando que el pequeño chupe, trague y saboree todo lo que pueda antes de decirle adiós a esta zanahoria tan sabrosa. Con la dildomachine sin parar de follarlo a máxima velocidad, ve como su macho va dejándolo bien alimentado y con sus 2 agujeros regando líquido en el piso que también toca su estómago por lo inflado que está habiendo roto donde estaba puesto por el peso de todo lo que dejaron correr dentro de él. Pero no creas que Pinky se atrevió a dejar a un menor solo en una casa abandonada, dejó a los murciélagos del lugar a su cuidado. Y obviamente, los murciélagos aprovecharon para masturbarse viendo al niño recibiendo tal brutal penetración. Pinky se va a por el sexto niño dejando a ese pequeño siendo penetrado por la maquinaria pesada. Raposa un niño zorro de 9 años, suave pelaje café, orejas puntiagudas y un pequeño colmillo asomándose en su boca, que va disfrazado como ladrón antiguo, una banda roja en su cabeza, una camisa azul andrajosa con varios cortes que él mismo hizo y un mango de cuchillo pegado a un dildo. No lleva pantalones ya que los perdió hace 2 días así que guarda el dildo en el culo de su mejor amigo Bo, justo el siguiente niño después de él. Bo, un niño ardilla, de 8 años, pelaje rojo, chiquito, larga cola y un culo bastante grande, va disfrazado como un zorro similar a su amigo, con la parte trasera sin los botones puestos lo que deja ver su culo a cualquiera, mostrando el mango del dildo que lleva puesto. Bo: oye… Raposa: ¿qué pasa? Bo: se que me ofrecí a llevar tu “cuchillo” dentro mio pero cuesta caminar con el. Raposa: habíamos quedado que lo íbamos a cambiar cada 5 casas. Bo: pero ya hemos pasado 7. Raposa: oh cierto, debiste avisarme. Raposa se inclina hacia delante y con sus manos abre sus nalgas dejando su ano visible que se nota húmedo por el cambio constante del dildo. Raposa: mételo. Pinky resiste las ganas de saltar de entre los arbustos y hacer caso a la petición. Quiere ver como continua esto. Bo: dame un segundo para sacarlo. Bo toma el mango del dildo y se lo saca lentamente, a lo largo de este tiene dibujado un cuchillo borroso debido al constante cambio de funda. Una vez fuera, el pequeño jugando da una estocada apuñalando el hoyo de su amigo, insertando el dildo dentro de él, haciéndolo lanzar un pequeño gemido tan rápido como la introducción de la navaja. Bo: listo, ya está adentro. Raposa: más adentro. Bo: ya está hasta al máximo. Raposa: oh, creo que debí pedirle uno más grande a mi padre. Bo: tienes razón. El ano de Bo gotea por el líquido, las manos de Raposa sueltan sus nalgas escondiendo una parte del mango y ambos siguen su camino meneando sus nalgas al caminar igual que todos los menores en la ciudad. Ver la deliciosa escena valió la pena, ahora Pinky está más excitado que antes y con ganas de follar a ambos niños juntos. Un perfecto trío de 2 zorritos y un gigantesco oso que está por armar cuando sale de los arbustos. Pinky: hola sexys niños. Veo que han recogido muchos dulces. Que tal si jugamos un poco. Raposa: Claro. El pequeño saca su dildo rápidamente y se pone en posición de pelea para jugar con el sospechoso adulto. Bo, por su lado, se acaba de enamorar, ver de repente a la enorme figura que apareció ante ellos simplemente lo dejó atónito, babeando en silencio Raposa: ¿¡Así que nos quieres robar!? Pinky: Por supuesto, y luego de robarles me los voy a violar y quitarles la virginidad tambien Raposa: no se que es la virginidad pero tendrás que ganar si quieres la mia. Saca tu arma. Pinky: encantado de mostrarla. Pinky les mostró su pene a los 2, poniéndolo bien parado en medio para que ambos sientan el olor a macho. Pinky: esta, esta es un arma de verdad. El niño se quedó viendo algo nervioso, no esperaba que su contrincante tuviera algo tan enorme, veía de un lado al otro comparando la increíble diferencia de tamaño entre su cuerpo entero y el pedazo que es tan grande que debe mirar de izquierda a derecha, girando su cuello por completo. Pinky: ¿Qué pasa niños? los 2 parecen estar hipnotizados con mi pene. Bo: e..e…es enorme. Raposa: demasiado, será un reto ganarte pero igual lo haré. Raposa deja de templar en un pequeño momento de valor infantil y se lanza para “apuñalar” a Pinky dando como resultado un dildo roto a la mitad cuando lo choca contra el fuerte abdomen marcado del fuerte hombre. Pinky: jaja, ahora es mi turno de atacar. Y como eres un ladrón, voy a darte como lo haria un buen policía. Pinky toma a Raposa, se agacha, lo pone en 4, le levanta su cola con su mano, hacia su brazo para atrás, cierra el puño y con todo el impulso, lanza un fuerte golpe directo al culo del niño con una precisión tan perfecta al centro justo de su ano que metió su musculoso brazo hasta el codo de una sola rafaga sin causarle el más mínimo daño. El Puño de Pinky se marca en el estómago del pequeño que suelta un fuerte y largo gemido de placer. Cuando termina el gemido, Pinky saca su puño dejando el ano de Raposa más abierto que nunca en su vida. Raposa: ¡Otra vez, otra vez, por favor! Dijo el zorrito moviendo la colita mientras sentía el aire entrando por su nueva formada cueva. Pinky: ¿Y qué me dices tú pequeño? Pinky prepara la izquierda y repite su ataque dejando que su otro codo toque el ano del pequeño. Pinky: mis brazos están ocupados pero no mi pene. Pinky le guiña el ojo a Bo quien se sonroja y temblando mucho más que antes, también se lanza a por el oso rosa dándole un abrazo con su cara directo contra sus pectorales y sentado en la base del pene de Pinky. Pese a que sus nalgas son grandes, no son capaces de cubrir el este venoso miembro por completo. Bo: se… siente… increíble. Pinky: y luego se pondrá mejor. Las ráfagas continúan cada vez más rápido hasta el punto en el se ve como un boxeador de peso pesado practicando contra el saco. Otra forma de explicar los marcados músculos de Pinky. Raposa no para de gemir y jadear, su culo nunca había tenido nada más grande que ese dildo, para él hay un mundo de diferencia con los fuertes brazos detrás de él. Tiene los ojos casi en blanco, las garras fuera sujetándose al pavimento, la cola agitándose de lado a lado y el corazón latiendo a mil por hora. Pinky: oye ardillita, ponte en 4 para mi, puedo darle a los 2 a la vez, después de todo mi pene aún está libre para ti. Bo asiente y se hace hacia atrás para llegar al suelo en la punta del pene, pasando su culo por todo largo lo que hace que le tome unos segundo por su largo. El pequeño se da media vuelta y se pone en la misma posición que su amigo al lado de este, sintiendo la punta del gran miembro viril palpitando en sus grandes nalgas. Bo: ¿Así? Pinky: si, están perfectos los 2. Pinky carga hacia delante dando un fuerte empujón al niño hasta que sus bolas chocaron con gran parte de sus piernas y metiendo ambos brazos juntos dentro del otro pequeño. Las horas del trío pasan, pero solo uno de estos es capaz de seguir por sí mismo y los otros 2 están destrozados en el piso recibiendo todo el amor de este macho ejemplar, sintiendo las gotas de sudor caer sobre ellos por todo el movimiento. Pinky vuelve a hacer el brazo para atrás preparando el golpe final al igual que su pene para dar el empujón final pero antes. Pinky: noto que los 2 son muy buenos amigos, que tal si se dan un profundo beso. Ambos niños se miran el uno al otro sonrojados, sobre todo Bo. Raposa: pero… yo… Bo: a mí me gustaría. Tu…… me gustas. Bo se sonrojo tanto que se hace difícil diferenciar cual es el rojo de él o de su disfraz. Pinky: aaaw, que tierna pareja hacen. Raposa ¿Pa- pa- pareja? Ambos pequeños se miran en silencio por unos segundos antes de por fin darse un pequeño beso muy adorable. En ese instante Pinky aprovechó para dar un salto empujando su cuerpo contra los niños, metiendo su brazo completo dentro de Raposa y llenando de semen a Bo. Tal cantidad de semen hace que Bo no pueda pararse en cuatro, ya que su estómago está tan inflado que puede tocar el piso. Todo el semen recorre su interior hasta que ya no hay espacio y sale por su boca, entrando en Raposa llenando su estómago en línea terminando hasta el mismo tamaño de su nuevo novio. Una linda pareja de niños llenos de semen. Hora de llevar los niños al bosque, Pinky saca su pene y rápidamente le mete su otro brazo evitando que salga el semen antes de ir camino al bosque andando como si no tubiera 2 niños cómo mangas en sus brazos. Una vez en el bosque, Pinky baja sus brazos dejando que los niños caigan por la gravedad al quedar tan abiertos que sus anos ya no se quedan apretados en los brazos del enorme oso. Primero cae Bo y luego Raposa por el prolapso de su ano saliendo atrapado por la mano de Pinky. Pinky: ya pueden salir, les traje un par de buenos niños. Varios mapaches empiezan a salir entre los arbustos y los árboles, todos con sus penes erectos preparados para follar a los pequeños. Son organizados y forman 4 filas, 2 para sus bocas y 2 para sus culos. Pinky: que lo disfruten, yo tengo que llegar rápido con otro pequeño. No mentía, tenía que volver con Cole pues el cronómetro ya casi iba a terminar. El va rápidamente y llega detrás de la casa abandonada donde un rebaño de ovejas se encuentra pastando. Pinky:oigan muchachos ¿Alguno de ustedes quiere tener sexo con un bebé? Todos levantan la cabeza, dejan de comer pasto y voltean a verlo con atención todos diciendo al unísono “¿¡SEXO CON BEBÉS!?” Pinky: jeje, parece que todos, mejor para ese pequeño. Solo necesito que se acuesten boca arriba y… Todos se lanzan al piso con sus penes erectos apuntando al cielo y viendo al oso emocionados. Pinky: y esperen unos segundos. Luego de que terminen con el, llevenlo a ya saben donde. Pinky se va dejando a las ovejas exitadas esperando a que el bebé prometido llegue y baje sus erecciones. Y Pinky nunca rompe sus promesas, el tiempo acaba y el cronómetro activa la catapulta lanzando al niño cubierto de semen de murciélago y lleno del de oso. El pequeño sale volando por uno de los huecos en el techo y cae justo en la verga parada de una de la ovejas causándole un orgasmo inmediato pues, este pobre rebaño nunca havia tenido sexo con bebés antes. Pero ahora eso está por cambiar con este pequeño :3 Ya van 7, solo quedan 3, esos 3 son bebés, el siguiente tiene 3 años y por lo general está en su casa a las 3. Filbert, una ardilla de pelaje azul con un triángulo blanco en su cabeza y líneas blancas a lo largo de su cola, grandes orejas circulares, grandes ojos cafés y grandes nalgas de bebé virgen listas para ser estrenadas y destrozadas por Pinky. Este pequeñín va disfrazado de maid, un traje muy sexy y ajustados con medias de maya, un falda muy corta que deja ver sus grandes nalgas en un pañal que no cubre ni la mitad de estas, manga larga y una tiara plana blanca que combina con el disfraz. Cuando es su momento de pedir dulce o truco hace un balbuceo de bebé muy adorable seguido de levantar su bolsa lo que por inercia sube su falda dando una buena vista para todos desde cualquier punto de vista. Pinky espera a que el pequeño termine su recorrido y lo espera en la entrada de su casa. Cuando el bebé toca la puerta un gigantesco oso cachondo lo recibe con fuerte agarrón a sus nalgas para meterlo en su casa. Una vez dentro Pinky se va corriendo al cuarto del pequeño y lo empotra contra la cama con un directo empujón a su boca llevando la punta de su pene desde la boca del bebé hasta sacarla por su culo rompiendo su pañal de adentro hacia afuera antes de golpear su cara con las enormes bolas que impregnan el olor a macho en el primer coche. Unos cuantos empujones después, Pinky saca al bebé de su pene, lo pone de rodillas en el suelo y vuelve a penetrar por la boca abultando su estómago, ahora chocando sus bolas en la barbilla pecho estómago de Filbert. Y no choca con sus piernas por el propio bulto en su estómago lleno de presemen. Luego fue puesto boca arriba contra la puerta y de nuevo usado como masturbador viviente pasando de boca a ano, despues salieron de la habitación y anal sostenido entre el marco de la puerta dejando que el bebé se sostenga con la manija y por ultimo volviendo a la entrada de la casa poniendo a Filbert sentado en la base de su pene y en cuanto el bebé por si solo abrazo al enormi mastil con mucho cariño, Pinky lo uso de nuevo para mastirbarse por un rato goteando todo el presemen en el piso. Antes de dejar todo el semen salir, el brutal y sexy oso va al baño junto al bebé que sigue aferrado chupando su nuevo biberón deseando recibir la leche dentro de este. Pinky deja a Filbert en medio de la tina, pone el tapón de esta y se vuelve a masturbar viendo como el bebé inflado de presemen levanta sus intentado tomar algo de este imponente tamaño. Poco después todo el semen cae sobre el pequeño que traga todo lo que puede pero eso es demasiado para una criaturita tan pequeña, todo cae sobre él, manchando el disfraz por completo escurriendo el líquido por su cuerpo y sumergiéndose en un baño de semen. La tina se llena rápidamente, cubriendo sus piecitos, medias, ropa interior, pañal, su dulce culito, cola, muslos caderas, la falda, de su estómago a al cuello pasando por su espalda, por sus pequeñas manitas que juegan con el semen, codos, hombros hasta su boquita donde se empieza a atragantar con el semen, disfrutando cada trago mientras el semen sigue subiendo hasta cubrir su cabeza. De tanto semen ya ni siquiera se puede ver al bebé bajo la espesa capa blanca. Esta es una piscina de semen, lo que significa que debe haber más de uno. Pinky arranca la tina completa y se la lleva con cuidado de no derramar una sola gota, al llegar a un pequeño lago Pinky riega todo el contenido en este. Al agua le toma bastante dispersar el semen por lo denso de este. Los cocodrilos se empiezan a amontonar alrededor del bebé y sin dudar lo empiezan violar brutalmente desde todas las posiciones posibles. Y no te preocupes por el tema de estar bajo el agua, los bebés saben aguantar muy bien la respiración, después de todo están acostumbrados a atragantarse con enormes vergas. El penúltimo bebé, el único que no lleva disfraz, Refi, de solo un año, pelaje café, pelo negro y largo para su corta edad, pequeñas orejas redondas y una pequeña cola, lleva una bufanda roja, comida de manga larga celeste con una linea blanca y pantalones cortos gris oscuros. Y como buen bebé, claramente tiene unas nalgas difíciles de notar independientemente de cualquier ángulo que lo veas. El bebé estaba pidiendo con unos amigos, lo llevan en su carriola especial, hecha para soportar el peso de su gran culo, con la anchura suficiente para que quepa pero a medida que fue creciendo empezó a quedar cada vez más apretado. Cuando el hermano se despista, Pinky sale corriendo y se lleva a Refi, sin dejar rastro alguno. Medio kilómetro después se detiene y pone sus bolas sobre la carriola, aplastándola un poco por su gran peso, dejando el fuerte olor de las peludas y sudorosas esferas justo en la cara del pequeño bebé. Al principio el bebé estaba extrañado pero en cuanto olfateo la poderosa esencia a macho se enamoró de este macho sin siquiera haberlo visto por completo. Refi se lanza a besar las bolas de Pinky y frotarlas con suaves y pequeñas manitas. Cuando las bolas del oso ya están goteando de tanto que las lamió el bebé, el rodea la carriola se las pone de frente y empieza a hacer sus caderas de atrás a adelante para chocar sus bolas una y otra vez contra todo el cuerpo de Refi llenándolo de sudor, saliva y ese abundante pelo pubico. Más tiempo después, cuando comienza a anochecer, ya se encuentran a las afueras del pueblo, tan solo usando sus bolas contra el bebé fue moviendo la carriola poco a poco con cada vez que las ponía sobre el bebé. Hora de violar al bebé, Pinky intento sacarlo de la carriola pero su gran culo esta atorado. Pero eso no impedirá que se llene su culito de semen, luego baja su enorme verga y la apunta directo a la boca del niño antes de dar un fuerte empujón seguido de otro, de otro y de otro durante horas, atragantando al pequeño bebé rompiendo su ropa con el enorme bulto que se forma en su estómago. Los ojos en blanco y tragando a más no poder, el bebé termina lleno de semen, con su estómago inflándose rápidamente, derramado el exceso por su boca y su culo al no poder salir todo por la boca. Con toda la carriola llena de semen desde las ruedas hasta los mangos rotos por las bolas de Pinky, nuestro oso usa la propia lengua de Refi para limpiarse todo el semen sobre su pene antes de sacarlo. Pinky se lleva los dedos a la máscara para silbar y llamar a la siguiente orgia en la que participará este pequeño bebé. Rápidamente una jauría de lobos con sus penes erectos empieza a rodear la carriola. Lobo: gracias por el pequeño, los cachorritos de mi manada ya están muy llenos de semen como para seguir usándolos. Pinky: no hay de que, asegúrense de que el sienta sus nudos en esos jugosos agujeros. Los lobos emocionados se empiezan a lanzar sobre Refi, unos penetrando su boca y los otros destrozando la carriola para llegar a su culo. Y el más esperado de todos, el último y el más sexy de todos los menores secuestrados, el más sexy de todos los bebés. Pinky esta emocionado, en todos sus años de violar niños a bebés nunca vio algo como este y a la vez molesto un poco al saber que una belleza como esta nacio hace poco y no estubo ahi para darle una cariñosa vienbenida. Lemmy, un chiquitín de apenas 10 días, conejo de suave y brillante pelaje café narajinso, orejas largas, pelo corto negro, nariz negra, ojos negros y profundos, una cola muy esponjosa, una cara tan hermosa que te dan ganas de besarlo y como si eso no fuera suficiente para caer enamorado de el, encima tiene el culo mas grande que jamás haya visto. Este pequeñín, no tiene ni 2 semanas de nacido cuando ya pesa unos 200 kilos, pero no porque sea gordo como Beary, si no por sus enormes partes de atrás. Unos muslos más grandes que la cabeza de un adulto, hechos para soportar sus enormes nalgas, una cadera gruesa que le causa problemas al pasar por las puertas y obviamente, su gigantesco trasero en el que podrías meter la cabeza entera y aun así no seria suficiente para llegar a lamer su ano. Lemmy lleva el disfraz más conocido en estas fechas pero a su adorable manera, un traje de fantasma blanco, con los 3 agujeros para sus ojos y boca y justo sus padres lo hicieron una tela lo suficientemente transparente para verlo ahí dentro. Y como este disfraz es para bebé, le queda muy bien en la parte de arriba pero hasta ahí, su parte trasera está completamente descubierta, el disfraz de fantasma solo unos escasos 5 centímetros levantados por su cola. Sus partes igualmente están cubiertas por su pañal hecho a la medida, 10 XL talla 38 de bebé, prácticamente batiendo todos los récords de tamaño en una pequeña criaturita. Aun así, su pañal le queda muy apretado marcando aún más su trasero y para resaltar aún más, tiene un hueco justo en el medio con las palabras “meta dulces pedófilos aquí” arriba de este. Pese a que su dulce, suave, esponjoso, tembloroso, terso y apretable culito está disponible en todo momento, Lemmy aún sigue siendo virgen, pero esto no es porque no lo hayan intentado, claro que se han follado sus nalgas muchas veces, pero ninguno ha tenido el mismo largo como para llegar a la entrada de su grande y sensible ano. Sus pañales ya han absorbido muchos litros de semen desde que salió de su casa el primer día de halloween, toma las siestas en las casas de varios pedófilos mientras ellos follaban sus nalgas, o se queda con ellos el mismo haciendo el trabajo con su trasero, desde que nació ya sabe cómo ser el juguete sexual perfecto. Pero el texto no solo se queda para atraer, muchos sí que le hacen caso y le meten dulces antes y/o después de coger sus nalgas. Y tampoco nos olvidemos de su boca, le ha dado tanto uso que ya chupa penes por reflejo cuando está dormido, ha tragado más semen que dulces pese a que ha conocido muchos de ellos. Incluso el mismo busca los penes largos y gruesos para lamer, tiene un sentido innato para saber cuales son los adultos más dotado. Este mismo sentido es lo que lo llevó con Pinky, se levantó a las 11:30 luego de una larga siesta en 9 en una orgia que se montó en cuanto él entró a una fiesta de disfraces. Se despertó cuando su sensible olfato sintió la esencia del pedófilo más pervertido, varonil y dotado que haya olfateado antes, no era otro macho fornido más que Pinky, cuyas ansias por follar bebés eran más grandes que todos los pedofilos que han tenido sexo con el juntos. Se va gateando a media fiesta, sacudiendo sus nalgas de una forma tan seductora que ninguno de los invitados se resiste a darle una nalgada cuando pasa por su lado, y no una suave precisamente, de esas nalgadas de las que tomas todo el impulso posible, las das con la mano abierta y te quedas con dolor en el brazo luego de darla con la palma bien roja. Pero no te preocupes por Lemmy, él desearía que lo nalgueen aún más fuerte que eso, su enorme culo absorbe todo el impacto y queda temblando por un rato sin dejar marca. Ni siquiera necesitaba su percepción de bebé para perseguir a su hombre, su fuerte olor era más que suficiente para saber dónde estaba. Unos minutos gateando y por fin se encuentra con su macho quien no perdió el tiempo mientras lo esperaba, preparó la escena para darle la mejor primera impresión de su gran amor. Pinky estaba sentado en una banca a las afueras del pueblo con las piernas abiertas de par en par con su enormes partes a simple vista del bebé, con los brazos a lo largo de cada lado, con un galón de lubricante en una mano y un biberón del tamaño de una botella de 2 litros llena de leche en la otra. Su pene está dormido y eso le costó mucho para bajarlo, pues quiere dárselo todo a este pequeñín. Alrededor de él hay un gran dildo, un chupete de pene de perro, un canguro para bebés con un agujero y 4 enormes dildos dildos alrededor del agujero, una cinta americana, un pailot negro y ropa de prostituta para bebés justo una taya menos la de Lemmy, para que le quede apretada y sexy en su cuerpecito. Lo primero que hace Lemmy es besar la punta del monstruoso pene justo a las 12 en punto dando comienzo a la romántica velada. Lemmy intenta meterse la punta por completo en su boca, Pinky deja las botellas a los lados, lo levanta cariñosamente y lo carga entre sus brazos de la forma más adorable meciendo y arrullándolo por unos minutos. Se puede notar el amor entre los 2 y por muy sexual que sean las intenciones de este pedófilo, no podrías ver la escena sin voltear la cabeza enternecido diciendo “aaaaawwww”. Pinky toma la enorme botella con leche, le quita el disfraz de fantasma y empieza a alimentar al atractivo infante casi recién nacido, la botella se vacía muy rápido pues Lemmy es un chupador experto. La leche no es normal, fue ordeñada a mano por Pinky de un niño vaca de la mejor calidad, mezclada con sudor, presemen, un poco saliva y chocolate, Pinky revolvió esta mezcla con su pene y luego dejó sus bolas remojando por 2 horas para que adquiera el sabor a sus bolas y pelo. Lemmy sigue lamiendo y chupando el biberón aún después de que se haya acabado. Ahora que el bebé trajo su leche especial, Lemmy fue puesto acostado en la banca y le ponen el chupete de perro en la boca, unos 30 cm que le entran fácilmente por la garganta del pequeño y se aseguran con el nudo que empieza a vibrar cuando se termina de poner. Sigue su culito, Pinky toma el enorme dildo de un metro, lo cubre con algo del lubricante, lo mete con fuerza hasta que las bolas chocan con el pañal, lo saca por completo y lo vuelve a meter hasta el límite una y otra vez abultando su estómago. 2 horas de penetrar analmente al bebé por atrás son suficientes para dejar listo su magnífico trasero. Pinky saca el dildo por última vez y lo mira impresionado por la gran cantidad de lubricante natural que se quedó en este, la mayoría es de Lemmy más que el que puso antes. Una lamida de abajo a arriba para probar el suculento sabor a ano de bebé de este conejito empezó a poner duro al pedófilo. Pinky con sus manos abre aún más el culo de Lemmy rompiendo un poco el pañal y mete su cabeza entre ellas, llegando a su ano por pocos centímetros por lo difícil que es abrir esas pesadas nalgas. Con su lengua, empieza a lamer su ano poco a poco metiéndosela, llenando de saliva su ya abierto y lubricado ano. El sabor es increíble, el gran tamaño de las nalgas del bebé le mejora su sabor interno, solo dan ganas de seguir lamiendo su interior por horas y vivir saboreando ese sabroso agujero de conejo bebé. La larga lengua recorre todo el interior abultando cada parte, marcando por donde pasa esta hasta llegar a su boca, rodeando el chupete de perro pasando su lengua por cada parte de la suave húmeda y cálida boca de la fresca cría. Una hora después Pinky finalmente empuja su lengua sacando el chupete con su lengua, haciendo que parezca que el bebé tiene 2 lenguas saliendo de la boca. Lemmy solo está disfrutando de tener un enorme macho sobre él, feliz como un buen bebé. Sacando lengua lentamente el ano de Lemmy quedó más que listo para ser follado, pero listo no es lo mismo perfecto. Pinky toma el galón de lubricante y lo mete de un empujón hasta la mitad del ano de Lemmy entrando muy fácilmente y rompiendo aún más el pañal. El con ambas manos aprieta la botella tan fuerte como puede disparando un chorro de lubricante dentro del pequeño, abultando e inflando su estómago. Pinky termina de destruir el pañal de Lemmy sin sacar el galón de su trasero y luego toma el pilot para escribir unas cosas muy bonitas en este precioso bebé “uso solo para pedófilos”, “perra de Pinky”, “usos pendientes”, “baby slut” y etc, esas sensuales nalgas tienen espacio de sobra para escribir toda esta historia en ellas y aún te quedaría espacio libre. Por fin llegó el momento de violar brutalmente al bebé, Pinky le da media vuelta dejando que el pequeño vea al enorme macho sobre el con una mirada amor con corazones en sus hojos. En esta posición, Lemmy abre sus piernas lo más que puede de inmediato, para él esta es la posición más cómoda. Una vez en esta posición, Pinky se abalanza sobre el bebé dándole un profundo, húmedo y dominante beso de lengua volviéndola a introducir al mismo infante por una vía diferente, recorriendo el mismo largo camino hasta meterla toda golpeando el galón de lubricante y sacándolo de inmediato gracias a lo lubricado y resbaladizo que está el ano de Lemmy. Ahora con la vía libre, no hay la más mínima duda para dar el más fuerte empujón empezando a usar a este hermoso bebé sin ninguna compasión, pensar que está follando a una criaturita de apenas 10 días lo exita mas y mas. No solo son las mejores nalgas que ha tenido chocando contra su cuerpo, si no que su interior es el más suave, cálido, accesible, apretado que haya violado en toda su vida, incluso es el más húmedo de todos sin contar todo el lubricante. Es la mejor sensación de todas, Pinky conoce a la perfección la sensación de las nalgas de un bebé chocando contra su caderas, piernas o estómago pero esto es completamente nuevo, gracias al tamaño del conejito, su culo abarca más sitios donde impactar sus suaves partes traseras que no paran de temblar con cada movimiento. Encima para darle el toque de placer extra, Lemmy hace unos ruiditos de bebé muy adorables cada vez que la enorme verga llega al fondo pese a que tenga la lengua de Pinky hasta el fondo. Y para Lemmy es incluso mejor, su primer biberón es también el más monstruoso, venoso, duro, grueso, sabroso, jugoso y enorme que va a tomar en su vida, ama ser llenado de esta forma esperando su leche, deseando que nunca se detenga de usarlo sin piedad y profundamente enamorado. Sentir las bolas chocando contra él, el olor a macho fornido y la sensación de ser domado por un pedófilo, simplemente no hay forma de hacer que esta criatura sea más feliz que en este momento. Las horas pasan y el pene de Pinky está más duro que nunca, el presemen ya ha inflado bastante al pequeño roedor mientras las 2 largas partes no paran de moverse. Un último empujón termina en el mejor orgasmo que ha tenido en años, inflando a Lemmy con mucho más semen del que cualquier otro niño o bebé haya recibido en una sola corrida. Y sin que se salga una sola gota pues, Lemmy, con sus perfectas nalgas impide que salga lo más mínimo, este bebé quiere todo el semen, desea este glorioso líquido y no permitirá que salga de su cuerpo. Por su boca tampoco sale ya que traga todo como un campeón, adorando la sensación del semen bajando y subiendo por su garganta. Todos esos litros de semen hacen crujir la banca y antes de que alguno de los 2 se diera cuenta por lo idos que están en su amorosa relación, esta se rompe por todo el peso en conjunto. Pero eso da igual, ya era momento de mudar el sitio para tener sexo con bebés. Pinky saca su pene lo más rápido que puede dejando abierto el culo de Lemmy obligándolo a chorear parte del semen que tanto anhela, pues no quiere perder un solo segundo. Toma el canguro (cargador de bebés) se lo pone justo a pocos centímetros de su pene goteando de semen, se acomoda su enorme miembro en el hueco de forma que queda en medio de los dildos quedando como el quinto más grande de todos, agarra a Lemmy lo sienta sobre su pene y a medio camino introduciendo los otros 4, se va caminando con el traje de prostituta en la mano y follando al bebé de arriba a abajo con cada paso queda. Yendo por el camino más largo sin haber sacado su lengua del pequeño y con la cinta cayendo por el camino de tanto semen y movimiento. Pinky llega a las 10 de la mañana a un pequeño pueblo en bosque. Aquí se encuentran todos los niños y bebés que Pinky ha raptado, violado y llenado. Se pueden ver todos lados menores llenos de semen, unos más que otros pero ninguno tiene menos de 10 litros dentro. Beary, Bo, Clap, Cole, Doc, Filbert, Ichi, Rafi y Raposa, todos fueron llevados ahí después de que los animales “terminaran” con ellos, y digo terminar entre comillas porque en este pueblo los menores nunca tienen un solo descanso de ser el deleite de los animales pedófilos. Y un dato curioso, los menores se pueden ir cuando quieran, ninguno en la historia lo ha hecho. Cuando los pequeños duermen, los animales pequeños toman su turno para follarlos suavemente y no despertarlos. Aquí los pequeños son tratados como reyes, los animales les enseñan cosas, les traen comida y juguetes (aunque la mayoría prefiere jugar con otros niños, con semen o los penes de los animales) y cualquier otra cosa que ellos pidan siempre y cuando se lo ganen. Muchos de los niños y bebés incluso han aprendido a caminar o gotear mientras los follan y otros han olvidado lo que es sentarse sin su culo lleno de semen. Ellos se quedan aquí por muchos años pues el lugar, provoca que los menores alrededor crezcan 3 veces más lento, de esa forma los animales y Pinky los tienen más tiempo para follarlos. Justo en medio, está la casa de Pinky, no es muy diferente a las demás, solo es un poco más alta que las demás y su cama es más grande. El se encierra con Lemmy dando un fuerte que deja un claro “no molestar” para todos los presentes que se quedan mirando un poco aterrados por la escalofriante vibra de violador desenfrenado que emana. Pinky saca a Lemmy del canguro y le pone la ropa de prostituta que le queda más que perfecta, resaltando que claramente está hecha para lucir en su sexy cuerpecito. De perrito con las nalgas del bebé aplaudiendo una y otra vez fue la primera posición que hicieron, 2 horas para volver a recibir otra carga de semen que lo deja en su límite de capacidad. Pero Lemmy no se da por vencido, es el bebé que más ama el semen en todo el mundo y por mucho que tenga que tragar, no dejará que el semen salga por su ahí, llenando sus mejillas y saboreando el semen en su boca. Pinky se lanzó al lado sin sacar su pene para cambiar a la posición de cuchara dándole empujones aún más fuertes que antes obligando a Lemmy a sacar el semen de su boca al sacar su pene por su boca usando a Lemmy como juguete sexual viviente. Otras 2 horas después, Pinky lanza su tercer carga de semen fuera de la boca de Lemmy llenando toda su casa, mientras sus palpitantes bolas tocan las pequeñas bolas del bebé. Ahora entrando por la boca y lamiendo el culo del bebé, Pinky cambia a 69 por otras 2 horas alimentando al bebé con un biberón que sin duda está disfrutando más que el primero. Pinky acostado con Lemmy sentado sobre su pene, Lemmy acostado en el borde de la cama con Pinky parado penetrando su boca, los 2 en cuatro con Pinky viendo al lado contrario follando al bebé como un perro luego de correrse, lamiendo su culo mientras se masturba, besando a Lemmy mientras frota su pene entre sus muslos, Pinky acostado boca abajo con sobre Lemmy también acostado boca abajo al revés, “el pretzel”, Pinky parado follando a Lemmy mientras los sujeta de sus piernas para abrirlas y tener su ano mas disponible de lo que ya está, Lemmy acostado con las piernas arriba como una L mientras Pinky lo folla de rodillas luego lo levanta aun mas apoyando a Lemmy solo en su cabeza y parte superior de su espalda, acostado de lado con una pierna levantada y luego la otra pierna, Lemmy sentado sobre la cara de Pinky mientras el se masturba, Lemmy lamiendo las bolas de Pinky mientras el nalgea a Lemmy con una mano y se masturba con la otra, Pinky parado usando a Lemmy de nuevo como juguete sexual pero esta vez al revés, Lemmy sentado en el piso chupando el pene de Pinky y muchas otras posiciones durante días sin un solo descanso. Por primera vez en su vida, Pinky no podía más, fue completamente ordeñado por este bebé que ahora se encuentra completamente destrozado con 2 cascadas de semen a cada lado. La cantidad de semen con la que quedó inflado el pequeño Lemmy fue tanta que puedes ver su estómago a un kilómetro de distancia. Pinky por fin sale de su casa rota por obvias razones completamente exhausto, bañado en sudor y en su propio semen de tanta acción que tuvo con Lemmy. Pinky: ya termine con él, tomen su turno, creo que dormirme por cansancio por primera vez en mi vida. Pinky se devuelve, cae en su cama rendido y no tarda ni 10 segundos en empezar a roncar mientras animales de todas las especies intentan llevar a Lemmy al centro del pequeño pueblo. Tardaron casi un día porque tanto semen dentro pesa una barbaridad. A partir de ese día, Lemmy se convirtió en el favorito de todos los animales pedófilos y sin duda el bebé novio de Pinky. ¿Sobre los padres de los menores? Pinky los hipnotiza para que olviden que han tenido hijos, cuando estos cumplen 18, los devuelve a sus casas y crea buenos recuerdos a los padres para que todos terminen felices. Fue una triste despedida cuando Lemmy cumplió los 18, pero al final, Pinky siempre raptaba niños y bebés nuevos. Además, Lemmy es el único que sabe donde vive Pinky, siguen saliendo de vez en cuando.